Irene Valarezo ya es parte de la familia de atletas de Los Chasquis
Irene Valarezo ya no pasa inadvertida en la pista Los Chasquis. Es parte de la gran familia de los atletas de Pichincha, que cada mañana o cada tarde acude al viejo escenario para llevar al límite su cuerpo en busca de la excelencia.
Irene Valarezo, junto a su triciclo en la pista de Los Chasquis, en Quito.
Armando Prado / PRIMICIAS
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Los atletas levantan la mano para saludarla y en su respuesta siempre hay una sonrisa. "Realizamos una preparación mixta, en la pista, con el triciclo, y con los ejercicios convencionales en el gimnasio para fortalecer la espalda y las piernas. Queremos ganar más velocidad", señala Irene Valarezo, quien practica y difunde el frame running en Ecuador.
Se trata de un triciclo adaptado que es utilizado por personas con parálisis cerebral, que practican el atletismo. "Nos estamos alistando para el campeonato nacional y para los Juegos nacionales, donde vamos a correr contra el cronómetro", añade con la sonrisa de siempre.
Sí, su carrera será contra ella misma, quiere bajar sus marcas en la prueba reina de la velocidad: los 100 metros.
En sus primeros registros, Valarezo cubrió la distancia en 45 segundos, los está bajando de a poco. Quiere llegar a 30 segundos antes de las competencias.
"Como una de las técnicas de entrenamiento, hay días que corro sin el triciclo para tratar de desarrollar la velocidad".
Su entrenador es Luis Morán, quien en su etapa de atleta de alto rendimiento, dominaba la distancia como deportista regular. De ahí nació su invitación para que Irene escoja esta prueba para hacerlo en su frame running.
"Como no existe otro atleta que tenga un triciclo, me toca correr sola. Será una carrera contra mí misma".
Irene Valarezo, atleta
Como activista de personas con algún tipo de discapacidad, su proyecto deportivo incluye la difusión del deporte y lograr que más chicos y chicas se unan a los entrenamientos.
"He recibido el llamado de muchos padres de familia y chicos que quieren iniciar sus entrenamientos, pero les hace falta el triciclo".
Valarezo, que nació hace 31 años en Santo Domingo, y que trabaja en el Fondo de la Población de las Naciones Unidas, donde es consultora en temas de discapacidad, busca alianzas estratégicas con marcas para fabricar este tipo de triciclos en Ecuador.
"Cuando me llaman por teléfono, les digo que lo importante es dar el primer paso, cambiar la estructura médica que lleva a la familia a la sobreprotección. Para ser un deportista se requiere un compromiso total, constancia. No es solamente venir a la pista y entrenar un par de días, es un proceso a largo plazo, que implica sacrificios".
Irene también dice que existe miedo e incertidumbre porque se trata de un deporte nuevo, "que recién está empezando, y que no saben si les servirá o no en su vida. Yo digo que primero está el hecho de lanzarse, de tomar la riendas de su propia vida y hacerlo".
Un claro ejemplo de dar ese primer paso es ella. Por decisión propia dejó su casa familiar en Santo Domingo de los Tsáchilas, vive en Quito y es autosuficiente. Trabaja, estudia una maestría a distancia, y va a la pista a entrenarse.
Con caminar pausado -por un grado de parálisis menor en el lado derecho-, saca su triciclo, se cambia y se entrena a veces con su técnico, a veces sin él. Cumple su tabla de repeticiones porque para Irene, cada día es dar un paso hacia sus sueños.
"En un año quiero ir a Dinamarca para alcanzar mi clasificación funcional, para luego si poder alcanzar marcas. En dos años quiero clasificar al Mundial".
La clasificación funcional es el carné internacional donde se especifica su grado de discapacidad y en qué categoría podría competir. Para ello debe pasar por una evaluación con médicos certificados.
Luego sí, integrarse a las competencias internacionales, porque, en el país, no tiene con quien competir.
"Competir en los torneos internacionales es la motivación que tenemos para estar en el alto rendimiento, pero llegar hasta allá tiene un proceso. Ganar una medalla es lo que estamos buscando".
Muchas veces el entrenamiento se torna en doloroso, pero ha aprendido a vivir con él. "En especial el de la espalda".
Por ello, Valarezo debe hacer sesiones para fortalecer la zona lumbar, y también en sus piernas y en las pantorrillas, porque son las zonas donde se impulsa para caminar y avanzar en la pista.
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