Los últimos cuatro reyes de Reino Unido padecieron de cáncer

Durante setenta años, la monarquía británica ha padecido la sombra del cáncer. Ahora mismo, hay dos miembros reales con esa enfermedad, el rey Carlos III y la Princesa de Gales, Catalina, también conocida por su nombre de civil, Kate Middleton.

El caso más reciente es el de Kate Middleton. Con 42 años, la esposa consorte de Guillermo (o William, el príncipe heredero) anunció este 22 de marzo que padece cáncer.

Su ausencia de la vida pública desde que se sometió a una cirugía abdominal el 16 de enero, por la que estuvo 13 días ingresada en una clínica londinense, había disparado los rumores sobre su estado de salud. Los rumores, algunos disparatados, ahora se disipan con la confirmación de su grave dolencia.

El rey Carlos III, también conocido como Charles III, fue diagnosticado de cáncer este 2024, aunque no se difundió su tipo. No obstante, se sospecha que sufre cáncer de próstata, pues la inflamación de esa glándula motivó en enero una una hospitalización y el posterior anuncio del cáncer.

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Con 75 años, el monarca está bajo tratamiento, según difundió la Corona británica.

Otro miembro de la nobleza, la duquesa Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, fue diagnosticada este enero de 2024 de un melanoma maligno después de la extirpación de varios lunares. Esto ocurrió luego de que, en 2023, la duquesa de 64 años fue tratada de cáncer de mama.

El cáncer en la Casa de Windsor

Un poco más atrás, recientemente se ha difundido que el cáncer fue la enfermedad que determinó la muerte de la reina Isabel II. Gyles Brandreth, un experto en la familia real y amigo de Felipe de Edimburgo, escribió el libro 'Isabel, un retrato íntimo' y ahí sostiene que la causa de la muerte de Isabel II fue un cáncer de médula ósea. 

Isabel II fue la monarca británica más longeva y, cuando murió a los 96 años, padecía muchas dolencias, como es normal en una anciana.

El padre de Isabel II, el rey Jorge VI, murió tras lidiar con un avanzado cáncer de pulmón detectado en 1951. Jorge VI se sometió a una cirugía que le extirpó parte del pulmón derecho, pero no pudo retomar sus actividades y falleció en 1952, a los 56 años.

Pero eso no es todo. El antecesor de Jorge VI, su hermano Eduardo VIII, también murió de cáncer. Como se sabe, este rey abdicó en 1936 para casarse con una divorciada estadounidense, Wallis Simpson.

Eduardo VIII se convirtió en Duque de Windsor tras su sacrificio por amor. Se le detectó cáncer de garganta en 1971, a los 77 años, y falleció en 1972.

El avance de la Medicina

Y más atrás, ya es difícil de determinar. Eduardo VII, al padre de Jorge VI, murió de un infarto en 1910, a los 68 años, porque fumó un cigarro en medio de la bronquitis que padecía. Y su madre, la emperatriz Victoria, murió a los 81 años con múltiples dolencias.

Las detecciones modernas del cáncer se hicieron masivas y frecuentes a partir de fines del siglo XIX, con el descubrimiento y la aplicación de los rayos X, el desarrollo de la cirugía y el avance de la microscopía. Aunque los casos de cáncer se remontan al Antiguo Egipto, solo con el avance de la Medicina en el siglo XIX se pudo avanzar en la oncología.