Las calificaciones de los jugadores de Liga de Quito tras caer en el Maracaná

Otra vez, sus manos y sus reflejos félidos fueron determinantes para que Liga se retirara al término del primer tiempo con el empate sin goles. Impidió goles a Martinelli (minuto 11 ) y a Cano (minutos 33 y 40). Lamentablemente, no pudo evitar los goles en el segundo tiempo, pero era mucho pedirle que hiciera más milagros, como en la Sudamericana. Dida es un hombre, no un santo.

'Choclo' en modo 'Choclo', para bien y para mal. Sufrió en algunos tramos en que parecía estar muy incómodo con los pases largos del rival. Un mal despeje suyo casi se convierte en un pase gol para los del Flu en el primer tiempo. En la segunda parte, perdió la marca y Arias marcó el gol de apertura. Esta vez, no bastó con su habitual vehemencia.

¿Cuántas piernas tiene este haitiano? Parecía un cefalópodo, quitando pelotas y estorbando a los rivales. Fue un buen partido individual, aunque el resultado colectivo no fue el esperado.

No le pesó absolutamente nada la responsabilidad. Eficiente por arriba, tuvo un par de cortocircuitos por abajo. Comenzó a fallar por el asedio de Fluminense, pero al menos demostró que está consolidado y puede llegar a la Tricolor.

Desbordado constantemente en el primer tiempo, su camiseta tenía más sudor que la de cualquier otro jugador.

Su desempeño en la franja derecha provocó que el rival luciera algo pobre en la elaboración de juego y debiera recurrir a los pelotazos. Luego se desdibujó y cometió la falta penal que liquidó a Liga. El cansancio -y la pésima estrategia del DT- fue el culpable.

Interesante partido en lo personal, al mostrarse posicionado y salvando a la defensa cuando el Flu apretaba. Gracias a su labor, Valverde y Piovi pudieron intentar algo de juego ofensivo. Pero al final terminó caminando, exhausto y sin brújula. 

Tras un correcto primer tiempo, comenzó la segunda parte como si estuviera montado en un Ferrari. Pero Liga volvió a renunciar al ataque y Piovi debió defender más que atacar. Y lo perdimos.

Muy lento y desafortunado en los pases, parecía ese pariente que tienes en tu equipo de Solteros contra Casados que solo está para el bulto.

Las peleó todas, pero en el primer tiempo sus compañeros jugaron un poco lejos del venezolano.

Gran desgaste en el primer tiempo porque debió ayudar en tareas defensivas. Su sacrificada tarea no sirvió al final.

Era demasiado arriesgado apostar por la ultradefensa para que el cotejo terminara en empate 0-0. Con todo, parecía que Liga sí lograría que Fluminense fracasaría en un juego de pelotazos y que la ruta del gol estaba clasurada para los tricolores.  Fue una ilusión. En realidad, Fluminense siempre tuvo la pelota y los albos nunca patearon al arco rival; eso es indigno de una final. Los cambios fueron decisivos. Liga falló totalmente en los relevos, mientras que el Flu lució mucho mejor, y eso que ya jugaba con 10. Douglas Costa le cambió la cara al partido y Liga se hundió en el Maracaná.