Migrantes corren el riesgo de contraer sífilis y dengue tras el cierre del Darién
Enfermedades endémicas como la sífilis congénita, chikunguña, dengue y leptospirosis aumentarían entre los migrantes, hoy hacinados en la frontera entre Colombia y Panamá, debido al cierre del Tapón de Darién.
Un militar panameño recibo a migrantes que cruzaron el Darién, junio de 2024.
AFP
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La Defensoría del Pueblo de Colombia alertó, este 12 de julio, del aumento de enfermedades infecciosas entre los migrantes atrapados en poblaciones fronterizas con Panamá, y que no pueden seguir su viaje debido al cierre del Darién.
Desde la semana pasada, el nuevo gobierno de José Raúl Mulino anunció el cierre de tres pasos en la selva del Darién, y a los que ahora sumó cinco más.
Con esta decisión, tomada según Mulino para encauzar el flujo migratorio por un paso humanitario, miles de migrantes han quedado hacinados en pequeños pueblos colombianos de la frontera.
En un análisis elaborado por la Defensoría colombiana en varios pasos del Tapón del Darién, se encontró afectaciones a la salud en nueve municipios fronterizos de Colombia, donde viven alrededor de 480.000 personas.
Según este modelo, si los cierres provocaran que hasta un 20% de los migrantes se quedarán en la región del Urabá-Darién, habría un aumento de población sobre todo en los municipios de San Juan de Urabá, Arboletes, y San Pedro de Urabá.
Este hacinamiento provocaría a su vez un aumento en la tasa de contagio de sífilis congénita del 5,7%; y también del incremento de otras enfermedades como chikunguña, dengue y leptospirosis.
Ante estos hechos, existe un déficit de camas hospitalarias y en municipios como Turbo, uno de los puertos de salida de migrantes hacia la selva del Darién, donde solo hay 100 camas, se requerirían 461 adicionales.
"La materialización de las restricciones en la subregión podría desencadenar una crisis humanitaria, afectando especialmente la salud pública, por lo que es crucial abordar las problemáticas de manera integral y con un enfoque humanitario", apuntó la Defensoría.
El cierre de esos pasos no autorizados o trochas ocurre en medio de un gran flujo de migrantes por esa selva del Darién.
Solo este 2024, han cruzado más de 195.000 personas, la mayoría venezolanos y seguidos de ecuatorianos. Mientras que en 2023 fueron más de 520.000, una cifra inédita, según datos oficiales de Panamá.
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