Piñera, el expresidente de Chile que buscó ser el representante de la nueva derecha
El empresario multimillonario Sebastián Piñera siempre soñó con ser presidente de Chile y lo logró dos veces, pero su segundo mandato chocó con un estallido social sin precedentes.
El expresidente de Chile, Sebastián Piñera, durante una conferencia de la Alianza del Pacífico, en Colombia, el 26 de enero de 2022.
AFP
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Con una fortuna valorada por Forbes en unos USD 2.900 millones, Sebastián Piñera, fallecido este 6 de febrero, dijo antes de iniciar su primer mandato en Chile, que siempre soñó con ser presidente.
Piñera, de 74 años, murió este martes cuando la avioneta en que viajaba se accidentó en la zona del Lago Ranco, en el sur del país.
Mientras estuvo en el ejercicio presidencial, Piñera buscó convertirse en ejemplo de una derecha democrática, cuando en su primer mandato (2010-2014) llamó "cómplices pasivos" a los civiles defensores de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Luego cerró una cárcel especial para violadores de los derechos humanos, algo que ningún gobierno de izquierda se atrevió a hacer.
En su segundo gobierno, que comenzó el 11 de marzo de 2018, pidió que voten por su reemplazante sin éxito, puesto que debió entregar el poder al izquiedista Gabriel Boric.
Piñera simpre buscó mostrarse como líder regional a la cabeza de un país que él definió como "un oasis" en América Latina.
En febrero de 2019 se mostró solidario en la ciudad colombiana de Cúcuta cuando ofreció a los venezolanos una visa especial para recibirlos en Chile. Mientras en el plano interno, profundizaba el modelo neoliberal y frenaba las reformas sociales iniciadas por la socialista Michelle Bachelet.
Pero sus ambiciones se fueron al sumidero el 18 de octubre de 2019, cuando tras días de protestas de estudiantes por el alza en el pasaje del metro de Santiago, se inició la mayor revuelta social en décadas en el país, que dejó 34 muertos y cientos de heridos.
"Piñera tenía como anhelo representar a una derecha moderna, democrática", señaló en 2021 a la AFP Claudia Heiss, académica de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile.
"Tenía la intención de cerrar definitivamente la transición" de Chile, agrega.
Testigo del estallido social en Chile
Cuando estuvo a punto de consolidar su liderazgo internacional al ser anfitrión de la cumbre climática COP25 y del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) a finales de 2019, Piñera tuvo que cancelar ambos eventos en medio de las masivas protestas, en reclamo de una mayor igualdad social.
"Al siguiente día del estallido social se acabó el gobierno de Piñera en términos políticos, de influencia", afirmó el analista electoral chileno y director de la agencia Tuinfluyes.com, Axel Callis.
Esa revuelta ciudadana pasó de la calle a la institucionalidad a través de un acuerdo político para llamar a un plebiscito para que la ciudadanía decidiera sobre la redacción de una nueva Constitución.
Ese proceso fue aprobado y está en curso, tras la elección en mayo de 155 convencionales, de forma paritaria y con 17 escaños reservados a indígenas.
Con ese protagonismo de la ciudadanía, del Parlamento y de la Convención Constituyente, el Ejecutivo quedó en un segundo plano y Piñera "dejó de ser un actor valorado, estratégico o significativo", según analistas chilenos.
Piñera terminó su primer mandato con una aprobación del 50%. Pero en 2021 su gobierno concitó apenas al 12% de apoyo.
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