Biden y su plan migratorio: volver a la deportación 'en caliente' en la frontera
Una filtración de la Casa Blanca asegura que el presidente Joe Biden baraja cambiar la política migratoria, a cambio de que los republicanos aprueben un paquete de medidas en favor de Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Washington, el 13 de diciembre de 2023.
EFE
Actualizada:
Compartir:
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amenazado por la sombra de un juicio político, busca dinero financiar la guerra de Ucrania con Rusia. Y en ese intento de conseguir más fondos del Congreso, Biden estaría dispuesto a desmantelar su programa de asilo actual, es decir, cambiar la política migratoria.
A cambio de esta medida política, el Mandatario estadounidense lograría el apoyo de senadores republicanos, para que aprueben un fondo de USD 60.000 millones para Ucrania.
Así lo revela una filtración de la Casa Blanca y fuentes cercanas al Gobierno a las agencias internacionales.
Según las fuentes, en negociaciones con senadores del partido opositor, legisladores demócratas y funcionarios del Gobierno analizan reanudar las deportaciones 'en caliente' en la frontera con México.
La Casa Blanca no ha confirmado estas filtraciones, pero sí ha señalado que Biden está "abierto a compromisos" si los negociadores logran reunir los apoyos suficientes.
Al momento, Estados Unidos está registrando cifras récord de migrantes, a causa de profundas crisis políticas en varios países como Venezuela, Nicaragua o Ecuador.
Y Biden, al igual que hicieron otros presidentes demócratas, había prometido en campaña apoyar a los migrantes, sin importar su origen.
¿Qué son las deportaciones 'en caliente'?
Expertos en migración y organizaciones en defensa de los derechos humanos han señalado que las propuestas que baraja Biden, en especial la de reanudar las deportaciones en caliente, desmantelarían el sistema de asilo en EE.UU., al que actualmente se están acogiendo la mayoría de personas que cruzan la frontera.
Bajo la ley actual, que se adoptó tras la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. se comprometió a dar protección a las personas que no pueden volver a sus países por miedo a persecución por motivos de "raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opinión política".
Para obtener esta protección, es requisito también que la persona esté en suelo estadounidense.
Deportación "en caliente" significa entonces que las autoridades pueden expulsar a alguien sin darle oportunidad a pedir asilo.
Hasta mayo de este año, la frontera sur de EE.UU. estuvo regida por el Título 42, una restricción similar a la que se está negociando y que impuso en su momento el Gobierno de Donald Trump con el pretexto de la pandemia.
Revivir una práctica similar hará que la ley estadounidense "esté completamente alejada del derecho internacional", dijo a EFE Yael Schacher, directora para América de la organización Refugees International.
Pero ahora, tras agotarse el dinero que el Congreso previamente había aprobado para Kiev, Biden podría usar esta nueva fórmula para convencer a los republicanos.
Fueron ellos de hecho, quienes han propuesto inicialmente imponer mayores restricciones a la migración y al asilo a cambio de sus votos para financiar la guerra en Ucrania.
Compartir: