De Ecuador a Estados Unidos: becas deportivas para alcanzar nuevas oportunidades
Una opción para los jóvenes ecuatorianos que se destacan en alguna actividad deportiva es cursar estudios en el exterior. Existen universidades que subvencionan a los estudiantes por su rendimiento deportivo. ¿Cómo es su experiencia como atletas fuera del país?
La tenista ecuatoriana Elisa Dávalos estudia en Estados Unidos.
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En los últimos años, varios jóvenes han elegido la opción de combinar su pasión por el deporte con los estudios en el extranjero. Se trata de una alternativa para seguir vinculados a la actividad que les gusta, pero también de conseguir un título universitario.
Estos son seis casos de jóvenes que encontraron en universidades de Estados Unidos, la oportunidad de seguir brillando en el deporte:
- Joaquín Viteri, miembro del equipo de fútbol masculino en Judson University (Elgin, Illinois).
- Claudia Gallegos, juega para el equipo de fútbol femenino de Bellevue University (Bellevue, Nebraska).
- Mateo Flores, forma parte del equipo de tenis masculino en Northwestern College (Orange City, Iowa).
- Isabela Cuisana, miembro del equipo de golf femenino en Savannah College of Art and Design (Savannah, Georgia).
- Juan Manuel Paredes, juega para el equipo de fútbol masculino de Notre Dame College (Cleveland, Ohio)
- Elisa Dávalos, forma parte del equipo de tenis femenino en Providence College (Providence, Rhode Island).
Estos jóvenes atletas enfrentan desafíos y disfrutan de nuevas experiencias al estudiar y competir en Estados Unidos, donde el deporte universitario es altamente valorado y respaldado.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en 2022, el 1,9% de ecuatorianos que salieron del país lo hicieron por estudios.
En Ecuador, el deporte lleva a muchos jóvenes a estudiar en Estados Unidos gracias a becas deportivas. “Mi sueño siempre fue salir con la ayuda del fútbol”, cuenta Claudia Gallegos.
Estados Unidos es el destino preferido de los jóvenes atletas, ya que pueden estudiar mientras continúan la práctica de su deporte a nivel profesional.
Las becas ofrecidas cubren, en la mayoría de los casos, el 100% de los gastos académicos. Depende de la universidad y la beca acordada que también cubra los gastos de vivienda y de alimentación.
“Tengo muchas oportunidades estudiando acá afuera, la educación y el deporte son muy estructurados”, dice Elisa Dávalos.
Trayectoria nacional
Antes de salir del país, los jóvenes deportistas que buscan una beca deportiva en Estados Unidos ya tienen un recorrido largo y exitoso en el Ecuador.
Todos han practicado su deporte desde muy pequeños. “A los 13 entré a Club Ñañas, después fui seleccionada por Pichincha y jugué como capitana de la Sub 17 en la selección del Ecuador, cuando tenía 16 años”, explica Claudia Gallegos, al resumir su trayectoria.
“La competencia es bastante dura, pero entrenando se lograron buenos resultados, necesarios para venir a Estados Unidos”, explica el tenista Mateo Flores.
Él empezó a jugar a los cinco años y llegó a ser número dos del país y top 10 sudamericano antes de empezar la universidad en 2021.
Proceso de aplicación
Cuando un deportista quiere conseguir una beca, el ingreso a una universidad en Estados Unidos empieza entre el primer y segundo año de bachillerato.
Lo más importante es ponerse en contacto con los entrenadores de las universidades. “Te tienen que grabar y tienes que escribir a los 'coaches'”, explica Joaquín Viteri.
“También debes entregar un currículum que indique dónde has jugado y cuáles han sido tus logros deportivos”, añade Juan Manuel Paredes.
Cuando un entrenador ya muestra interés se llega a un acuerdo y el futuro estudiante ya se compromete con una universidad.
Tom White, entrenador de fútbol femenino en Bellevue University, explica que no solo buscan grandes deportistas sino “buenas personas, alguien que será un buen compañero de equipo y que trabajará duro no solo por sí mismo sino por todos”.
Estudios y deporte
“Primero somos estudiantes y después somos atletas”, dice Mateo Flores. Al tener una beca deportiva, el rendimiento académico es igual de importante que el rendimiento deportivo. Reprobar una clase significa ser “no elegible” para jugar y, por lo tanto, poner en riesgo la beca.
A pesar de tener muchas responsabilidades, un manejo correcto del tiempo les ayuda a encontrar un balance.
“Es súper demandante, pero con organización se logra y puedes tener una vida social, una vida académica y una vida deportiva”, cuenta Isabela Cuisana.
Los deportistas universitarios deben tener horarios muy bien establecidos, para aprovechar cualquier momento libre para hacer deberes. Muchos de ellos dedican sus fines de semana para adelantar gran parte del trabajo académico.
Ser atleta en Estados Unidos
“La forma en la que se ve al deporte universitario acá es mucho más profesional que en Ecuador”, asegura Joaquín Viteri.
En Estados Unidos, el deporte es de las áreas más importantes para una universidad. Tener equipos que rindan y consigan logros deportivos aumenta el prestigio de las instituciones educativas.
Los estudiantes que son atletas pueden recibir atención de un nutricionista, de un psicólogo y de un fisioterapeuta como parte de los beneficios de su beca deportiva.
“El deportista debe ser la persona más importante en la universidad”, explica Juan Manuel Paredes.
En la última temporada, su equipo consiguió el segundo puesto en la conferencia y así llegó a los nacionales de la National Collegiate Athletic Association (NCAA por sus siglas en inglés) en división II.
La NCAA es la asociación más importante que controla los deportes interuniversitarios en Estados Unidos y cuenta con tres divisiones.
“En Estados Unidos el deporte es súper grande. En Ecuador sí tiene un buen impulso, pero acá eso se triplica”, cuenta Isabela Cuisana.
“Hay recursos que en Ecuador tendrías que buscar individualmente y acá las universidades te los dan porque tienen un presupuesto grande para los deportes”.
Su equipo quedó en quinto puesto nacional de la National Association of Intercollegiate Athletics (NAIA por sus siglas en inglés).
La NAIA es la segunda asociación más importante que controla los deportes interuniversitarios en Estados Unidos y es más pequeña que la NCAA.
Más allá del deporte
Existen varios obstáculos que los jóvenes que salen a estudiar en el extranjero enfrentan.
“Fue una decisión bastante dura porque no es fácil estar afuera, en otro país, con un diferente idioma, con una diferente cultura, pero acá en Estados Unidos tengo la oportunidad de seguir compitiendo y eso vale la pena”, explica Mateo Flores.
Además, al estar en otro país, tienen la oportunidad de vivir experiencias nuevas y únicas.
“Es chévere porque conoces, haces nuevos amigos. Es una vida que se disfruta porque haces de todo y conoces a mucha gente”, cuenta Joaquín Viteri.
“Tengo muchas oportunidades estudiando acá afuera, tengo nuevas perspectivas porque estoy expuesto a una nueva cultura”, añade Juan Manuel Paredes al hablar sobre los beneficios, más allá de su beca deportiva, de estudiar en Estados Unidos.
Las becas deportivas ofrecen a los jóvenes ecuatorianos la oportunidad de combinar sus habilidades atléticas con la educación en Estados Unidos.
A través de las experiencias de atletas como Joaquín, Claudia, Mateo, Isabela, Juan Manuel y Elisa, se destaca que más allá de los desafíos deportivos en un nuevo entorno, estos atletas se sumergen en experiencias enriquecedoras.
Estados Unidos no solo es un destino académico donde el deporte universitario es altamente valorado, sino que también contribuye al desarrollo integral de los estudiantes.
Y a pesar de los desafíos, como el balance entre lo académico y lo atlético, esta experiencia les ayuda a los jóvenes a enriquecer sus vidas y les da una oportunidad de crecimiento personal y profesional.
*Escrito por María Paula Ramírez, estudiante de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito
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