Las calificaciones de los jugadores de Ecuador tras vencer a la versión B de Honduras

Engañado totalmente en el tiro penal. Si alguien le decía que el rival era IDV y no Honduras, a lo mejor se esmeraba un poco más. Mostró reflejos para evitar un gol al minuto 55. A pesar de su abulia, será titular en la Copa América.

En esta ocasión, logró hacer relevos con Yeboah, con lo que al parecer se resuelve el tema de la dupla por la derecha. Su desborde causó el gol del triunfo. Pero sufre muchísimo en el retroceso, como si una carga extra le pesara demasiado. Y no, no es el cabello.

Sinónimo de seguridad en el fondo, fue el baluarte de la defensa. Lamentablemente, no aportó mayormente con su buen cabeceo en la ofensiva.

Aportó salida por el centro y en algunas jugadas resolvió con clase, incluso dentro del área de Dida. Logró entenderse con Torres y se ha atornillado en el puesto.

No es carrilero ni lateral izquierdo, ya lo sabemos, pero eso no es excusa para la falta penal que provocó el empate 1-1. ¡Lo peor es que el balón estaba por salir del campo de juego!, pero tuvo la extraña tentación de cometer la infracción. Qué pena, porque en el aspecto ofensivo no estuvo mal e incluso mostró un gran control de pelota al llegar hasta la raya. De hecho, anotó el gol del triunfo.

Recuperó la pelota y se la dio como regalo de cumpleaños a Sarmiento para el gol de apertura. "Happy Birthday for you!". Pero, minutos después, dejó que el balón rebote para que Hincapié se sorprenda, se atufe y cometa una falta penal. Fue de más a menos y lució desconcertado.

Jugó detrás de Moisés e intentó ser un buen socio en lo defensivo, aunque se notó que los hondureños tenían más físico.

Aporta con velocidad y traslado, pero el problema es que es más veloz que el resto: a veces sus compañeros estaban una fracción tarde para llegar a sus pases.

Muy verde para este partido. Sin chispa ni brillo en casi todo el compromiso, recordaba a esos niños que deambulan en una fiesta de adultos y terminan dormidos en una silla. En una jugada del segundo tiempo estuvo cerca de anotar, pero quizás era mejor regresar la pelota a Enner. En el tramo final, hizo el pase para el gol del triunfo y recuperó una parte de eso que se llama felicidad.

Para festejar sus 22 años, anotó tras una magistral definición... ¡y de primera! Movedizo y encarador, no siempre decidió con acierto, pero fue uno de los motores del equipo y le dio densidad al ataque por la izquierda.

Más llamativo fue su look de fósforo que su juego.

Esta vez envió al campo de juego a los elementos que (se supone) mejor interpretan sus ideas. Al principio, Ecuador fue protagonista y parecía lucir superior. Sin embargo, con el pasar de los minutos, pasó lo de siempre: el equipo se diluyó cuando no tenía la pelota. Fue notable la falta de intensidad cuando no se controlaba la posesión, problema de hace rato que no se ha resuelto. Honduras B fue un rival físicamente aplicado que complicó la generación de juego vertical. En el minuto 76, el DT hizo tres cambios y Ecuador recuperó el control de la pelota.

Estas camisetas alternas sí están muy bonitas.