Glenda Morejón termina el año con dos medallas y ya sueña con París
La ibarreña culminó la temporada subiéndose al podio dos veces en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile. Después de unas semanas de descanso, la marchista pondrá toda su atención en los Juegos Olímpicos.
Glenda Morejón, luego de su participación en Juegos Panamericanos, el 4 de noviembre de 2023.
Comité Olímpico Ecuatoriano
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No había otra manera de cerrar este año. Tenía que ser cruzando la meta primera, subiéndose al puesto más alto del podio y escuchando el himno nacional.
Así fue la última presentación de Glenda Morejón en 2023, consagrándose como la primera campeona de la historia de la marcha por relevos, junto a Daniel Pintado.
En una emocionante ceremonia de premiación, el encargado de colgarles esa preciada medalla de oro fue Jefferson Pérez. Como si de una metáfora se tratase, el campeón olímpico le entregaba la posta a la siguiente generación.
Así cerró Glenda una inolvidable participación en los Juegos Panamericanos, marcada por dos preseas, una peleada y agridulce, y la otra imponente y merecida.
Medalla de plata en adversas condiciones
Luego de varias jornadas con una mezcla de calor y frío, la lluvia se hizo presente por primera vez en los Juegos Panamericanos el domingo 29 de octubre, justamente en el debut de Glenda Morejón.
Eran las siete de la mañana, pero parecía de noche. El cielo estaba completamente cubierto de las nubes más oscuras. La lluvia no paraba y era acompañada por el viento. Poco público se animó a venir a esa fría madrugada en el Parque O'Higgins, en Santiago.
Un simple mortal, como cualquiera de los asistentes que estuvo en esa pista, usaría doble chompa, bufanda, guantes, gorra y un paraguas. Pero los atletas son superhéroes y Glenda tomo la partida con su uniforme de siempre, con el vientre y las piernas completamente descubiertas.
Desde la partida, la ecuatoriana dejó en claro que era una de las candidatas y que el título se definiría entre ella y la peruana y campeona del mundo Kimberly García.
Su contrincante se adelantó y comenzó a sacar ventaja, casi medio minuto. Parecía que, en apenas las primeras vueltas, el oro se iba para Perú. Pero Glenda era paciente. Junto a su entrenador Julio Chuqui habían diseñado una estrategia.
Llegó la mitad de la prueba y la ibarreña empezó a descontar segundos, unos dos o tres por vuelta. Pero, para desconcierto de ella, las vueltas pasaban más rápido de lo normal. La tricolor tenía un tiempo en su mente, pero su reloj decía completamente lo contrario.
Afuera de la pista, los entrenadores y periodistas también se extrañaban, los tiempos eran mucho menores a los acostumbrados, algo raro estaba pasando.
Momentos después de terminada la competencia, la sospecha se convirtió en realidad. El circuito había sido mal medido y las marchistas recorrieron aproximadamente 17,5 kilómetros, en lugar de los 20 kilómetros establecidos.
Un error sin precedentes, que negó la oportunidad para que otras atletas busquen su clasificación a Juegos Olímpicos y que no permitió que Glenda ejecute la estrategia pensada.
Kimberly García fue inalcanzable y se quedó con el oro, mientras que Glenda se llevó la plata. Una medalla más a su palmarés, pero que le dejó un sabor agridulce.
"Mi estrategia no era dejar que se aleje tanto, pero el circuito no estaba bien medido y tengo la seguridad que en 20 kilómetros si hubiera podido alcanzarla. Sin embargo, estoy contenta con esta medalla", dijo a PRIMICIAS luego de la carrera.
Los relevos mixtos, la revancha
Glenda Morejón tuvo una semana para prepararse para su segundo reto en estos Panamericanos: la maratón por relevos mixtos, junto a Daniel Pintado.
Una prueba inédita, se la disputaba por primera vez en la historia. Se trata de una carrera de 42 kilómetros, en la cual ambos marchistas disputan dos tramos de 10,5 kilómetros cada uno, alternándose entre ellos.
Esta jornada olía a revancha para Glenda, quien buscaba esta vez subirse a la cima del podio, y para Daniel, quien tuvo que retirarse la semana pasada por problemas gastrointestinales.
El cuencano arrancó la prueba y se mantuvo a la cabeza junto a los atletas de Brasil y Perú, los principales contrincantes del equipo tricolor.
El ecuatoriano llegó junto al brasileño Caio Bonfim al primer relevo y le entregó la posta a Glenda. Fue el momento de brillar de la ibarreña, que desde la primera vuelta sacó diferencias con sus rivales.
Imparable, una de las mejores presentaciones de su carrera, y nuevamente ante condiciones adversas. La semana pasada era el frío y la lluvia, esta vez era un sol incandescente.
"Tal vez fue un mejor clima para los espectadores, pero créeme que los marchistas preferimos el frío a este calor", comentó Jefferson Pérez, quien acudió a ver a sus compatriotas.
Glenda sacó un minuto y medio de diferencia y entregó la posta a Daniel. El cuencano nuevamente cumplió, mantuvo esta ventaja y dejó que la ibarreña remate la prueba.
Sin dificultades, la marchista se mantuvo en solitario durante el resto de este tramo y llegó victoriosa a la meta, donde alzó la cinta de llegada ante la algarabía de todos los ecuatorianos presentes.
"Esta medalla significa mucho esfuerzo, sacrificio, perseverancia y constancia, no ha sido fácil llegar a donde estoy. Le dedico este triunfo a mis padres, sin ellos no estaría aquí", dijo emocionada.
La ceremonia de premiación fue muy especial para los dos marchistas ecuatorianos. Jefferson Pérez, quien fue un referente para los dos, quien abrió las puertas para la marcha y los sueños olímpicos en nuestro país, les colgó las medallas de oro.
Y mientras Glenda y Daniel observaban sus preseas, los hinchas tricolores, con banderas y camisetas amarillas, gritaban "¡Sí se pudo, sí se pudo!", y corearon con orgullo nuestro himno nacional.
A descansar y pensar en París
Se acabó una histórica temporada para Glenda Morejón. La ibarreña se coronó bicampeona nacional, obtuvo su clasificación a Juegos Olímpicos y culminó sexta en el Mundial de Atletismo, su mejor ubicación histórica en este evento.
"Ha sido un año lleno de muchas alegrías, muchas lágrimas también, he pasado por procesos difíciles de entender en mi vida, pero Dios me ha dado la sabiduría y voluntad".
Glenda califica a esta temporada como "excelente" y ahora se tomará un descanso, antes de iniciar la temporada 2024, con el objetivo principal de ganar el oroe en los Juegos Olímpicos.
La marchista tiene sed de revancha. Hace dos años, en Tokio 2021, la atleta tuvo que dejar la prueba a mitad del recorrido por problemas estomacales. Ahora, en París, quiere demostrar que puede pelear por una medalla.
Por el momento, la ibarreña tiene planificado competir el próximo año en el Nacional de Marcha y en el Mundial de Marcha, que será en Turquía. Luego, todo el enfoque será en los Juegos Olímpicos.
Glenda Morejón, la marchista que se hizo conocida por competir con unos zapatitos rotos, ahora es una de las atletas más importantes del continente y llegará a París como una de las favoritas, con la ambición de subirse al podio más importante de su vida.
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