Javier Milei, el provocador camaleónico que ahora tiene un gabinete Frankenstein
Milei ya no se hincha en televisión al romper a gritos una maqueta del Banco Central. Ha pedido perdón al papa Francisco. Cambia de opinión sin sonrojarse.
El presidente de Argentina, Javier Milei, saluda a sus simpatizantes desde el balcón de la Casa Rosada, en Buenos Aires.
AFP
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Por Mar Centenera
Este domingo, Javier Gerardo Milei asumió como presidente de Argentina. Este economista liberal libertario de 53 años, que se hizo conocido como un provocador de derecha que gritaba e insultaba en televisión, mutó a medida que avanzaba la campaña electoral hacia un político con aires de profesor que negaba mucho de lo que había dicho antes. Tras ganar las elecciones, continuó la transformación y emergió como un líder más pragmático de lo que aparentaba, dispuesto a tejer alianzas con todos, hasta crear un pequeño gabinete frankenstein: contará con ministros sin experiencia en la gestión pública, con macristas e incluso peronistas.
Bajo todas esas capas de cebolla sigue el Milei esencial, el que mantiene intacto el objetivo por el que entró en política: desmantelar el golpeado Estado de bienestar argentino en pos de una primacía absoluta del mercado. Lo que ha cambiado son los modos, los plazos y los actores principales con los que busca la transformación radical de Argentina. Quiere que sea lo más rápida posible, pero dada la debilidad parlamentaria de su partido, La Libertad Avanza, cada paso que dé lo tendrá que negociar.
Milei arranca su mandato con la legitimidad de más de 14 millones de votos, el 55,6% de los que concurrieron a las urnas en la segunda vuelta contra el peronista Sergio Massa. “La presidencia es el partido más importante de la Argentina, sobre todo al inicio”, dice el sociólogo Pablo Semán. A su juicio, Milei contará, además, con una ventana de oportunidad hasta que la oposición se reorganice. La alianza con el ala dura de Juntos por el Cambio hizo saltar por los aires la coalición fundada en 2015 por Mauricio Macri y el peronismo está desconcertado. “El oficialismo, que ahora pasa a ser oposición, no solo está derrotado electoralmente, sino que está sorprendido por la derrota, desmoralizado y ha perdido la palabra”, agrega.
“Milei es una persona que ha mostrado una habilidad política que nadie está dispuesto a reconocerle y creo que combina cierto grado de inflexibilidad en sus objetivos estratégicos, que es el mayor mercado posible, con tácticas que buscan acumular fuerzas para poder lograr esos objetivos. Define alianzas que parecen contradictorias, pero que no me asombran porque son propias de cualquier jefe político que busca acumular fuerzas”, asegura este sociólogo, autor del libro Está entre nosotros. De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir. Coincide con él la politóloga Valeria Brusco: “Pensé que (Milei) no iba a llegar porque parecía que no tenía las habilidades sociales y emocionales necesarias, así que me ha sorprendido su habilidad política”.
Muchos de los votantes de Milei se entusiasmaron con sus promesas populistas: eliminar los privilegios de la “casta política”, echar a los trabajadores estatales ineficientes, exterminar la inflación, aplicar mano dura contra delincuentes y corruptos y reactivar la economía con menos impuestos y más flexibilidad laboral. Otros, aun con dudas, lo votaron para sacar del poder al kirchnerismo, que ha gobernado 16 de los últimos 20 años.
El líder de La Libertad Avanza ha comenzado a matizar sus promesas antes de asumir el cargo. Reducirá la inflación, dice, pero tardará al menos dos años en tenerla bajo control. Bajará impuestos, pero primero hay que estabilizar una economía que agoniza. Hasta entonces se vienen fuertes turbulencias: Argentina necesita un ajuste fiscal y el gran recorte del gasto público que se avecina contraerá la actividad económica y aumentará el desempleo. En paralelo, el levantamiento de las restricciones cambiarias y la retirada de subsidios al transporte público y a las tarifas de gas, luz y electricidad disparará la inflación por encima del 142% actual. Sus votantes parecen dispuestos a asumir los sacrificios a costa de reducir aún más los magros presupuestos familiares. Lo que no se sabe es por cuánto tiempo.
“Pienso como analogía en un paciente con cáncer”, dice la politóloga Celia Kleiman. “Si le dicen que puede ser curado a través de una cirugía, acepta aunque esta sea cruenta y requiera un duro posoperatorio.
Más radical que Donald Trump
“En Argentina sobreactuamos los cambios”, subraya el politólogo Sergio Morresi. “En los noventa fuimos neoliberales, como otros países de la región, pero aquí privatizamos cosas que otros no, como la petrolera YPF. En México no privatizaron Pemex”, compara. Semán coincide en la profundidad de los cambios en Argentina y marca diferencias entre Milei y otros líderes de ultraderecha, como el estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro. “El ascenso de Milei es más abrupto que el de Bolsonaro y es programáticamente más radical que el de Trump y esto sucede en una situación de descomposición social, económica y política mucho mayor que en Estados Unidos y Brasil y con límites institucionales más lábiles”, señala Semán. “Aunque tiene componentes machistas y autoritarios, tiene un gran componente económico, como no lo tiene (el partido español) Vox”, continúa. La batalla cultural será encarnizada si la económica avanza con más lentitud de la deseada.
La decadencia de Argentina tras sucesivos fracasos políticos fue clave para la victoria de Milei. El mensaje de un Estado presente chocaba cada vez más con una cotidianidad distinta, en la que las familias debían lidiar con escuelas públicas sin clases, transporte público con retrasos y cancelaciones de servicio, frecuentes cortes de calles y largas filas para conseguir una cita médica. “Mucha gente de clase media para abajo se fue distanciando del Estado”, describe Morresi, quien comenzó a vislumbrar hace años un giro de la sociedad hacia la derecha, encabezado por los varones jóvenes, que se ha plasmado ahora en las urnas.
Este politólogo descarta que los votantes de Milei compartan su agenda en la totalidad, aunque cree que sí coinciden en parte o, al menos, con una interpretación personal de la misma. “Por portación de armas (entre los ciudadanos) muchos no entendían eso, sino represión policial más fuerte; por dolarización entendían estabilidad”, señala Morresi.
Cambios de opinión según la circunstancias
En su cuenta de X, antes Twitter, Milei figura sólo como economista. En la de Instagram, los más de 4,5 millones de seguidores del presidente electo de Argentina lo primero que ven es publicidad de cursos para convertirse en operador bursátil. “Querés aprender a invertir como un verdadero profesional? Capacítate con @nwprofessionaltraders”, puede leerse en el perfil de Milei en esta red social, que actúa como recordatorio del pasado reciente del nuevo mandatario.
Milei ya no se hincha en televisión al romper a gritos una maqueta del Banco Central. Tampoco dice estar a favor de vender niños ni órganos, ni insulta a los políticos al calificarlos de ladrones, inútiles y parásitos. Ha pedido perdón al papa Francisco, al que acusó de ser el representante del maligno en la Tierra, y al final tendió una invitación al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para que asista a su toma de posesión. Cambia de opinión sin sonrojarse.
El discurso de Milei en política exterior mantiene el alineamiento con Estados Unidos, Israel y está por ver cuál será la postura de Argentina en un Mercosur que tanto Uruguay como Paraguay quieren flexibilizar. Aunque se mantengan las relaciones comerciales con Brasil y China, los principales socios de Buenos Aires, todo apunta a que el protagonismo pasará ahora al sector privado. Recursos no faltan: Argentina está entre los países con mayores reservas mundiales de litio y gas no convencional, además de ser un poderoso productor de alimentos.
La verdadera cara del Milei presidente empezó a conocerse este domingo. Prepara un gran paquete de medidas con las que arrancar su mandato y ha anticipado también que convocará a sesiones extraordinarias en el Congreso. Sabe que la luna de miel será corta y que tiene que actuar antes de que la oposición noqueada despierte. “Hay que recordar que estamos en verano y que en verano las cuestiones públicas es como si se durmieran, por eso muchas veces se aprovecha para pasar legislación complicada”, anticipa Brusco, integrante de la Red de Politólogas. Coincide en que en el corto plazo la situación económica empeorará mucho y habrá protestas, pero cree que el apoyo popular con el que arranca aleja el riesgo de un estallido social.
Artículo publicado el 9 de diciembre de 2023 en El País, de PRISA MEDIA. Lea el contenido completo aquí. PRIMICIAS reproduce este contenido con autorización de PRISA MEDIA.
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