Diego López: "Barcelona es más grande de lo que uno se imagina"
El entrenador uruguayo llegó a Guayaquil en julio pasado para intentar que Barcelona vuelva al camino del triunfo. Casi tres meses después, el 'Ídolo del Astillero' es el puntero del campeonato nacional.
Diego López, técnico de Barcelona SC, en la cancha del estadio Banco Pichincha.
Israel Mora / PRIMICIAS
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Diego López fue presentado en Barcelona SC el 12 de julio de 2023, en medio de una crisis de resultados. El equipo había sido eliminado de la Copa Libertadores, quedó fuera de los playoffs de la Copa Sudamericana tras ser goleado por Estudiantes (4-0) y en el torneo nacional acumulaba tres derrotas en los últimos cuatro partidos.
Su tarea no era sencilla, pero trabajar de la mano de Segundo Castillo, quien hasta entonces había sido técnico interino, le facilitó el proceso de adaptación. Ahora, tras ocho jornadas, el Barcelona SC que dirige se mantiene invicto y ocupa el primer lugar de la tabla de posiciones de la segunda etapa del campeonato.
Con un poco más de calma, el entrenador de 49 años se sienta en el filo de la cancha del estadio Banco Pichincha para contarle a PRIMICIAS cómo es su relación con el 'Mortero', su paso por el Cagliari italiano y el arrepentimiento que le quedó de su etapa como futbolista.
¿Con qué se encontró cuando llegó a Barcelona SC?
Fue algo lindo. Cuando me hablaron del Barcelona sabía que era un equipo grande, pero en el momento que llegué, encontré de verdad un equipo grande. Me gustó mucho lo que vi, una institución organizada. Uno sabe que es un grande de Sudamérica, pero cuando lo vives día a día te das cuenta que es más de lo que uno se puede imaginar.
¿Cómo es su relación con Segundo Castillo?
No una amistad porque eso se hace en años, pero sí tenemos una muy buena comunicación al vivir el día a día con él. No creo que sea solo de parte mía, sino del profe Michele Fini (asistente). Fue la persona en la que nos apoyamos más porque él conoce el plantel, conoce a los jugadores, conoce el día a día de lo que es este equipo. Es una persona honesta, sincera, que nos está ayudando en todo momento.
Hace parte del cuerpo técnico con la total confianza nuestra, estamos trabajando con él y estamos contentos. Hay que darle las gracias por la forma en la que nos interiorizó de todo. Estamos muy agradecidos y seguimos compartiendo el día a día, que eso es lo bonito, conocer esta clase de personas.
¿Ha encontrado alguna similitud entre el Cagliari y Barcelona?
Es bastante distinto, desde el ambiente, hasta lo que es el equipo. Si bien el Cagliari ganó un scudetto (título), es un equipo que tiene una realidad distinta, aspira estar siempre en mitad de tabla. Este año volvió a la Serie A, entonces los objetivos son distintos.
En Barcelona la exigencia es máxima, sabes que domingo tras domingo tienes que salir a ganar. Con el Cagliari vas a jugar contra el Inter y no tienes la obligación de ganar. Sin embargo, acá juegas contra un equipo grande y tienes que ganar. Esa es la gran diferencia. Después, en el día a día en el trabajo, en Barcelona tienes todo.
El equipo sufrió la falta de efectividad de sus delanteros durante la primera etapa. ¿Considera que esa situación ha mejorado?
Sí, lo hemos visto con el cuerpo técnico y creemos que, de la forma en la que jugamos en todos lados, hemos mejorado a los atacantes. No solo el nueve tiene que hacer los goles, sino que los extremos tienen que colaborar.
Por ejemplo, en un partido jugamos con dos nueves. Después cambiamos, hemos jugado con un mediapunta que puede ser ‘El Loco’ (Gabriel Cortez) o el ‘Kitu’ (Damián Díaz). Son jugadores que tienen gol, entonces pueden ayudar y no dejar solo al nueve que sea el que tenga que llevar la bandera del gol. Tenemos que jugar más para ellos, los extremos, los mediocampistas y de esa forma vamos a arropar al nueve.
¿Qué necesitan juveniles como Acurio, Obando y Gallardo para abrirse camino en el primer equipo de Barcelona SC?
Son jugadores que nosotros estamos viendo continuamente. Ellos tienen que saber que tienen que dar el máximo en la Sub 19. Están entrenando día a día con nosotros, ellos tienen claro que tienen que aumentar la intensidad, tienen que ir viendo cómo se comporta un jugador profesional. Eso es un paso importante en su carrera para después hacer su propia historia.
Para mí van por el buen camino, que entrenen con nosotros al ritmo nuestro y después cuando van a jugar ellos tienen una gran responsabilidad de hacer la diferencia en su categoría. Creo que ese es el camino. Y es importante también que los jugadores grandes ayuden con palabras y con el ejemplo. Ellos saben lo que es ponerse esta camiseta y es importante que lo transmitan a los más jóvenes.
¿Se arrepiente de algo en la vida?
Como futbolista, sí. Por ejemplo, hice una elección que uno muchas veces queda prisionero. No pude jugar en Peñarol, el equipo del que fui hincha desde chiquito. Tuve la suerte de dirigirlo y salir campeón que fue algo lindo, pero me quedó eso de no haber empujado más para jugar ahí. Al menos unos seis meses y ponerme la camiseta que hubiese sido algo para coronar mi carrera como futbolista. Después, en la vida no. La vida está bien así.
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