Anderson Ordóñez quiso ser policía pero le ganó el fútbol
El fútbol no fue su primera opción. Anderson Ordóñez quería ser policía, pero un compañero de escuela lo llevó a las formativas de Barcelona. En la temporada 2022 juega para Universidad Católica.
Anderson Ordóñez, en el complejo deportivo de la Universidad Católica, en la Armenia.
Armando Prado
Autor:
Actualizada:
Compartir:
“De niño jugaba en mi barrio, la Isla Trinitaria al sur de Guayaquil. Lo hacíamos con mi primo, la ‘Tuka’ Ordóñez”, relata Anderson Ordóñez, el espigado zaguero de Universidad Católica, club al que agradece por brindarle una oportunidad.
Su paso por Liga de Quito durante tres años no fue el mejor, por una serie de lesiones. Este año ha jugado 24 partidos, cuatro más de los 18 que sumó en 2018 con los 'albos'.
“Con mi familia estamos felices porque volví a tener protagonismo”, detalla Ordóñez, quien además jugó este año tres partidos de la Copa Libertadores.
Encontró en Universidad Católica a un grupo de jugadores que le brindó su amistad y a un entrenador que le brindó toda su confianza.
“Es un equipo que me abrió las puertas y me aceptó como un miembro más de la familia. Estoy muy agradecido por ello”.
Anderson Ordóñez, jugador de U. Católica.
En reciprocidad dice que ha brindado trabajo, perseverancia y lucha. “En la cancha se ve reflejado el entrenamiento y el cuidado que tenemos”.
Es un defensa central con mucho oficio. Gracias a sus 1,86 metros de estatura, es eficaz en el juego aéreo y en el fútbol a ras de piso, está presto para interceptar o neutralizar los pases entre líneas del equipo rival.
Su estatura también le ha permitido anotar goles. En Universidad Católica ya suma dos tantos esta temporada.
A su singular estilo de juego suma su predisposición para aprender. En Barcelona en 2016 tuvo como compañero a Darío Aimar; en Liga de Quito recibió los consejos de Franklin Guerra.
En el conjunto católico su compañero es el colombiano Yúber Mosquera. “Nos comprendemos muy bien, es un jugador de mucha experiencia, trato de escucharlo siempre”.
No le gusta hablar mucho en la cancha, pero admite que, cuando hace falta, sí eleva la voz para poner orden en el equipo si algún compañero perdió el libreto.
A sus 28 años ya suma una década en el fútbol de primera división. Ha tenido que marcar a delanteros con mucha habilidad y potencia.
Nombra al uruguayo Jonathan Álvez (Barcelona y Liga) como uno de los delanteros más difíciles de marcar, así como a Francisco Fydriszewski (Aucas).
Pero sin duda, uno de los rivales complicados es Roberto ‘la Tuka’ Ordóñez, el delantero de Aucas y su primo, con quien jugaba de niño en las calles del barrio.
“Es un delantero que va más al juego físico, que complica por su estilo y carreras en diagonal”.
Por el fútbol han sido rivales en varias ocasiones, la última fue hace dos semanas. Han ganado y han perdido, pero lo importante es el cariño y respeto mutuo.
Los ídolos que le formaron en Barcelona
El objetivo de Anderson Ordóñez era ser policía. "Ese era mi anhelo, pero cuando ingresé al colegio me encontré con un compañero que jugaba fútbol. Él ya estaba entrenando en la divisiones formativas de Barcelona y me llevó para allá".
En el 'Ídolo' del Astillero tuvo como entrenadores a jugadores referentes del conjunto amarillo como Juan ‘Baby’ Madruñero, Flavio Perlaza y David Bravo. “Me encaminaron muy bien y gracias a ellos soy un jugador profesional”.
En Barcelona también pudo compartir entrenamiento con Iván Hurtado, el jugador que más admira. “En el Ecuador no he visto un defensa con su personalidad”.
En 2011, el DT Luis Zubeldía lo llamó al primer equipo, pero fue en 2013 cuando debutó en el fútbol profesional con el entrenador Gustavo Costas.
En 2015 tuvo una temporada en El Nacional para al año siguiente retornar a Barcelona y coronarse campeón.
De aquella temporada siempre recuerda el gol que marcó al Delfín en Manta. “Con ese triunfo 2-0 ganamos la primera etapa y al final del año, el título nacional”.
En 2017 tuvo un paso por el Eintracht Frankfurt de Alemania, donde no pudo consolidarse ya que luego de seis partidos se lesionó y perdió protagonismo.
Liga Deportiva Universitaria promovió su retorno a Ecuador, una propuesta que aceptó de inmediato por el prestigio del club 'albo'.
Formó parte de la plantilla de jugadores cuando el club ganó las dos ediciones de la Copa Ecuador en 2018 y 2019 y de la Supercopa Ecuador en 2020 y 2021.
Esos cuatro años no estuvieron llenos de fútbol y títulos. Al contrario, pasó entre algodones. En 2018 registró una fisura en un dedo del pie derecho.
En 2019, le aquejaron lesiones musculares. Para finales de 2020 se sometió a una operación de meniscos en la rodilla derecha. Según el registro de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, solo jugó cinco cotejos en cada temporada.
Este 2022 quiere ser campeón con la Universidad Católica. Dice que el plantel tiene esa convicción. En la primera etapa del campeonato se quedó en segundo lugar por un punto.
“Es un equipo soñador, sueña siempre con dar ese paso de calidad que requiere”, afirma el zaguero.
Compartir: