Claudio Villanueva, la historia de perseverancia que conmovió al Ecuador

Claudio Villanueva escribió una nueva página del olimpismo ecuatoriano en Tokio 2021. Tal vez no ganó una medalla ni recibió un diploma, es más, fue el último en terminar su prueba. Sin embargo, su ejemplo de coraje y perseverancia quedará en la eternidad.

Con problemas físicos desde el comienzo de los 50 kilómetros, Villanueva quedó relegado del resto de atletas. Mientras sus compatriotas Andrés Chocho y Jonathan Amores continuaron con el resto del pelotón, el azuayo estuvo decidido a terminar la carrera a su propio ritmo.

A las tres horas y 50 minutos terminó la prueba el polaco Dawid Tomala, el primero en cruzar la meta. Una hora y tres minutos después, Villanueva culminó los 50 kilómetros, bajo los aplausos de los voluntarios japoneses en Tokio y las miradas atentas de los espectadores en Ecuador, que esperaron y apoyaron hasta que el marchista terminara con su hazaña.

10 atletas se retiraron de la prueba y dos fueron descalificados. Villanueva no fue uno de ellos y se ubicó finalmente en el puesto 47. "¡Gracias Claudio, tu tenacidad nos orgullece!", publicó el Ministerio del Deporte en su cuenta de Twitter.

Una dedicatoria especial

A la llegada, Claudio Villanueva dedicó su carrera a Luis Chocho, el entrenador que lo formó en su carrera como marchista pero que, lamentablemente, falleció en febrero de 2021 a causa del Covid-19.

“Hoy fue un día duro, competir con una sola pierna, se hizo complicado avanzar a la velocidad de los demás ya que soñaba en alto. Venía con buena marca, soñaba con una medalla y darle un homenaje a Luchito (Chocho). Quedé en último lugar, pero a mí me sirve de mucho ya que me levantaré más fuerte para el próximo año”, expresó en declaraciones al Comité Olímpico Ecuatoriano.

Villanueva también recordó a su familia, sobre todo a su padre, que desapareció en 2017. "Lo dedico a mi padre que me decía, lo que empieces lo tienes que terminar. Me motivó mi madre, que vendía frutas en el mercado para sacarme adelante, y mi esposa, que cuidó a mis niños. Desde arriba desde el cielo, mi entrenador Luis Chocho me enseñó que nunca hay que rendirse", agregó Villanueva.

Finalmente, el marchista dedicó la experiencia a sus dos hijos, Joaquín y Santiago, este último sufre de una parálisis cerebral, y a todos los ecuatorianos que lo apoyaron.

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