Arón Rodríguez, el volante de la gambeta perfecta
El regate es la mejor forma de definirlo: encarador, hábil para los duelos uno a uno y atrevido para superar rivales.
Aarón Rodríguez en un entrenamiento de la Universidad Católica, en marzo de 2023.
Armando Prado
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Arón Rodríguez, el volante ofensivo de Universidad Católica, mantiene la esencia del fútbol que encanta a la retina. Tiene 23 años y esta es la segunda temporada en el equipo 'camaratta', después de jugar por dos años en Macará.
En el fútbol de primera división su historia es muy corta, recién tiene cuatro años, porque el fútbol era para compartirlo con los amigos del barrio.
"Jugaba en el Parque de la 12, que estaba a la vuelta de mi casa. Iba todas las tardes, no hacía tareas y regresaba a las 11 o 12 de la noche a la casa, pasaba jugando 'play' y fútbol", recuerda el oriundo de Balzar, en el Guayas.
Al regresar a casa tenía problemas con sus padres. "Me ganaba una paliza", reconoce, pero al siguiente día, lo volvía a hacer.
Cuando cumplió 16 años tomó al fútbol como una profesión. Formó parte de un equipo de Segunda Categoría en El Empalme. Por sus condiciones y habilidades con el balón, en 2018 fue contratado por Deportivo Quevedo, equipo con el que disputó nueve partidos y marcó 13 goles.
Al año siguiente pasó a Macará, donde debutó en primera división. En 2020 y 2021 jugó 26 partidos. "Compartí camerino con Kenner Arce, Michael Estrada, Janner Corozo, Moisés Corozo y Javier Burrai".
Estrada es parte de la Selección que jugó el Mundial de Qatar y ahora juega en el fútbol mexicano. Janner Corozo llegó este año a Barcelona, equipo donde el arquero Burrai se convirtió en ídolo.
Arón está por ese camino de hacer historia en el fútbol nacional. Las cifras de su rendimiento llaman la atención de clubes del país y del exterior.
El año pasado llegó al 87% de precisión en los pases; el 65% de pases fueron buenos y alcanzó el 76,2% de efectividad en los pases en el área rival.
En el 58% de regates superó a sus rivales mientras que en el 53% de remates puso en riesgo a la portería rival.
"Manejar los dos perfiles es complicado. Me gusta ir por la izquierda, engancho y remato", dice al pedirle que defina cómo es su juego.
Por esa banda se junta muy bien con el delantero panameño Ismael Díaz, para fabricar goles de gran factura.
Con esa fórmula de carrera, gambeta y gol le encajó anotaciones a Aucas, en dos ocasiones, a Gualaceo y Técnico Universitario.
Los que más recuerda son los que le marcó al conjunto oriental. "Enganché y rematé. La pelota ingresó por el ángulo superior". Golazo, de esos que levantan a los hinchas de sus asientos.
La Selección: un sueño
Arón Rodríguez creció en el fútbol admirando el temple y estilo de Antonio Valencia. Lo veía cuando jugaba en la Selección y el Manchester United de la Premier League.
Se quedó con la costumbre de mirar a los 'Diablos Rojos' y hoy le sigue la pista al inglés Marcus Rashford, un delantero que deleita por su velocidad al momento de armar jugadas ofensivas y un remate al andar con sorpresa para el rival.
En enero de 2022 vivió una de las experiencias más importantes en su carrera. Recibió la convocatoria de parte del exseleccionador Gustavo Alfaro para conformar el equipo nacional para los partidos contra Brasil y Perú por las Eliminatorias al Mundial de Qatar.
"Nunca pasé por ninguna selección nacional juvenil, ni asistí a ningún microciclo, llegué directo a la Selección Mayor".
Arón Rodríguez, jugador de Universidad Católica
La emoción de la convocatoria en principio se convirtió en susto, pues la Federación había enviado una buseta hasta Ambato para llevarlo a Quito a la Casa de la Selección, pero Arón se había ido a Balzar a pasar el fin de semana con su familia.
"Me tocó viajar por mi cuenta y llegué al día siguiente". Pero lo demás fue un sueño dice, porque durante el partido siguió desde la banca de suplentes a varios de los jugadores brasileños a los que solo había visto por televisión.
"En ese partido tapó el arquero Alisson Becker, estaban Casemiro y Dani Alves en la cancha. Fue algo impresionante".
Luego viajó a Lima para el partido contra Perú y si bien no sumó minutos en cancha ni fue llamado a una siguiente convocatoria, esa experiencia le dejó sembrado el reto de volver a ser considerado para una Selección.
Por lo pronto, este año quiere conquistar con Universidad Católica el título nacional que le hace falta al club. Un triunfo de esa jerarquía le permitiría salir al fútbol del exterior.
Mientras ese objetivo se cristaliza, cada mañana se motiva recordando el versículo de la biblia que Kenner Arce le dio a leer un día: Josué 1:9, “esfuérzate y sé valiente”, es la frase con la que se identifica.
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