Glenda Morejón renueva su sueño olímpico y ya piensa en París 2024

La marchista imbabureña cambió de equipo pero no de sueños. Glenda Morejón, de 21 años, debutó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 + 1 en agosto pasado.

Retornó a casa con una espina clavada, pues tuvo que retirarse en la mitad de la prueba de los 20 kilómetros.

Sintió frustración por todo el trabajo realizado y por las expectativas que se habían despertado: era cuarta en el ranking mundial y tenía una de las mejores marcas técnicas de la temporada.

Atleta y entrenador tuvieron una conversación preliminar y se fijaron tres días para reflexionar sobre el nuevo proyecto.

Luego de ese plazo se comprometieron a trabajar para llegar en las mejores condiciones posibles a París 2024.

El entrenador Julio Chuqui estuvo en Tokio con los otros atletas a los que dirige: el marchista Daniel Pintado, campeón panamericano en los 20 kilómetros; Paola Pérez, novena en los Olímpicos; y la maratonista Paola Bonilla.

"Me quedé en Japón 15 días porque también clasificamos a Darwin Castro para los Juegos Paralímpicos. Hubo tiempo para diseñar un plan con objetivos a corto, mediano y largo plazo para Glenda", relata Julio Chuqui, de 51 años.

Chuqui es licenciado en Cultura Física y máster en Entrenamiento Deportivo, además de docente universitario.

Luego se reunieron en Cuenca, ciudad donde Glenda Morejón entrenó los dos últimos años. Dejó Ibarra, donde comenzó su carrera como atleta de alto rendimiento, para hacer frente a la preparación olímpica.

Técnica y físicamente, Glenda es una atleta superdotada. Debe superar algunos miedos que no le permiten rendir a plenitud. Está trabajando con un psicólogo.

Julio Chuqui, entrenador.

Otro acuerdo al que llegaron atleta y entrenador fue el de alternar la sede de los entrenamientos.

Glenda Morejón se entrenará en Ibarra bajo la dirección de un monitor que entregará información a diario de su rendimiento, tiempos y mediciones de lactato.

También evaluará el cumplimiento de kilómetros caminados, según el cronograma, las pausas y las mediciones de las frecuencias cardíacas.

Julio Chuqui quiere tener información de todos los aspectos del rendimiento de la atleta.

"Nosotros miramos al deportista como un ser bio-psico-social, con todas sus implicaciones. En el caso de Glenda debemos incorporar el aspecto religioso. Ella es muy creyente, un ser espiritual".

Cuando se aproxime una competencia, Glenda irá a Cuenca para la parte final de su preparación.

"A Glenda le cuesta estar mucho tiempo alejada de su familia", dice el entrenador.

Ese sistema de entrenamiento no deslinda otras responsabilidades como la de cuidar su peso, comer bien y descansar lo necesario. Ser una atleta 24/7. Las 24 horas del día y los siete días de la semana.

"Glenda es muy creyente, es un ser espiritual".

Julio Chuqui.

El primer trimestre de trabajo de Glenda Morejón con el entrenador Julio Chuqui ha sido bastante bueno.

En octubre, la marchista ecuatoriana alcanzó la medalla de oro en el Campeonato Sudamericano Sub 23, con un registro de 1 hora, 32 minutos y 01 segundos (01:32.01).

"Nos impusimos metas medibles y cuantificables. Ese tiempo estaba en nuestra proyección luego de seis semanas de entrenamiento", dice Chuqui.

En diciembre de 2021, la marchista se llevó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de la Juventud en Cali.

Y este sábado 8 de enero de 2022 se impuso en el Campeonato Nacional de Marcha, que se desarrolló en Machala. La atleta registró un tiempo de una hora y 33 minutos para quedarse con el primer lugar.

La preparación de Morejón continuará para los dos macro eventos de 2022: el Mundial de Marcha en Omán que se realizará el 4 y 5 de marzo; y el Mundial de Atletismo, fijado para julio en Estados Unidos.

En el camino a los dos objetivos del año habrá otros eventos para Glenda, como los Grand Prix de Rio Maior, en Portugal, y el de La Coruña, en España. También los Juegos Bolivarianos en junio, en el primer escalón del ciclo olímpico.

Glenda quiere levantarse con más fuerza porque para ella el sueño de la medalla olímpica continúa más vivo que nunca.