Mamá y defensa: Karla Capurro jugará en Barcelona

Solo la ilusión de convertirse en madre le hizo colgar sus botines de fútbol, pero apenas por cinco meses. Karla Capurro no quiso poner en peligro a su hija y esperó su nacimiento con una emoción que no había experimentado antes.

Era enero de 2018 y Karla se entrenaba a tiempo completo con la selección de Ecuador que iba a participar en la Copa América de Chile. Era el torneo que entregaba tres cupos al Mundial, el objetivo que le movía a entrenarse a mil por hora.

Pero esa ilusión contrastaba con un extraño malestar que sentía en su cuerpo. Sentía pereza de ir a los entrenamientos y un desánimo que no era normal en ella.

Decidió ir al médico quien le informó su diagnóstico. “Tienes cinco semanas de embarazo”, le dijo.

Su primera reacción fue pensar en la Selección, en su deseo de jugar por llegar al Mundial. “A la 'profe' nunca le iba a decir nada, porque tenía muchas expectativas de mi rendimiento", recuerda.

Wendy Villón, la entrenadora más exitosa del fútbol ecuatoriano, la sorprendió con la reacción que tuvo al conocer el embarazo de Karla.

"Mija disfrute esta etapa, yo sé que es nueva para usted. Espero que la lleve de la mejor manera”.

Quedó desafectada de la Selección, pero siguió jugando. Lo hizo hasta los seis meses de embarazo con la misma personalidad que siempre ha demostrado como defensa central.

“Había jugadas en las que iba a chocar, hasta que un día mi mamá me dijo que parara, que debía cuidarme por mi niña".

Karla Capurro, jugadora de Barcelona.

No volvió a jugar por esos tres meses que le faltaban para el nacimiento de su hija. "Di a luz y regresé a los entrenamientos, volví a coger ritmo de juego”.

Thianiis, nombre de origen africano, nació cuatro meses antes de la primera edición de la Superliga. Karla comenzó a entrenar con el IK9, club de Santo Domingo de los Tsáchilas, la provincia donde nació hace 26 años.

La llevaba a los entrenamientos y a los partidos pues aún estaba en período de lactancia. Los momentos de mayor dificultad eran los viajes a Quito, por el frío.

En su total inocencia, Thianiis iba creciendo muy cerca de su madre y del fútbol. "La llevaba a los entrenamientos y ella pasaba jugando por ahí. Fue una etapa muy linda y la goce al máximo".

En 2020 y 2021 jugó por Independiente del Valle. La entrenadora Wendy Villón pidió su incorporación para los partidos del Deportivo Cuenca en la Copa Libertadores.

Para esta etapa, Karla prefirió dejar a su pequeña al cuidado de su madre.

En 2022 jugó por Espuce, en Quito. Y para la temporada 2023, otra vez la DT Villón la llamó para formar parte del plantel de Barcelona.

"El fútbol es mi trabajo, con él puedo velar por el bienestar de ellas", dice Karla, que siempre que tiene días libres va a Santo Domingo a visitar a su madre y a su hija.

Todos los días las llama por teléfono para conocer cómo están, es una forma de estar presente, pese a la distancia.

"Es un reto, al que me estoy acoplando. Se viene la Superliga, que cada año se va convirtiendo en un torneo más difícil”.

Karla Capurro, jugadora de Barcelona.

Trata de llenarse de la mejor energía antes de salir al entrenamiento, pues Barcelona es un compromiso especial para ella.

No se casó con el padre de su hija, mantiene una relación cordial y como padres asumen responsabilidades y comparten tiempo en su crianza. "Ella será el reflejo de los dos", dice con sabiduría.

El fútbol, desde siempre

Karla Elizabeth Capurro Quiñónez nació el 27 de noviembre de 1996 en Santo Domingo. Su historia es parecida a la de muchas de sus compañeras: aprendió a jugar al fútbol con sus vecinos del barrio.

A los 11 años ya destacaba en sus equipos. En 2014 formó parte de la selección de Ecuador Sub 20 que participó en un Campeonato Sudamericano.

En 2021 fue parte de la Selección mayor, que jugó la Copa América bajo las órdenes de la entrenadora Emily Lima.

En la Superliga ha jugado partidos con Independiente del Valle, IK9 y Espuce. Desde febrero se entrena con Barcelona, club que contrató a siete jugadores para la temporada 2023.