Tribunal ordena la liquidación de Evergrande: ¿qué significa esto para China y el mundo?
Un tribunal de Hong Kong ordenó el lunes la liquidación del gigante inmobiliario chino Evergrande, pero la empresa afirmó que seguiría operando.
Una persona camina junto a un edificio de la inmobiliaria Evergrande en China, el 29 de enero de 2024.
EFE
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La inmobiliaria Evergrande, que arrastra deuda por más de USD 330.000 millones, se ha convertido en símbolo de los crecientes problemas económicos de China. Y este 29 de enero se saldó un nuevo capítulo, cuando un tribunal de Hong Kong ordenó la liquidación de la empresa, en favor de sus acreedores extranjeros.
Con la decisión se abre un largo e incierto proceso ante la duda de si será reconocido en la China continental, donde están la mayoría de sus activos.
Tanto en Hong Kong como en la China continencial hay leyes diferentes y conflictos geopolíticos de por medio.
"La vista ha durado un año y medio y la compañía todavía no ha logrado presentar una propuesta concreta de reestructuración. Creo que es hora de que el tribunal diga que ya basta", indicó la jueza del caso, Linda Chan, que había otorgado hasta siete aplazamientos a Evergrande para que negociase un acuerdo con sus acreedores.
Evergrande, con sede en Foshan, en el sur del país, era el mayor promotor inmobiliario de China, con cerca de 70.000 empleados a tiempo completo a finales de 2022.
En su sentencia escrita, dictada el lunes por la tarde, la jueza aseguró que los intereses de los acreedores estarán "mejor protegidos" si se liquida la empresa y se encarga su gestión a liquidadores independientes.
Se nombró como liquidadores a dos miembros del bufete de abogados Alvarez and Marsal: Edward Middleton y Tiffany Wong.
¿Cuáles son las consecuencias de la liquidación del gigante inmobiliario para China?
La dirección de la inmobiliaria reaccionó asegurando que la decisión del tribunal de Hong Kong no tendrá ningún impacto en sus operaciones en China continental, sin embargo en opinión de los analistas erosiona aún más la confianza de los inversores extranjeros en China.
El director ejecutivo de la empresa, Shawn Sui, calificó de "lamentable" la decisión del tribunal.
En un comunicado, afirmó que la filial hongkonesa de Evergrande es independiente de las operaciones chinas del grupo y que éste "siempre se esforzará al máximo por salvaguardar la estabilidad de sus negocios y operaciones nacionales".
Pero también habría consecuencias para China, la segunda economía mundial, porque su imagen en el exterior sería visto como un país que no paga.
"Un país que ni reestructura, y que no deja acceder a los activos de las empresas liquidadas en su territorio. Esto es un problema, incluso para los ratings internacionales de las empresas chinas”, explicó la economista del banco de inversiones Natixis, Alicia García Herrero, a la cadena BBC.
Mientras que para el mundo, la experta estima que no habrá mayores consecuencias, puesto que “los acreedores internacionales ya han provisionado y cubierto las pérdidas de Evergrande”.
La burbuja inmobiliaria en China
Las autoridasdes chinas vigilan de cerca la quiebra de Evergrande, que registró su primer impago de deuda en 2021 y se ha declarado en bancarrota en Estados Unidos, porque el grupo era un pilar de la economía del país.
El sector chino de la construcción y la inmobiliaria representaba alrededor de una cuarta parte del PIB nacional. Durante décadas en China, los propietarios pagaban las nuevas viviendas antes de que fuesen construidas y los grupos inmobiliarios financiaban fácilmente sus nuevos emplazamientos a crédito.
Pero en los últimos años, el endeudamiento masivo del sector fue considerado por las autoridades como un riesgo importante para la economía y el sistema financiero del país.
Por ello, a partir de 2020, Pekín endureció gradualmente las condiciones en las que los promotores inmobiliarios pueden acceder al crédito, secando las fuentes de financiación de los grupos que ya estaban endeudados.
Shane Oliver, estratega de la firma de servicios financieros AMP, calificó la decisión judicial del lunes como "un nuevo paso" en la crisis inmobiliaria del gigante asiático.
En su opinión, esta "está lejos de ser resuelta y permanece como un lastre sobre la economía china".
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