La guerra en Nagorno Karabaj tiene un ganador. ¿Habrá limpieza étnica?
La geopolítica en Asia cambiará con el triunfo militar de Azerbaiyán, que derrotó a los rebeldes armenios y puso fin a la República Nagorno Karabaj.
Un solado de Azerbaiyán camina frente a tanques incautados a los armenios de Nagorno Karabaj.
AFP
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Esta semana, se produjo un hecho militar que cambiará la geopolítica de Asia central. Azerbaiyán, que lanzó una victoriosa operación militar, tomó control de Nagorno Karabaj, una región poblaba mayoritariamente por armenios.
Con esta operación, Azerbaiyán pone fin a 32 años de conflicto armado ya controla el territorio rebelde y desarticula la llamada República de Nagorno Karabaj, una entidad separarista que solo era reconocida por el vecino gobierno de Armenia.
El triunfo de Azerbaiyán genera cambios. Este 24 de septiembre, las derrotadas autoridades armenias de Nagorno Karabaj anunciaron la pronta evacuación de parte de la población a Armenia.
En Nagorno Karabaj viven 120.000 personas y los armenios, que son mayoría, conocen al territorio como Artsaj.
"Las familias que se han quedado sin hogar como resultado de las recientes acciones militares y deseen abandonar la república serán enviadas a Armenia con la protección de las fuerzas de pacificación rusas", señala la declaración del Centro de Información de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj.
Tanto Armenia como las cancillerías occidentales han exigido a Azerbaiyán que desbloquee un corredor para que los karabajíes recibieran suministros de primera necesidad.
Al respecto, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, aseguró este 24 de septiembre, durante una alocución televisada, que la llegada de cargamentos humanitarios "no cambia la situación", ya que los armenios del Karabaj "siguen topándose con el peligro de una limpieza étnica".
"Si no se crean las condiciones reales para la vida de los armenios de Nagorno Karabaj en sus propias casas y mecanismos eficaces de protección ante limpiezas étnicas, entonces aumentarán las probabilidades de que los armenios del Karabaj vean en el exilio la única salida", dijo.
A su vez, aseguró que, en caso de necesidad, Armenia acogerá "con placer a los hermanos y hermanas de Nagorno Karabaj".
"Toda la responsabilidad en caso de dicha evolución de los acontecimientos recae en Azerbaiyán y los pacificadores rusos", subrayó.
Por su lado, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, insistió, al recibir al representante especial de la Unión Europea en el Cáucaso Sur, Toivo Klaar, que los derechos culturales, religiosos y educativos de los karabajíes serán respetados.
También aseguró que garantizará el tránsito seguro de los combatientes armenios que hayan entregado sus armas. De hecho, los armenios ya comenzaron a entregar su armamento a las fuerzas de paz rusas emplazadas en esa región.
La guerra en Nagorno Karabaj
El conflicto de Nagorno Karabaj es el más antiguo en el espacio postsoviético. Nace de la reorganización temprana de la Unión Soviética, cuando Stalin entregó Nagorno Karaba a Azerbaiyán, aunque la población era mayoritariamente armenia.
Tras la disolución de la Unión Soviética (1991), Azerbaiyán y Armenia se independizaron e inmediatamente se enfrentaron en una cruenta guerra por el control de Nagorno Karabaj.
Los armenios se impusieron y proclamaron la república de Nagorno Karabaj, no reconocida por la ONU. Tras varios años de inestablidad, los enfrentamientos armados se retomaron en 2016 y 2020.
Ese año, Azerbaiyán logró recuperar el control de gran parte del territorio para aislar a los rebeldes y sentar las bases de una victoria total. Este 21 de septiembre de 2023, los armenios de Nagorno Karabaj capitularon y acepataron la liquidación de su república.
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