Fernando Carrión: "A Liga le faltan jugadores que sean referentes"
Fernando Carrión es arquitecto y urbanista. Doctor en Ciencias Sociales, pero por encima de todo es hincha de Liga Deportiva Universitaria de Quito. Es ‘albo’ por herencia, por afición de su padre y su abuelo al equipo de ajedrez de la 'U'.
Fernando Carrión sonríe durante una entrevista en Quito, en febrero de 2022.
Armando Prado
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Es ‘albo’ por herencia, por la afición de su papá y de su abuelo al equipo de ajedrez de la Liga Deportiva Universitaria.
"Siempre jugué de '8'. Antes se mencionaba el número y uno ya sabía la posición en la cancha. Era volante interior", dice Carrión, quien vistió la casaca de Liga mientras estudiaba arquitectura en la Universidad Central.
Como sociólogo y futbolero, pues Fernando Carrión no podía dejar de hacer varias reflexiones sobre la hinchada de Liga y su evolución.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano decía que el amor del hincha es lo más puro que le queda a este fútbol tan resultadista.
El amor del hincha ha cambiado. Las barras bravas han modificado la esencia del fútbol, pero sin duda la identidad que nos produce la camiseta de un club sigue siendo lo más interesante del fútbol. Al hincha, lo único que le interesa es ganar.
¿La hinchada de Liga ha cambiado desde su nacimiento?
Mucho porque formaba parte de la estructura de la Universidad Central. El origen del club es institucional. Si hacemos una comparación con los clubes argentinos, ellos tienen un origen barrial y la hinchada es barrial.
En el caso de la Liga, fueron los profesores y los estudiantes de Medicina los que fundaron el equipo. Cuando el club se separa de la universidad, pasa a construir otro imaginario en la hinchada.
Con los éxitos deportivos de los años 70 y los 2000, la hinchada empieza a evolucionar, inclusive en los cánticos.
Me acuerdo que para apoyar a la Liga había un tipo de aplauso que hoy ya no existe. El cántico de L-I-G-A, que fue traído por un chileno, va perdiendo peso. Hoy el hincha canta, y ese canto tiene expresiones distintas.
Es decir, ¿ha habido una evolución?
En la evolución del comportamiento de la hinchada hay que tomar en cuenta lo que ha sucedido con los otros equipos también.
Aucas ya no es el equipo contradictor de la Liga, porque la pérdida de capacidad de conseguir títulos ha hecho que su hinchada se aleje. Deportivo Quito está en segunda categoría y El Nacional en la Serie B.
Mientras que en Guayaquil están Barcelona y Emelec y esa interacción hace que las hinchadas evolucionen.
¿En las décadas de los 70 y 80 ser hincha de Liga daba estatus?
Por el peso de la Universidad, por el color de la camiseta, por los jugadores. Después de esas décadas, Liga empieza a perder jugadores de origen quiteño. Hoy, no queda ninguno.
Antes de los años 90, la mayoría de los jugadores de Liga eran profesionales, de clase media. Futbolistas que habían estudiado en la Universidad Central, como Eduardo Zambrano, Ramiro Tobar, Tito Larrea, todos arquitectos.
Frente a las hinchadas de Deportivo Quito, del Aucas y El Nacional, pues Liga fue identificada con las élites.
Como Quito es una ciudad altamente fragmentada, entre norte y sur, el norte digamos que aristocrático le correspondía a Liga, pero esa división se rompe con los triunfos internacionales y con un jugador referente, que es Franklin Salas. Fue un jugador que se introdujo en el sur por su discurso, por su condición, por su forma de ser.
Quito es una ciudad fragmentada, entre norte y sur, el norte digamos que aristocrático le correspondía a Liga, pero esa división se rompió con los triunfos internacionales.
¿Ganar cuatro títulos continentales hacen de Liga un equipo más nacional?
Los primeros títulos de Liga fueron de la Universidad Central y de Quito. Después, con los títulos nacionales de los 60 y 70, la hinchada se vuelve más regional.
Y empieza a tener buena presencia hasta en Carchi, por el norte, y Azuay, por el sur. Pero son los títulos internacionales los que lo convierten en un club nacional.
Con la presencia de José Francisco Cevallos, que fue arquero e ídolo en Barcelona, Liga logró el título de la Copa Libertadores, eso hizo que pudiera entrar en Guayaquil, una ciudad en la que la hegemonía es de Barcelona y de Emelec.
Los jugadores referentes como Salas y Cevallos son capaces de cambiar a las hinchadas y de generar ciertas adiciones que no eran posibles.
¿Una década después de esas victorias internacionales qué pasa con la hinchada?
En general, las hinchadas son del éxito. El fútbol cada vez es más del éxito. Si un equipo empieza a perder también pierde a su hinchada.
En los últimos años, Liga ha sido un equipo de campeonatos nacionales, probablemente eso ha hecho que sostenga su base de apoyo nacional.
Si un equipo empieza a perder también pierde a su hinchada.
¿Y en Quito, Liga es el equipo con más hinchada?
En los últimos años, la distribución de la ciudad cambió. Por ejemplo, los sectores populares estaban solo en el sur, hoy existen barrios periféricos en el norte, eso ha hecho que haya una situación más difusa.
Aucas, independientemente que su estadio se ubique en el sur, no ha logrado consolidar su hinchada. Sus seguidores son gente adulta mientras que muchos de sus hijos son hinchas de Liga.
En las encuestas, primero está Liga como el equipo con mayor respaldo, segundo nadie y tercero aparece Barcelona.
¿Qué tan importante es contar con jugadores referentes para los hinchas?
Es un problema muy grande y aquí pongo un ejemplo. En el caso del Barcelona de España, se fue Lionel Messi y automáticamente el club pierde la membresía de los hinchas.
El marketing de hoy en el fútbol ecuatoriano está interesado en captar recursos y no en contar con jugadores de referencia como antes teníamos en Liga: Polo Carrera, Carlos Berrueta, Mario Zambrano o los jugadores de 2008 y 2010, como Ulises de la Cruz o Damián Manso.
En la pasada Noche Blanca, el más aplaudido fue Manso que ya no es jugador, sino parte del cuerpo técnico.
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