Putin llega a China en busca de mayor apoyo en plena guerra con Ucrania
Los presidentes de Rusia y China se reunirán para revisar "las relaciones bilaterales, la cooperación en varios campos y cuestiones internacionales".
El presidente de Rusia, Vladimir Putin (derecha), y el presidente de China, Xi Jinping, se dan la mano durante una ceremonia de firma en el Kremlin en Moscú el 4 de julio de 2017.
AFP
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El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó el 15 de mayo de 2024 a China para una visita de dos días en la que se reunirá con su homólogo, Xi Jinping, y tratará de obtener más apoyo de un aliado clave en plena guerra contra Ucrania.
Según imágenes difundidas por la televisión rusa, el jefe del Kremlin fue recibido por funcionarios chinos y una guardia de honor al bajar de su avión en Pekín alrededor de las 04H30 locales (20H30 GMT del miércoles).
Es el primer viaje al extranjero de Putin desde su reelección en marzo pasado y su segundo en medio año a China, un sostén económico vital para Rusia después de las sanciones impuestas por los países occidentales por su ofensiva en Ucrania.
Pocos días antes del lanzamiento de la invasión, Rusia y China afirmaron su amistad "sin límites" y desde entonces su relación diplomática y comercial se ha fortalecido.
Xi ha ignorado las críticas occidentales por esta relación, que permite a China importar energía barata de Rusia y acceder a sus vastos recursos naturales a través, por ejemplo, del gasoducto Poder de Siberia.
"Este es el primer viaje de Putin desde su investidura y pretende demostrar que las relaciones sino-rusas pasan a otro nivel", dijo el analista político independiente ruso Konstantin Kalachev a la AFP.
"Por no hablar de la amistad personal visiblemente sincera entre los dos líderes", que se habrán visto cara a cara cuatro veces desde el inicio de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022.
Esta alianza económica genera recelo en Estados Unidos, que amenaza con sancionar y dejar fuera del sistema financiero internacional a los bancos chinos conectados con la maquinaria de guerra rusa, lo que está afectando al comercio.
El Kremlin dijo esta semana que los dos líderes hablarán de su "alianza global y su cooperación estratégica" y "definirán las áreas clave del desarrollo de la cooperación ruso-china e intercambiarán puntos de vista en cuestiones regionales e internacionales".
Ambos líderes deben firmar una declaración conjunta y asistir a una ceremonia para conmemorar el 75 aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales, precisó el Kremlin.
En su visita, Putin también se reunirá con el primer ministro Li Qiang y viajará el viernes a la ciudad de Harbin, en el noreste, para una exposición de comercio e inversión.
De su parte, la cancillería china señaló que ambos líderes abordarán "las relaciones bilaterales, la cooperación en varios campos y cuestiones internacionales y regionales de común interés".
Freno al comercio
Uno de estos asuntos probablemente sea la guerra en Ucrania, en la que China se reivindica como actor neutral a pesar de las críticas occidentales por no haber criticado la invasión lanzada por Moscú.
En una entrevista publicada por la agencia oficial de noticias china Xinhua antes de su llegada, Putin elogió el "genuino deseo" de Pekín de intentar ayudar a resolver la crisis de Ucrania.
Pero el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que se reunió con Xi el mes pasado en Pekín, advirtió que el respaldo de China a la "brutal guerra de agresión" de Rusia ha ayudado a este país a aumentar la producción de cohetes, drones y tanques.
Tras la invasión de Ucrania, el comercio entre China y Rusia se disparó hasta un nivel récord de USD 240.000 millones en 2023, según los datos de los servicios aduaneros de Pekín.
Sin embargo, después de la amenaza estadounidense a las instituciones financieras chinas, las exportaciones de China a Rusia cayeron en marzo y abril respecto al año anterior.
El decreto firmado en diciembre por el presidente estadounidense, Joe Biden, prevé sanciones a los bancos extranjeros conectados con la maquinaria de guerra rusa y dejarlos fuera del sistema financiero global, basado en el dólar.
Esta amenaza, sumada a la voluntad de reparar sus relaciones con Washington, hacen que Pekín sea más reticente a impulsar su cooperación con Rusia a pesar de los deseos de Moscú, dicen los analistas.
Alexander Gabuev, director del Centro Carnegie Eurasia Rusia en Berlín, asegura que los bancos chinos están aplicando el principio de "más vale prevenir que curar, lo que reduce el volumen de transacciones".
"Averiguar si los pagos están relacionados con el complejo industrial militar de Rusia está creando un desafío considerable para las empresas y los bancos chinos", afirmó a la AFP.
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