Seguridad Nacional de Estados Unidos admite "fallos" en la seguridad durante atentado contra Trump
El 13 de julio, el candidato republicano y expresidente Donald Trump fue herido por una bala que dejó su oreja sangrando. La Seguridad Nacional, de la que depende el Servicio Secreto, reconoció "fallos" en la seguridad.
Una persona es retirada de las gradas después que de un atentado en contra del candidato republicano, Donald Trump, en un evento de campaña el 13 de julio de 2024.
Rebecca Droke/AFP
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El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, admitió este lunes 15 de julio que el atentado contra el candidato republicano, Donald Trump, fue un "fallo" de seguridad.
"Cuando digo que algo así no puede suceder, estamos hablando de un fallo", afirmó Mayorkas en declaraciones a la CNN.
"Vamos a analizar, a través de una investigación independiente, cómo ocurrió, por qué ocurrió, y hacer recomendaciones con los hallazgos para asegurarnos de que no vuelva a suceder", añadió.
El Servicio Secreto de Estados Unidos, encargado de la seguridad de Trump, depende directamente del departamento de Mayorkas.
Trump fue herido de bala en una oreja durante un mitin el sábado en Butler (Pensilvania) antes de que el Servicio Secreto abatiera al tirador, un joven de 20 años, cuyos motivos aún se desconocen.
Citados por el congreso de Estados Unidos
Por su lado, la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, anunció en un comunicado que, desde el sábado, se han "implementado cambios en el equipo de seguridad" de Trump "para garantizar su protección continua durante la convención y el resto de la campaña".
A su vez, Cheatle ha sido citada por el Congreso para que el próximo 22 de julio testifique por el atentado sufrido el sábado en contra del expresidente Donald Trump.
La convocatoria fue formulada a Cheatle en una carta firmada por James Cormer, director de Supervisión y Rendición de Cuentas en el Congreso, quien posteó la carta en su cuenta de X. en la que subrayó la "tremenda valentía de los agentes del Servicio Secreto presentes en el acto.
Sin embargo, han surgido numerosas voces que ponen en duda la eficacia del Servicio Secreto al no haber impedido que un francotirador se situara armado, sin ser advertido por los numerosos agentes presentes, encima de un tejado que solo se encontraba a 163 yardas, o 150 metros, del podio donde hablaba el presidente.
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