Un muñequito y un audio llevaron a Daniel Pintado al oro panamericano
El marchista cuencano no tenía ganas de competir en los relevos mixtos, se sentía desmotivado. Sin embargo, el apoyo de su familia lo llevó a consagrarse campeón en los Juegos Panamericanos.
Daniel Pintado sostiene el muñequito de su hijo y la medalla de oro de los Juegos Panamericanos, el 4 de noviembre de 2023.
Comité Olímpico Ecuatoriano
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Santiago de Chile.- Daniel Pintado no se cansa de repetirlo, en cada entrevista, en cada publicación, en cada video. El deportista ecuatoriano tiene dos inspiraciones que lo han llevado a triunfar en su carrera: el 'Nico' y la 'Montse', sus dos hijos.
El primero, Nicolás, de nueve años, lo ha motivado desde que llegó al mundo. En el ciclo olímpico hacia Río 2016, el ecuatoriano pensó en retirarse porque no tenía apoyo financiero, pero el nacimiento de su hijo fue el impulso para seguir.
El pequeño ha heredado la pasión por la marcha y entrena junto a su padre. Además, ya disputa sus primeras competencias.
"Siempre he querido que mi familia haga deporte. Me motivo con las cosas que hace el 'Nico' y lo que él me entrega, yo se lo devuelvo con triunfos", dice Daniel en una entrevista con PRIMICIAS.
Y este mismo sentimiento lo comparte con su hija Montserrat, de tres años, quien también poco a poco se integra al deporte. Ella está empezando a entender que su papá es un atleta de élite y que necesita de su apoyo.
Estas dos inspiraciones fueron fundamentales en los Juegos Panamericanos, para que el cuencano salga de su peor momento y se vuelva a subir al podio más importante del continente.
Su momento más bajo
El domingo 29 de octubre era el debut de Daniel Pintado en los Juegos Panamericanos de Santiago, en la prueba de 20 kilómetros individual.
El ecuatoriano partía como el máximo favorito, ya que había ganado esta prueba en la última edición, en Lima 2019. La atención de los rivales y del público estaba sobre él, en su esfuerzo por defender el título.
El cuencano partió bien y se ubicaba en el primer grupo, junto a su compatriota David Hurtado. Sin embargo, mientras pasaban las vueltas, no pudo aguantar el ritmo y empezó a perder segundos.
A siete kilómetros de la meta, Daniel paró completamente, ubicó la salida y se retiró, ante la sorpresa de todos los presentes.
Momentos después, el azuayo retornó, con decepción en su cara. Vio a los periodistas en la zona mixta y se acercó. "Mil disculpas", dijo, "fue un problema gastrointestinal".
No dio más declaraciones, pero en la tarde publicó en su cuenta de Instagram: "Inicié una prueba donde tenía mucha ilusión, en los primeros kilómetros sentí un dolor abdominal bastante fuerte y un cansancio total del cuerpo".
"Mi sistema digestivo no estaba actuando con normalidad, no asimilaba los electrolitos, ni los carbohidratos y repentinamente me quedé sin energía. Siento tristeza por todo el trabajo que realiza mi equipo".
Una mañana que podía ser histórica para el ecuatoriano terminó de la peor manera. La decepción nubló por completo la mente del deportista, pero en una semana tenía que volver, para competir en los relevos mixtos. ¿Cómo recuperarse de este episodio?
El muñequito y el audio
"No estaba con ganas de hacer la posta", confiesa Daniel Pintado. Estaba en su punto más bajo, no creía que era capaz de volver a rendir y tampoco quería sentir que defraudó nuevamente a su país.
Pero entre las pertenencias que había llevado a Santiago, se encontraba un elemento especial. Algo que para cualquiera pasaría desapercibido, pero que para el atleta significó un mundo.
Era un juguete, un muñequito de 'Sonic', el personaje de los videojuegos. "Cuando venía para acá, el 'Nico' me dijo "no vas a tener mi presencia allá, pero quisiera que te lleves el muñeco, para que me sientas cerca".
Esta fue su primera motivación. Y momentos después llegó la segunda. Daniel le había dicho a su familia que no iba a competir en los relevos, pero le llegó un audio de la 'Montse'.
"Ella tiene tres añitos, no habla clarito, pero me dijo "quiero la medalla". No me quedó de otra, tenía que levantar la cabeza, salir a entrenar y trabajar por mis hijos, son la fortaleza que tengo".
Ese muñequito y ese audio lo transformaron, de un hombre caído, a un atleta imparable. Daniel Pintado y Glenda Morejón se impusieron ampliamente en los relevos mixtos y se consagraron campeones.
"Ha sido la mejor temporada de mi carrera", dijo emocionado al final. "Este año he ganado una medalla mundial, puse la marca para Juegos Olímpicos y ahora este oro en Juegos Panamericanos".
Al llegar a Cuenca, Daniel cumplió con su promesa y le entregó la medalla a su hija. "Inmediatamente, me la pidió", publicó en una historia en Instagram.
Ahora, Daniel Pintado mira con ilusión hacia París 2024. Si pudo recuperarse de este mal momento, cualquier hazaña es posible. El cuencano quiere subirse al podio olímpico y darle una nueva alegría a sus dos motivaciones, al 'Nico' y a la 'Montse'.
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