¿Cómo afecta la sequía a otros países de América Latina?
Además de apagones en Ecuador, la sequía tiene sus efectos en otros países de América Latina, como la interrupción de los servicios en el canal de Panamá.
Los efectos de la fuerte sequía que afecta la Reserva de Desarrollo Sostenible Lago do Piranha en Manacapuru, Amazonas (Brasil), en septiembre 2023.
EFE
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Los efectos de la sequía se sienten en otros países de la región como Colombia, Perú, Brasil, Bolivia y Panamá. Pero Ecuador es el primero en anunciar racionamientos de luz el 26 de octubre de 2023, debido a la falta de agua en las hidroeléctricas.
El director del Operador Nacional de Electricidad de Ecuador (Cenace), Gabriel Argüello, aseveró que la situación es "realmente crítica" para todos, debido a la disminución de los causales de los ríos que abastecen a las centrales.
En otros países, las consecuencias del estiaje son distintas, pero también acarrean pérdidas económicas y ambientales.
En Brasil y Colombia
En el caso de Brasil, la falta de lluvias en la región amazónica ha reducido a mínimos el caudal de los afluentes del Amazonas y de otros ríos, lo cual supone una amenaza hasta para la circulación de mercancías.
La intensa sequía ha causado también una enorme mortandad de peces y diversas especies de la rica fauna amazónica.
Entre ellos, figuran 153 delfines de las especies rosado y tucuxi hallados muertos en la última semana de septiembre en el río Tefé, uno de los afluentes del Amazonas, y que correspondían al 10 % de la población de cetáceos de esa región.
La grave escasez de lluvias, que también ha provocado numerosos incendios, ha sido atribuida al impacto del cambio climático y, en especial, a la aparición este año del fenómeno El Niño.
Del lado colombiano, la parte más afectada es Puerto Nariño. Con el río -único medio de transporte- casi seco, los habitantes de Santa Clara tienen que caminar dos horas cada cuatro días para conseguir agua potable.
La falta de lluvias deja una inusual estampa en el Amazonas colombiano: áridas grietas y extensas playas que causan zozobra entre los ribereños. El Gobierno colombiano decretó la emergencia para la zona de La Guajira, debido al riesgo de desnutrición en los pobladores.
Sobre el servicio eléctrico, mientras los empresarios han pedido "cuidar como el agua" las reservas para no volver a los apagones de la década de los 90, los usuarios han notado un incremento en sus facturas por el servicio.
Bolivia
Bolivia atraviesa por una de las sequías más extremas en los últimos años y, según los expertos, la situación podría ser más dramática, ya que el país recién transita hacia el fenómeno de El Niño, caracterizado por la falta de lluvias en esa nación.
El Gobierno de Bolivia reportó que alrededor de 200.871 familias han resultado damnificadas por la sequía y que la región altiplánica de Oruro se declaró en desastre, mientras que las regiones de La Paz, Cochabamba y Chuquisaca están en "emergencia".
Además, son 144 municipios de los más de 330 que tiene Bolivia que se declararon en desastre.
La sequía y el ascenso de la temperatura también ha acelerado el derretimiento de los glaciares de la cordillera de los Andes y podría tener consecuencias en la seguridad alimentaria e hidroeléctrica del país, según los expertos.
Perú
Esta situación también está afectando a lago Titicaca, compartido con Perú, que la semana pasada registró una disminución de seis centímetros por debajo de su mínimo histórico de 1996.
Las autoridades detallaron que en 1996 la regla milimétrica que tienen en el sector del lago marcaba 2.99 metros de altura.
Mientras que en la actualidad marca 2.93 metros, es decir que está seis centímetros por debajo de la cifra mínima registrada.
El Titicaca es el lago navegable más alto del mundo, a unos 3.800 metros de altitud, en un total de más de 8.500 kilómetros cuadrados, y sirve de frontera natural entre Bolivia y Perú.
Canal de Panamá
La escasez de lluvias, producto del cambio climático y el fenómeno de El Niño, ha hecho que el Canal de Panamá redujera el número de tránsitos para ahorrar agua. En agosto, las autoridades de ese país anunciaron que las restricciones se prolongarán por un año.
Si antes pasaban unos 40 barcos diarios, ahora solo pueden transitar un máximo de 32. Además, la autoridad canalera también redujo el calado de los buques a 44 pies (13,4 metros), dos menos de los que antes permitía esta vía.
La reducción del tránsito ha provocado un aumento considerable del número de embarcaciones que hacen fila para cruzar.
Sin restricciones, hasta 90 barcos permanecían en espera de 3 a 5 días. Con la crisis, el número de embarcaciones ha llegado hasta los 160 buques y los días de espera llegaron a ser hasta 19, aunque estas cifras ya han bajado considerablemente.
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