Deportivo Cuenca se lleva la victoria ante Ñañas en la final de ida de la Superliga femenina
Partido entre Club Ñañas y Deportivo Cuenca en la final de ida de la Superliga femenina 2019.
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El primer tiempo del partido por el título de la Superliga femenina fue de ida y vuelta, pero terminó igualado sin goles.
Los goles del Deportivo Cuenca cayeron en el tiempo complementario. Lattanzio abrió el marcador a los 52 minutos y Riera amplió la ventaja a los 72.
El descuento para el equipo Ñañas lo marcó Kaira Housser, de penal, en los minutos finales.
Ñañas intentó igualar el marcador, pero la seguridad de la portera cuencana Andrea Morán evitó la igualdad.
A los 34 minutos se sancionó un penal a favor de la visita, luego de una falta de Pineda sobre Riera, la goleadora del Cuenca.
Madelin Riera, la número 11 del Cuenca, ya tiene en sus registros 42 goles en todo el campeonato y es una de las principales figuras de la Superliga.
La jugadora está a punto de igualar a Jaime Iván Kaviedes, que con 43 anotaciones en el torneo de 1998, mantiene el récord en el fútbol ecuatoriano.
Por otra parte, tanto las jugadoras Córdoba de Ñañas y Morán de Deportivo Cuenca mostraron seguridad bajo los tres postes durante los primeros 90 minutos.
La final de vuelta de la Súperliga Femenina será el próximo sábado 28, en el Estadio Alejandro Serrano Aguilar de Cuenca, con horario aún por definir. Ese día se conocerá al equipo campeón del fútbol femenino.
La afición
Hombres, mujeres y niños, la gran mayoría en familia disfrutaron del compromiso en la Casa de la Selección, complejo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), en Quito.
Los aficionados llenaron la única tribuna que existe en la cancha principal.
Disturbios
Al cierre del compromiso jugadoras de Ñañas y Deportivo Cuenca fueron protagonistas de insultos y disturbios. La juez central, María Cornejo, decidió expulsar a la arquera de las locales y a la número 8 de las morlacas.
Luego del descuento de Ñañas decenas de aficionados corrieron hacia las afueras de la Casa de la Selección, porque un operativo de la AMT (Agencia Metropolitana de Tránsito) estaba removiendo los autos mal estacionados.
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