El Chelsea perdió por goleada y Moisés Caicedo dio una asistencia
Los 'blues' sufrieron un nuevo revés tras caer derrotado 2-4 ante el Wolverhampton. El jugador ecuatoriano, Moisés Caicedo dio la asistencia del primer gol del Chelsea.
Jugadores del Wolverhampton celebrando su gol, 4 de febrero de 2024.
AFP
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"Vas a ser despedido por la mañana", coreó una parte de los fanáticos del Chelsea, cansados de recibir goles tras los cuatro que encajó la pasada jornada frente al Liverpool.
Y es que, otra vez, los de Pochettino volvieron a firmar un partido irregular y nada apacible. El Chelsea sigue perdido en la búsqueda de una regularidad invisible desde que comenzó el curso.
Los 'blues' se adelantaron en el marcador a los 20 minutos en uno de los pocos instantes en los que Enzo Fernández pudo agarrar el balón, pensar y dar una vuelta a una jugada.
El ecuatoriano, Moisés Caicedo, dio la asistencia para el único gol del partido. Con un gran pase de Caicedo al área para que Palmer abra el marcador.
El Chelsea consiguió un premio que no duró ni tres minutos. El 'Niño Moi' se durmió en el centro del campo y se dejó robar la cartera por Joe Gomes, que como un cuchillo lanzó a sus compañeros hacia el empate.
Fue Cunha quien culminó la jugada con un disparo que rebotó en Thiago Silva para firmar un tanto que casi se repitió al borde del descanso.
En el peor momento posible, justo antes de que los jugadores se marcharan hacia los vestuarios, el Wolverhampton celebró el segundo. Ait-Nouri puso un centro y Disasi le atribuyó un gol en propia puerta.
El Wolverhampton hizo que los contragolpes sean un martirio para el equipo de Pochettino. Y, en uno de ellos, a falta de media hora para el final, Cunha , tras una gran jugada de Pedro Neto por la banda derecha en la que retrató la poca velocidad de Thiago, marcó el 1-3.
El tanto del delantero brasileño no dio por concluido el partido. Aún quedaba tiempo, el Chelsea no era capaz de nada y el Wolverhampton se aprovechó de la situación.
Fue de nuevo Cunha quien apareció para provocar un penalti de Gusto que transformó él mismo para cerrar su triplete.
El postrero tanto de cabeza de Thiago Silva fue un espejismo y el 2-4 final retrató la mala situación que atraviesa el Chelsea con su entrenador cada vez más cuestionado.
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