Diana Durango: clasificada a Tokio, pero sin entrenador presencial desde hace un año

Diana Durango y Marina Pérez (la otra integrante de la disciplina) entrenaron durante gran parte del ciclo olímpico junto al mexicano Hugo Hernández. Pero llegó la pandemia del Covid-19 y se alteraron los planes del equipo.

En mayo de 2020, Hernández abandonó su cargo y regresó a su país, debido a problemas económicos con la Federación Ecuatoriana de Tiro.

"No sé cuál fue el fin de todo lo que pasó. Desde ese momento empezamos a entrenar por nuestra cuenta, con la experiencia que hemos adquirido", explica Durango y agrega que se asesoran en páginas de Internet.

Según Diana Durango, tanto ella como Marina Pérez no recibieron el apoyo de la Federación. Además, enviaron una carta al Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) buscando una solución, pero tampoco tuvieron respuesta.

"Como deportistas clasificadas a los Juegos Olímpicos mandamos una carta formal para exigir que nos ayuden a encontrar alternativas. Pero no se ha hecho mucho. Necesitamos un entrenador presencial desde hace un año. Ahora que faltan menos de tres meses no tiene sentido", relata Durango.

De inmediato, la deportista se puso en contacto con David Neto De Oliveira, un entrenador brasileño con el que trabajó en otras ocasiones. Él fue contratado por el Ejército ecuatoriano, en convenio con el mismo organismo brasileño.

Durango y De Oliveira empezaron a trabajar en línea. La atleta asegura que desde el principio se sintió cómoda y con confianza. El entrenador enviaba las planificaciones para los entrenamientos y recibía fotos de los resultados.

Todo esto controlado por Jhonny Montenegro, quien es el entrenador del equipo de tiro de la Federación Deportiva Militar ecuatoriana.

A pesar de que no entrena "en las condiciones que quisiera", Durango cuenta con el soporte de las Fuerzas Armadas. La institución le brinda todas las facilidades para que use las instalaciones y desarrolle sus entrenamientos con normalidad.

Por ejemplo, las Fuerzas Armadas le ayuda con las municiones y una pistola. Durango entrena todos los días, alrededor de cinco horas, en la Escuela Militar Eloy Alfaro. Su entrenamiento se desarrolla primero en el gimnasio y después en el polígono.

Tokio, a la vuelta de la esquina

El equipo ecuatoriano de tiro viajará la primera semana de mayo a México para hacer un campamento. En principio, la idea de la Federación es que permanezcan durante dos meses en ese país.

A mediados de junio está prevista una competencia en Bakú (Azerbaiyán). Sin embargo, la presencia de la delegación tricolor todavía no está confirmada. En caso de asistir al evento, el equipo regresaría a Ecuador el 21 de junio y después de unos días partiría hacia Tokio.

En caso de no participar, el equipo permanecerá en México hasta la primera semana de julio, posteriormente regresará a Ecuador para afinar los últimos detalles y después sí viajará a Japón.

Durango y Pérez quieren asistir a Bakú para tener mayor roce internacional. Las deportistas no compitieron en 2020 y sienten la falta de actividad. La decisión la tomarán los entrenadores y los directivos, después de analizar si vale la pena viajar.

Vacunarse antes de los Juegos: una necesidad para los deportistas

Si bien la vacunación contra el Covid-19 no es un requisito para participar en los Juegos de Tokio, el Comité Olímpico Internacional (COI) recomienda a todas las federaciones que vacunen a sus deportistas. Delegaciones como la de Bélgica, España y México, entre otras, lo van a hacer.

Diana Durango cree que los deportistas ecuatorianos deben ir vacunados a Japón para evitar riesgos antes, durante y después de la competencia.

Asegura que no han tenido ninguna noticia con relación a eso por parte del COE. Pero en su caso en particular, ya está en la lista de espera por ser militar.

Marina Pérez, por ejemplo, se contagió de Covid-19 en abril de 2020 y, antes de viajar a Nueva Delhi para participar en la Copa del Mundo, volvió a dar positivo en una prueba. Por eso, para los deportistas también es una necesidad contar con la vacuna.

Así espera Diana Durango unos Juegos atípicos por la pandemia, pero que, de todas formas, serán especiales por el esfuerzo que significó para ella obtener la clasificación.

La quiteña espera ejecutar su mejor rendimiento y conseguir una medalla. Para eso, le acompaña un equipo de masajistas, fisioterapistas, entrenador y un psicólogo, con el que tiene sesiones tres veces por semana.

Diana Durango confesó que su meta para el futuro es clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024 y, posteriormente, ser entrenadora de pistola en su modalidad (25 metros), para lo cual está estudiando una maestría en entrenamiento deportivo en la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE).

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