Dos obispos, 13 sacerdotes y 2 seminaristas están encarcelados en Nicaragua
En el grupo se encuentra monseñor Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión.
El obispo Isidoro Mora fue arrestado a finales de 2023 cuando rezaba por monseñor Rolando Álvarez, condenado a 26 años de cárcel en Nicaragua.
VaticanNews
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Dos obispos nicaragüenses, 13 sacerdotes y dos seminaristas están encarcelados en Nicaragua, en medio de tensiones entre el Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica, según un informe independiente divulgado el 2 de enero del 2024.
En el grupo se encuentra monseñor Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión.
La lista fue elaborada por la abogada e investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina, autora del estudio 'Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?', y que da seguimiento a esos casos.
En la publicación indica que, además de Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, guarda prisión monseñor Isidoro Mora.
Presos después de rezar
Mora, obispo de la diócesis de Siuna, en el Caribe de Nicaragua, fue detenido el 20 de diciembre pasado junto a los seminaristas Alester Sáenz Centeno y Tony Palacios.
Ellos fueron detenidos un día después de orar durante una homilía -transmitida a través de redes sociales- por el obispo Álvarez, condenado en febrero de 2023 a más de 26 años de prisión por delitos considerados traición a la patria tras negarse a abandonar su país.
Después de la detención del obispo Mora y de los dos seminaristas, la Policía de Nicaragua y civiles armados arrestaron a 15 sacerdotes, de los que dos han sido liberados, según el reporte de la investigadora.
De los 13 sacerdotes privados de la libertad, 10 pertenecen a la Arquidiócesis de Managua, Masaya y Carazo, que dirige el cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes.
Papa Francisco: buscar el camino del diálogo
En la víspera, el papa Francisco expresó su "preocupación" por la detención de los sacerdotes católicos en Nicaragua y pidió que "se busque siempre el camino del diálogo" para superar los problemas.
Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia Católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de relaciones diplomáticas con el Vaticano.
En agosto pasado, Ortega ordenó la disolución en Nicaragua de la Compañía de Jesús, los jesuitas, orden a la que pertenece el propio papa Francisco, además de expropiar todo su patrimonio.
Meses antes, el pontífice tildó de "dictadura grosera" al Gobierno nicaragüense en una entrevista con Infobae, señalando "un desequilibrio de la persona que dirige" el país centroamericano, tras la condena de monseñor Álvarez.
El 18 de octubre el Gobierno nicaragüense excarceló a 12 sacerdotes y los envió al Vaticano tras un acuerdo con la Santa Sede, aunque entre estos no estaba el obispo Álvarez, que se niega a abandonar el país.
Antes, el 9 de febrero de 2023, las autoridades excarcelaron a otros 8 sacerdotes y los enviaron a Estados Unidos, como parte de 222 excarcelados políticos nicaragüenses.
Nicaragua atraviesa una crisis desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo, junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
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