Cumbre Alta, el club que cambia vidas a través del deporte
El equipo, que está peleando el cuadrangular de ascenso a la Segunda Categoría, es parte de una fundación latinoamericana con varios ejes sociales que ayuda a adolescentes embarazadas, niños de escasos recursos y extranjeros sin hogar.
Jugadores de Cumbre Alta, antes del partido ante Oro y Grana, en Quito, el 13 de noviembre de 2021.
Israel Mora
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La Casa Deportiva Cumbre Alta fue fundada en 2010 con el objetivo de alcanzar el más alto nivel deportivo, pero, al mismo tiempo, formar jóvenes con valores de solidaridad, trabajo en equipo y responsabilidad.
El objetivo del club es crear equipos de fútbol para hombres y mujeres de todas las edades y provenientes de los sectores más necesitados del país, llegando a monitorear a más de 850 jugadores cada año.
Su equipo masculino ya ha conseguido resultados importantes, como el título del Torneo Amateur de Pichincha de 2019, derrotando en la final al Deportivo Quito. Actualmente, los 'Búhos' se encuentra en el cuadrangular final de ascenso a la Segunda Categoría.
Por su parte, el equipo de mujeres no se queda atrás y también busca clasificar a la primera división. En este 2021, las chicas llegaron al hexagonal final de Pichincha en la Liga Nacional Femenina.
Una labor más allá de lo deportivo
"Para nosotros el deporte es la manera con la que podemos empezar a relacionarnos con las personas. Es un convivir diario junto a ellos, mientras se desarrollan como seres humanos", expresa Nathan Taube, fundador de Cumbre Alta, en una entrevista con PRIMICIAS.
El estadounidense-argentino es, además, el máximo responsable del equipo masculino y su director técnico. Él lleva mas de 6 años entrenando a los jugadores y su objetivo es desarrollarlos en el ámbito competitivo y en el personal.
"Intentamos suplir las necesidades que ellos tienen. Recibimos a gente que viene de diversas situaciones de vida, entonces nos adaptamos y queremos caminar al lado de ellos en lo que necesiten".
Los jugadores del equipo han formado una familia, que se apoya tanto dentro como fuera de las canchas. "En este deporte crecemos a partir del compañerismo, del apoyo, de darnos la mano de persona a persona, cuando más la precisamos", expresa Juan Carlos Rosero, futbolista del club.
Su compañero, Alejandro Vaca, afirma que Cumbre Alta es un club único. "El mensaje es que somos un equipo diferente y creo que lo demostramos. No solo nos preocupamos por el partido, sino por cada una de las actividades y el bienestar de los chicos y de los profesores".
El club, además, ha sido exitoso en su labores formativas, donde reciben a todo niño o niña que quiera desarrollarse en el deporte. "El trabajo en las formativas es muy bueno, parte del equipo viene desde las categorías inferiores y eso nos ha fortalecido. Desde pequeños, los chicos saben la cultura del club y las estrategias que queremos aquí", agrega Vaca.
Las formativas reciben a niños desde los seis años y entrenan los lunes, martes y jueves en las tardes en las canchas de la Academia Alianza, en Quito. "El que quiera, puede venir, acercarse y trabajar junto a los profes", dice Taube.
Una fundación con muchos ejes sociales
Cumbre Alta es el eje deportivo de Inca Link, una organización latinoamericana que ha llegado al Ecuador para ayudar a los más necesitados. Además del club de fútbol, la fundación cuenta con varios proyectos a nivel nacional.
Uno de ellos es la Casa Elizabeth, en Quito, donde acogen a adolescentes embarazadas. Las chicas pueden quedarse a vivir y recibir atención antes y después del parto. Además, reciben cursos que las preparan para la maternidad.
Otro proyecto es Portoviejo 7.8, una guardería en la capital manabita que educa a los niños afectados por el terremoto en 2016. Los chicos, cuyas familias viven en el relleno sanitario de la ciudad, realizan artesanías, se alimentan y practican deportes.
Inca Link también recibe a extranjeros sin hogar en su Quinta Casa Blanca, realiza expediciones a la Amazonía y regala canastas de víveres a familias necesitadas, a cambio de botellas plásticas para reciclar.
Por su parte, la meta de Cumbre Alta es alcanzar la gloria deportiva, sin dejar a un lado la ayuda social. "A la larga, la idea es ser lo más competitivo posible, ser un equipo grande, establecido en el Ecuador, mientras ayudamos a todos los que están en nuestra esfera de influencia", concluye Taube.
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