El estadio Banco Pichincha vivirá su tercera final de Libertadores
El 29 de octubre de 2022, en el estadio Banco Pichincha, se coronará al próximo campeón de la Copa Libertadores.
Imagen panorámica del estadio Banco Pichincha, donde se jugará la final de la Copa Libertadores, el 29 de octubre de 2022.
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Flamengo y Athletico Paranaense disputarán la Final Única de la Libertadores, que será transmitida a 193 países. Guayaquil, Salinas y otras ciudades costaneras se alistan para recibir a más de 20.000 hinchas, especialmente brasileños.
Mientras los preparativos continúan, recordamos las dos finales que protagonizó Barcelona, el primer club ecuatoriano en dar ese salto a la consagración.
La final de 1990
Esa noche no hubo olor a caramelo, sí a gloria. El estadio Banco Pichincha estuvo a tope. De fiesta. De color amarillo esperanza.
La gran final de la Copa Libertadores de 1990 se definía en un espectacular escenario: Barcelona recibió a Olimpia de Paraguay.
Barcelona era no solo de Guayaquil. Era Barcelona de Ecuador porque por vez primera un club del país accedía a disputar el trofeo más importante del continente.
Ese 10 de octubre de 1990, Guayaquil amaneció de fiesta. Gente que iba y venía por las calles, luciendo la camiseta amarilla del 'ídolo' del Astillero.
Cuatro horas antes del partido, en el estadio Banco Pichincha ya había algarabía y júbilo. El reporte de asistencia fue de 70.000 personas y una recaudación de 219.646.000 de sucres.
Barcelona se encaminó a la final después de superar la fase de grupos, donde se enfrentó a los bolivianos Oriente Petrolero y The Strongest; y se clasificó a la segunda ronda con Emelec.
Eliminó a Progreso de Uruguay antes de chocar de nuevo con Emelec en cuartos de final. En semifinales se encontró con River Plate de Argentina, al que también eliminó con fantásticas actuaciones del arquero Carlos Luis Morales.
La final de la Libertadores fue complicada para el conjunto porteño. En Asunción, Olimpia ganó 2-0, resultado que presionaba a Barcelona para la final de vuelta.
El equipo 'torero' entró con fuerza mental y física. A los 9 minutos, ya pisó el área rival y Manuel Uquillas anotó un gol que fue anulado por posición adelantada, según el árbitro argentino Juan Carlos Loustau.
El delantero Luis Alberto Acosta no pudo anotar desde el punto penal. Éver Hugo Almeida –actual entrenador de El Nacional- atajó el remate, aunque para ello se salió unos dos metros de su portería. En aquella época no había VAR.
Barcelona abrió el marcador tras una jugada de David Bravo y el remate de lujo del argentino Marcelo Trobbiani, en el minuto 61.
Olimpia, dirigido por el entrenador Luis Cubilla, jamás se refugió en su área y contó con jugadores ofensivos como Raúl Vicente Amarilla, quien anotó el gol del empate a los 81’.
Barcelona insistió, pero el gol no llegó. En el minuto 90, muchas lágrimas aparecieron. Trobbiani fue uno de los más afectados. Con lágrimas en su rostro recibió la medalla de plata.
El entrenador Miguel Ángel Brindisi aplaudió el despliegue de sus jugadores. A algunos los levantó del suelo. “Exhibieron en la cancha el prestigio del fútbol ecuatoriano”.
Ese partido lo jugaron: Carlos Luis Morales; Jimmy Izquierdo, Freddy Bravo, Wilson Macías, Julio Guzmán; Mario Saralegui, David Bravo, Marcelo Trobbiani, Carlos Muñoz; Manuel Uquillas y Luis Alberto Acosta.
Alternaron con el equipo, durante la Copa: Rolando Guerrero, Teodoro Jauch, Hans Maldonado, Jimmy Jiménez y Johnny Proaño.
La final de 1998
La soñada Copa Libertadores retornó al estadio Banco Pichincha el 26 de agosto de 1998. La ciudad volvió pintarse de amarillo y esta vez hubo fiesta y júbilo. Éxtasis total.
El trajinar desde la primera final y el prestigio alcanzado en ese periodo, permitían al hincha de Barcelona soñar con el título.
El conjunto torero tenía a tres delanteros con el gol en sus venas: Agustín Delgado, Nicolás Asencio y el colombiano Anthony De Ávila.
Sus anotaciones fueron fundamentales para llegar a la final. En la primera fase compartió grupo con Deportivo Quito; Deportivo Cali y Atlético Bucaramanga, de Colombia.
En octavos de final, Barcelona eliminó a Colo-Colo de Chile. Y en cuartos de final a Bolívar de Bolivia.
El club paraguayo Cerro Porteño fue su rival en semifinales, al que lo dejó en el camino con un gol de Washington Aires.
En la final de la Copa Libertadores, Barcelona se midió con Vasco de Gama de Brasil, que ganó en casa 2-0 con anotaciones de Donizete y Luizao.
La gran final tuvo como escenario el coloso del Salado. Esa noche, el estadio Banco Pichincha se llenó a reventar. Hubo música, pirotecnia y papel picado.
Pero la alegría duró poco. A los 24 minutos marcó Luizao y a los 45’, Donizete, en la portería de José Francisco Cevallos.
En el segundo tiempo, el 'pipa' De Ávila, anotó el gol torero a los 71’. Barcelona no pudo volver a convertir. La opción de lograr el título se desvaneció.
El entrenador Rubén Darío Insúa conformó el equipo titular con: José Francisco Cevallos, Raúl Noriega, Jimmy Montanero, Hólger Quiñónez; Luis Gómez, Héctor Carabalí; Marcelo Morales, Fricson George; Nicolás Asencio; Anthony De Ávila y Agustín Delgado.
En el grupo de jugadores alternaron Segundo Montaño, Luis Capurro, Julio César Rosero, Carlos Yánez y Washington Aires.
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