El ciclismo lleva más de 100 años como una pasión en Ecuador
Se ha convertido en uno de los deportes más importantes del país. Cada vez existen más corredores nacionales triunfando en el mundo y también crece la cantidad de aficionados. La pasión empezó hace más de un siglo.
Desde los primeros años del siglo XX, la bicicleta se convirtió en un medio de transporte en Quito y Guayaquil.
Archivo Histórico del Banco Central del Ecuador
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Ecuador está celebrando el bicentenario de la Batalla de Pichincha. Pero en 1922, cuando se cumplían los 100 años, el país festejó con bicicletas en las calles.
“Resultaba muy caro comprar un automóvil Buick de cuatro puertas (1.575 sucres) o uno de seis o de siete (2.200 sucres). Yo ganaba 30 sucres al mes”, describía José Luis ‘Ñato’ Recalde en su libro ‘La bicicleta y yo’.
En aquella época existía solo un local de bicicletas en Quito. Y en el año del centenario de la Batalla de Pichincha se abrió un segundo local de alquiler en el sector de La Alameda, junto al edificio de la Cruz Roja en el centro de Quito.
Los jóvenes que amaban el ciclismo aplaudieron ese hecho, pues por dos años pasaron sin crédito ni credibilidad con el dueño del primer local.
El ‘Ñato’ Recalde madrugaba para alquilar bicicletas de la marca Pantera, de origen francés. Pedaleba por la calle Guayaquil –hoy Avenida 10 de Agosto- desde La Alameda hasta El Ejido.
Pero hubo una travesura que molestó a Don Aníbal Portilla, dueño del primer almacén de bicicletas.
Junto con su amigo Humberto Proaño decidieron alquilar cada uno una bicicleta “y nos hicimos humo”.
Los jóvenes querían ir hasta el Parque La Carolina, a las afueras de Quito, por esas fechas, y mirar la llegada del primer avión piloteado por Elia Liut.
“Apareció el pequeño Telegrafo I en las alturas, en medio de la conmoción general. Nos aproximamos tanto como fue posible, pero temíamos que en medio de la muchedumbre sucediera algo con las máquinas de don Aníbal”.
José Luis Recalde, exciclista
Regresaron a devolver las bicicletas donde Don Aníbal Portilla, que les dijo: “nunca más les alquilo una bicicleta”.
José Luis ‘Ñato’ Recalde fue el primer campeón ecuatoriano de la competencia de ciclismo de ruta de los I Juegos Nacionales en Riobamba en 1926.
Fue una carrera de 50 kilómetros que la ganó con su bicicleta Raleigh que le costó 300 sucres.
Su padre, que no estaba de acuerdo con su pasión por ser ciclista, no le acompañó hasta la capital de Chimborazo, así que viajo en el desaparecido tren.
Ese día, en el que se coronó campeón, le ofrecieron que el velódromo que se construiría en Quito llevaría su nombre. Claro que sucedió, pero 60 años después.
Alquilar una bici por 20 centavos de sucre
En Carchi, las historias en bicicleta se multiplican. El Doctor Nelson Polivio Dávila, quien fue presidente de la Federación Ecuatoriana de Ciclismo y uno de los dirigentes más recordados por todos los corredores, tiene varias anécdotas de su pasión por el ciclismo.
En 1941 aprendió a manejar bicicleta junto con sus amigos del barrio. En las intersecciones de las calles Bolívar y Boyacá, en el centro de Tulcán, don Justo Freire abrió un local de alquiler de estas preciadas máquinas.
“Alquilábamos en 20 centavos de sucre por hora. Descendíamos por la Boyacá a gran velocidad. Los frenos funcionaban pedaleando en reversa, por lo que en varias ocasiones fue un inconveniente porque volábamos por los cielos, cuando frenábamos con fuerza”, detalla en su libro ‘Mi pasión por el ciclismo’.
En otro párrafo de su relato, cuenta que con sus compañeros del colegio Nacional Bolívar se reunían a planificar sus aventuras deportivas fuera de la ciudad.
“Corríamos en pequeñas competencias como la doble carrera a Rumichaca –el puente limítrofe con Colombia- por la vieja carretera”.
Nelson Polibio Dávila, exciclista y dirigente
Entre esos amigos estaban Manuel Antonio Arellano, el ‘Ñato’ Antonio Andrade, Fabián Cevallos, Alfredo Mantilla.
En los años 80 y 90, Don Nelson Polivio Dávila lideró una generación importante del ciclismo ecuatoriano donde destacaron Pedro Rodríguez, Juan Carlos Rosero, Héctor Chiles, Darwin Chulde, Segundo ‘Nicolo’ Cárdenas y muchos otros.
El primer club de ciclismo
Como la mayoría de los deportes en Ecuador, el ciclismo se introdujo a través de Guayaquil, por su actividad portuaria.
Según los historiadores del deporte nacional, ecuatorianos que vivían y estudiaban en el extranjero retornaban al país conociendo y practicando deportes como el tenis, fútbol y también el ciclismo.
Con el inicio del siglo XX llegaron a Guayaquil las primeras bicicletas. En 1903 se fundó el primer club, denominado Club Ciclista del Ecuador.
Esas bicicletas tenían ruedas de caucho macizo que no necesitaban aire, los asientos eran de tamaños desproporcionados y excesivamente pesados.
Francisco Morales Guillén, pionero del ciclismo azuayo, escribió que las primeras bicicletas llegaron a Cuenca en 1914 y dos años más tarde se realizó la carrera de ruta entre Cuenca y Biblián, sobre un trayecto de 38 kilómetros.
La competencia sobre carreteras de piedra significó un enorme desgaste físico de los ciclistas y el maltrato de las bicicletas.
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