Blanca Quiñónez, la basquetbolista de Milagro que juega en Italia

Blanca Quiñónez se ha convertido en la revelación del básquet ecuatoriano. La guayasense ha tenido un rápido ascenso en su carrera y, con apenas 16 años, ya se codea con las mejores jugadoras de su categoría a nivel mundial.

A su corta edad, la nacida en Milagro ya tiene tres años de experiencia jugando en el exterior, y ocho más destacándose en el deporte.

El básquet ha sido la vida para esta joven deportista, que ya ha atraído la atención de la NBA y que sueña con jugar en las grandes ligas.

Es, además, una orgullosa seleccionada del Ecuador y se ha destacado a nivel continental representando al país.

Un gran talento desde muy pequeña

Cinco años tenía Blanquita cuando se inició en el básquet. Fue en un curso vacacional de la liga de Milagro junto a su mellizo y su hermano mayor.

"Durante mis primeros partidos siempre me ponían al último, a defender dentro del área porque era la más alta, me quedada completamente parada", recuerda en una charla con PRIMICIAS.

Sin embargo, conforme fue aprendiendo sobre la técnica y los fundamentos, la joven deportista fue destacándose y se mostró como una de las más hábiles de su provincia.

A sus 11 años disputó los Juegos Nacionales Sub 15 y se destacó como la mejor deportista del torneo, lo que le valió su primera convocatoria a la selección ecuatoriana.

En 2018 compitió en el Sudamericano de la categoría en Chile y llevó a Ecuador a ubicarse en el segundo puesto, lo que aseguró su cupo en el Premundial.

En dicho torneo, disputado en 2019, la selección Tricolor solo alcanzó el quinto lugar, pero la guayasense volvió a brillar y atrajo la atención de equipos en el extranjero.

Finalmente fue el club italiano La Molisana Magnolia el que consiguió convencerla, y con 13 años la ecuatoriana partió rumbo al viejo continente.

Un duro comienzo en Itala

Blanquita describe a esos primeros días lejos de su familia como "el momento más duro de su carrera".

Fue una etapa muy complicada emocionalmente. Ella confiesa que se demoró hasta dos meses en acostumbrarse a su nuevo entorno y que apenas comía durante ese período.

A esto hay que añadirle que no jugó durante todo el primer año, ya que se encontraba en su etapa de formación.

El cambio de nivel de Ecuador a Italia también fue un desafío. "Entendí rápidamente que era una liga de alta intensidad. Además a mí me exigían mucho más, porque había un cupo limitado de extranjeras".

Y había un detalle más, tuvo inmediatamente que aprender el idioma porque debía ingresar al colegio, donde estuvo becada gracias a su equipo.

A pesar de todos estos desafíos a sus 13 años, Blanquita consiguió avanzar y comenzó a jugar, destacándose en numerosos compromisos.

El partido que más recuerda fue el 25 de septiembre de 2021, en un encuentro de clasificación de la EuroCup. La ecuatoriana anotó 17 puntos y cuatro rebotes, y fue clave para la cerrada victoria de su equipo por 65-64 ante el español Durán Maquinaria.

Observada por la NBA

Blanquita es una jugadora observada a nivel mundial y ha llamado la atención de la NBA. La ecuatoriana ya ha vivido dos experiencias del programa Academy Games, que reúne a los mejores basquetbolistas juveniles a nivel mundial.

La primera fue en 2020, en México, donde fue elegida como la MVP de la edición. "Quiñónez tiene calidad para marcar, filtrar en el área, encestar, ayudar en defensa y salir rápido", expresó Jennifer Azzi, su instructora.

La milagreña repitió esta experiencia en julio de 2022, en Atlanta, Estados Unidos. "Fue muy bonito y compartí con grandes personas. Nos enseñaron nuevos movimientos y lecturas de juego".

A su retorno a Ecuador, Blanquita describe esta experiencia como "única" y cree que fue la oportunidad perfecta para mostrar de qué está hecha.

En agosto, la guayasense representó al país en el Sudamericano en San Luis, Argentina, donde la selección no logró pasar de la fase de grupos.

Después de esto, Blanca Quiñónez retornará a Italia para disputar su cuarto año en el Magnolia, el último de su contrato.

La joven basquetbolista aún tiene incertidumbre sobre su futuro, pero ya sabe cuál será su meta a largo plazo.

"Mi objetivo es claro: llegar a jugar en las grandes ligas. Pero hay que ir paso a paso, tengo que concentrarme, dar lo mejor de mí ahora que estoy en Italia e ir mejorando cada día", aspira la promesa del básquetbol nacional.

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