Álvaro Guillén ganó su primer título profesional y sueña con un Grand Slam

Tres años tenía Álvaro Guillén cuando sostuvo una raqueta por primera vez. El ecuatoriano creció en un ambiente tenístico pues su papá, su tío y su abuelo eran fánaticos del deporte.

"Mi familia siempre ha estado conectada al tenis. La cancha estaba cerquita de nuestra casa, en la esquina. Poco a poco fui entrenándome y dedicándome a esto", recuerda el guayaquileño en una charla con PRIMICIAS.

El deportista disputó sus primeras competencias a los ocho años, en los Ecuajuniors de Manta, Guayaquil y Salinas.

"Me acuerdo que en mi primer partido no sabía llevar el marcador y esperaba que el otro chico me los diga. Me sentía nervioso, tímido, y perdí ese partido, pero ahora me da mucha risa esa experiencia".

Con el paso de los años, el tenista fue descubriendo su talento y comenzó a ganar títulos a nivel nacional e internacional.

Trofeos alrededor del mundo

Álvaro ganó su primer campeonato en 2017, en el Gogo Open en Guayaquil, donde derrotó a su compatriota Ángel Díaz en la categoría Junior.

El joven tenista volvió a consagrarse campeón en el mismo torneo al año siguiente, esta vez en la modalidad de dobles junto a Juan Sebastián Zabala. La dupla también ganó la Copa Quito de esa temporada.

Después de demostrar su calidad en tierras ecuatorianas, Álvaro entendió que era necesario partir al extranjero para continuar desarrollando su disciplina.

"Necesitas salir del país desde joven para ver el nivel que hay afuera y competir y entrenar con los mejores del mundo. Es difícil estar lejos de casa, pero me gustan estos desafíos".

Álvaro Guillén, tenista

El ecuatoriano tuvo una rápida adaptación a las competencias internacionales y en 2019 se consagró campeón en Estambul, Turquía, tanto en singles como en dobles. Ese año también ganó la Copa de Guayaquil.

Más triunfos llegaron en 2020, donde se consagró campeón en Guatemala en singles, y en 2021, donde obtuvo el título de Barranquilla junto a Gonzalo Bueno.

Con todos estas victorias, el ecuatoriano llegó a estar en el puesto 21 a nivel mundial en el ranking Junior de la ITF (Federación Internacional de Tenis).

El reto más duro: el profesionalismo

En 2022, Álvaro asumió el momento más duro de su vida: dejar la categoría Junior y entrar al profesionalismo.

"Cuando estaba entre los Junior era uno de los mejores del mundo, era más fácil, ahora he tenido que enfrentarme a una nueva realidad", reconoce.

Ha sido un período complicado, pero el ecuatoriano ha sabido afrontarlo con valentía y disciplina y ha obtenido sus primeros resultados.

En julio, representando a su país, Álvaro se consagró campeón en los Juegos Boliviarianos de Valledupar en dobles junto a Mell Reasco.

"Hubo mucha conexión con ella, disfrutamos bastante en la cancha. Por eso se dio, porque los dos jugamos bien y estábamos tranquilos. Aún así, fue de locos ganar una medalla".

Con este impulso, el guayaquileño viajó a Italia y compitió en el M15 de Gubbio, tanto en singles como en dobles.

Álvaro iba con la intención de enfocarse en el torneo individual, era su principal meta. En esta modalidad llegó a cuartos de final, pero la sorpresa se dio en los dobles.

Junto al peruano Gonzalo Bueno, el ecuatoriano llegó hasta la final, donde debía enfrentarse a los italianos Francesco Forti y Gabriele Piraino. Sin embargo, los europeos no se presentaron al partido, por lo que los sudamericanos se consagraron campeones.

"Estallamos de la emoción, fue el primer título profesional para mí y para mi compañero. Así es cómo comienza esta historia y ahora debo seguir concentrado".

Grandes ambiciones

Durante su corta carrera, Álvaro ha tenido la oportunidad de competir en los juveniles de Roland Garros y Wimbledon.

En esta última competencia, el ecuatoriano pudo tomarse una foto con Novak Djokovic y ver entrenar a su máximo ídolo: el español Rafael Nadal.

"Ha sido mi referente de toda la vida. Siempre he intentado copiar su actitud y su forma de ser: su humildad y su intensidad. Lo admiro muchísimo", reconoce.

Con este modelo a seguir, Álvaro espera seguir creciendo, dentro y fuera del deporte. "Tengo varias cosas que mejorar: madurar fuera de la cancha y ser más independiente. Esas cosas suman para tu desarrollo".

Con muchos años por delante en el deporte, el guayaquileño muestra una gran ambición y sueña en alto.

"Quisiera llegar a ser el mejor jugador ecuatoriano de la historia. Es muy difícil, pero es un sueño que tengo y me motiva a seguir".

En lo que resta de la temporada, Álvaro tiene planeado continuar con su gira en Europa y también competir en Argentina y Brasil.

"Mi objetivo es mejorar y a largo plazo estar en el Top 50 del mundo. Quiero llegar a lo que todos aspiran, ganar un Roland Garros, pero para esto hay que entrenar mucho", afirma la joven promesa.

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