Anahí Ortiz, la ajedrecista más rápida de América

Anahí Ortiz demostró que es superrápida, pero nada furiosa. Muy concentrada, estratégica e intuitiva. Así ganó el Campeonato Continental de las Américas, en la modalidad blitz, que se desarrolló en Cuba.

El blitz es la modalidad más rápida del ajedrez. En estas partidas cada ajedrecista tiene 3 minutos y 2 segundos para realizar sus movimientos.

"Todo mi juego lo enfoqué en mi táctica y el cálculo. Como no hay tiempo para pensar en todas las posibilidades, como en el ajedrez clásico, se juega mucho por intuición", dice la campeona de las Américas.

Como es usual en ella, Anahí llegó al torneo de manera silenciosa. En la lista inicial de participación ocupaba el puesto 17. En los primeros lugares estaban las Grandes Maestras, a las que luego enfrentó y derrotó.

La ecuatoriana disputó nueve partidas, de las que ganó seis, en dos terminó empatadas y solo perdió una, ante la Maestra Internacional (MI) canadiense Svitlana Demchenko.

Derrotó en las dos primeras partidas a Sofía Gómez de México y Lourdes Vásquez de Panamá. Hizo tablas con la argentina Candela Francisco y Anni Guo de Perú.

En las cinco partidas finales se enfrentó con Grandes Maestras. Venció a las cubanas Oleiny Linares y Yuleisy Hernández; perdió con la canadiense Demchenko, y en las dos partidas finales, además de enfrentar a poderosas rivales, tuvo que domar al miedo.

"La peruana Deysi Cori ha sido tres veces campeona del mundo y en la final había que templar los nervios porque sabía que si ganaba, terminaría el torneo entre las primeras", apunta la Maestra Internacional Anahí Ortiz.

Le ganó a Cori, que finalmente se quedó con el segundo lugar del torneo. Y en la final derrotó a la mexicana Zenia Corrales.

"En la última partida había presión y nervios. Intenté no pensar en los factores externos y reflexioné sobre el entrenamiento de los meses previos. Me gusta disfrutar de mi deporte".

Anahí Ortiz, ajedrecista

Anahí Dice que el blitz es una modalidad que le agrada porque se siente menos estresada y más libre para aplicar varias estrategias.

"Afortunadamente, tengo muy bien desarrollados mi cálculo y mi intuición, eso me permite verlo todo rápido y en cuestión de segundos decidir. Para llegar a eso se requiere de mucho ejercicio de táctica".

Anahí Ortiz juega ajedrez desde que cumplió siete años. A los 12 años ya logró el título de Maestra FIDE (el título de menor grado que concede la Federación Internacional de Ajedrez). Y a los 15 se convirtió en Maestra Internacional.

Desde las categorías Sub 7 hasta la 20 ha logrado todos los títulos nacionales, sudamericanos e iberoamericanos.

La ajedrecista ecuatoriana, de 22 años, busca la tercera norma que le permita lograr el título de Gran Maestra.

Este verano irá a México para jugar Torneos Abiertos que le permitan sumar puntos para su ranking o tal vez encontrar ese requisito final de su trayectoria deportiva.

"Tengo un mes de vacaciones en la universidad y quiero jugar estos torneos que son de alto nivel por la presencia de Grandes Maestros".

"Gracias doctorita"

La celebración del título continental de ajedrez no duró mucho, pues tuvo que regresar de inmediato a Quito y concentrarse en sus estudios universitarios.

Debía buscar los apuntes de todas las materias de la última semana de clases del semestre, entregar deberes pendientes y alistar sus exámenes finales.

"Inicialmente, no iba a viajar, pero mis padres me motivaron y me pidieron que vaya al torneo. La Decana de la Facultad de Medicina, Ruth Jimbo, me permitió ausentarme por una semana".

Anahí estudia el séptimo semestre de la Facultad de Medicina en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. La tradición médica en la familia es amplia y ella misma está identificada con esta profesión.

"En la familia hay más de cinco médicos. Mi hermana es mi inspiración, es una profesional exitosa y me animó a seguir esta carrera que me llena porque se puede ayudar a la gente. Eso me hace feliz".

Anahí Ortiz, ajedrecista

Si bien su carrera deportiva ha servido de inspiración a muchos chicos y jóvenes, para Anahí lo más importante será salvar vidas.

"Creo que puedo aportar mucho más a las personas, especialmente a quienes no tienen recursos. Mis papás me hablan de servir a la gente y escuchar un 'gracias doctorita', será la mejor recompensa".

Y recuerda aún la frase que todos los días leía en los patios del colegio donde estudió, el Luis Gonzaga: Ser más para servir mejor. "Hoy entiendo mejor su mensaje".

Sus habilidades de intuición y cálculo las utiliza en la planificación de su día a día. Desde que se levanta planifica las horas de estudio, de tareas, de ajedrez, de jugar partidas en el internet, "así me mantengo en forma".