Keir Starmer: de la defensa de derechos humanos a primer ministro del Reino Unido
El partido laborista regresa al poder en Reino Unido, tras 14 años, de la mano de Keir Starmer, un destacado abogado de derechos humanos y exfiscal.
El nuevo Primer Ministro de Gran Bretaña, Keir Starmer, después de pronunciar su primer discurso en el número 10 de Downing Street en Londres, Gran Bretaña, el 5 de julio de 2024.
EFE
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El líder laborista, Keir Starmer, se convierte en el nuevo primer ministro del Reino Unido, después de que su partido se impuso a los conservadores en las elecciones, que han estado 14 años en el poder.
Este viernes 5 de julio, recibió el encargo del rey Carlos III de formar gobierno, tras mantener una audiencia con el soberano en el palacio de Buckingham, en Londres. Así lo dictan las leyes británicas.
Pero Keir Starmer ha llegado a Downing Street -la calle en la que está la sede del Gobierno- como si en realidad nunca lo hubiera previsto.
Este sobrio hombre de leyes, fiscal reconvertido a político, sigue siendo un enigma para el Reino Unido, aunque haya conseguido devolver el poder al laborismo.
Su vida personal
Starmer suele ser muy reticente a hablar de su vida personal (poco se sabe de sus dos hijos) y de sus convicciones. No se le aprecian a simple vista la vocación y la autoestima que suelen acompañar a los políticos.
Pese a su obsesión por la privacidad, el nuevo primer ministro ha relatado una y otra vez los pormenores de su infancia en una familia de clase trabajadora que sufría para llegar a fin de mes.
Nació en 1962 en Surrey, al sur de Londres, un área tradicionalmente burguesa y conservadora, donde siempre se sintió, según su biografía, un poco fuera de sitio.
La figura de su padre, un artesano con fuertes convicciones de izquierda, tiene una importancia capital a la hora de explicar al personaje.
Cautivado por los derechos humanos
Estudió en una 'grammar school' (escuelas públicas para los mejores estudiantes). Cursó sus estudios en la universidad de Leeds y posteriormente en Oxford, donde quedó cautivado por la defensa de los derechos humanos.
Coqueteó desde joven con las ramas más radicales del laborismo, llegando a proclamar en una entrevista de trabajo para un bufete de abogados que "la propiedad es un robo" (aunque luego reconoció que era una provocación).
Pese a todo, los más cercanos siempre han detectado en él una esencia de 'patriota de pueblo', un hombre de orden con apego por su país y sus tradiciones, alejado de la imagen de abogado elitista y cosmopolita con la que le retrata la derecha.
El salto a la política
En 2008, alcanzó la jefatura de la Fiscalía tras haberse labrado una reputación como abogado de derechos humanos. Tuvo una destacada labor en casos de juicios a terroristas y bandas del crimen organizado.
Seis años más tarde, abandonó el Ministerio Público para dar el salto a la política como candidato laborista y pronto llamó la atención de Corbyn, que lo incorporó a su equipo primero como portavoz de Inmigración y posteriormente del Brexit.
Tras la renuncia del líder por su derrota en 2019, Starmer se posicionó como candidato de unidad en las primarias y salió elegido para reconstruir el partido.
Desde ahí no le ha temblado la mano para purgar a Corbyn por su inacción contra el antisemitismo y laminar a todo el sector crítico.
Con título de caballero
De esa forma, Keir Starmer se ha convertido este viernes en el primer político con el título de 'caballero' ('sir') que asume como primer ministro británico desde el conservador Alec Douglas-Home en 1963.
Otros antiguos jefes del Gobierno recibieron este título o el de lord una vez que dejaron el poder, como ha sido el caso de David Cameron (lord), Tony Blair (sir) o John Major (sir).
A Starmer le fue concedido el título honorífico por la fallecida reina Isabel II en 2014 por sus "servicios al derecho y la justicia penal", ya que fue fiscal general entre 2008 y 2013.
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