En un histórico veredicto que halló culpable al expresidente Donald Trump, la campaña presidencial de Estados Unidos entra este 31 de mayo en territorio desconocido.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se lanzó de inmediato al ruedo en modo campaña "¡Soy un prisionero político!", anunció tras ser declarado culpable con 34 cargos por falsificación de documentos contables.
Trump, un magnate y republicano de 77 años, se enfrenta a otros tres procesos penales con acusaciones más graves relacionadas.
Por revertir los resultados de la elección que perdió ante Joe Biden en 2020 y por el manejo de documentos clasificados que se llevó a su casa tras dejar la Casa Blanca.
Lo que para cualquier político significaría la tumba, Trump lo ha transformado en una medalla de honor, comparándose con prisioneros políticos históricos como Nelson Mandela, el líder sudafricano y que luego obtuvo el premio Nobel de la paz en 1993.
El actual presidente Biden, por el contrario, ha intentado que los problemas judiciales de Trump no se conviertan en un tema de campaña. Y como presidente evita dar munición a los republicanos que lo acusan de intervenir en el sistema judicial.
La condena de Trump cambia el juego
La campaña de Biden afirmó, en un comunicado, que el fallo contra Trump demuestra que "nadie está por encima de la ley".
Agregó, sin embargo, que el foco ahora debe ser la elección, porque "la amenaza que Trump representa para la democracia nunca ha sido tan grande".
Marca la historia
Tras su juicio y veredicto, Donald Trump se transformó en el primer expresidente de Estados Unidos condenado por un delito. Y establecería otro récord si gana las elecciones del 5 de noviembre y reemplaza a Biden en la Casa Blanca.
El jurado lo halló culpable de falsificar registros contables para encubrir un pago de USD 130.000.
Los fiscales expusieron con éxito que el encubrimiento ilegal del pago formaba parte de un delito más amplio. Trump buscaba evitar que los votantes conocieran el comportamiento, antes de que venciera a Hillary Clinton.
El republicano, que fue liberado sin fianza tras la audiencia, podría ser condenado a cuatro años entre rejas por cada cargo. Pero, es más probable que reciba la libertad condicional por no tener antecedentes.
Aun así, no está impedido de continuar su campaña electoral, incluso en el improbable caso de que vaya a la cárcel.
El juez instructor, Juan Merchan, dictará la sentencia el 11 de julio, días antes de la Convención Nacional Republicana en la que Trump recibirá la nominación formal del partido.
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