'Chucho' Benítez: 10 años de una muerte que lloró todo el país
"Ha muerto Christian 'Chucho' Benítez", fue la frase que más se escuchó el lunes 29 de julio de 2013. El exdelantero ecuatoriano había perdido la vida en Qatar.
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En los noticieros, en las radios, en las redes sociales y en las calles, todos hablaban de la muerte del 'Chucho' Benítez. El 29 de julio de 2013 se anunció el repentino fallecimiento del delantero ecuatoriano en Qatar. Nadie lo podía creer. Nadie sabía qué le pasó.
El futbolista estaba en su mejor momento a nivel profesional. Había salido campeón con el América de México en el torneo Clausura 2013 y su fichaje por El Jaish de Qatar costó USD 15 millones. Nada podía salir mal.
Pero murió un día después de su debut con el conjunto de medio oriente. Christian 'Chucho' Benítez tuvo dolores abdominales antes de su deceso. El jugador fue llevado a un hospital en Doha.
Los médicos pensaron que era apendicitis. Ni el futbolista ni los médicos pudieron comunicarse porque no hablaban el mismo idioma. Todo se complicó y murió al otro lado del mundo. La causa: un paro cardíaco, a raíz de un problema congénito.
Sus restos fueron repatriados y su cuerpo fue velado en el Coliseo Rumiñahui, de Quito. Familia, amigos, exjugadores y miles de hinchas le dieron el último adiós.
Fueron dos días de dolor y llanto. Los hinchas del fútbol hicieron largas filas para poder despedir al goleador de la Selección.
Sus restos fueron enterrados en el Camposanto Monteolivo. Su ataúd lo cargaron sus amigos de la vida: Antonio Valencia, Carlos Tenorio, Geovanny Ibarra. También estuvieron su padre, Ermen Benítez y su suegro, Cléber Chalá.
Diez años más tarde, su tumba tiene unas cuantas flores alrededor y una camiseta del América de México. A un lado, uniformes de la Selección, de El Nacional y una pancarta llena de polvo. Llena de olvido.
El fútbol ecuatoriano vive ya una década sin uno de los jugadores que pudo haber roto el récord de goles en la Tri, que tenía un gran potencial para ser vendido a otros grandes clubes y una vida por delante. Pero se fue sin aviso.
El país entero lloró la muerte de uno de los mejores delanteros de nuestra historia. Pero sobre todo, la muerte de un amigo entrañable, un padre de familia, un hijo, un compañero.
El sepelio fue multitudinario. Miles de aficionados llegaron a Monteolivo para despedir al querido 'Chucho'. Un país lloró su partida y una década después, aún lo recordamos.
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