Con pistolas de agua en mano, habitantes de Barcelona protestan contra exceso de turistas
Más de 140 entidades, entre asociaciones vecinales, ecologistas y sindicatos, marcharon en Barcelona para exigir límites al turismo masivo en la ciudad más visitada de España.
Manifestantes ponen una cinta simbólica en la ventana de un restaurante en Barcelona, el 6 de julio de 2024 durante unas protestas en contra del turismo masivo.
Josep Lago/AFP
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La turismofobia o miedo al turismo se hizo presente en Barcelona (España), donde unas 2.800 personas se manifestaron en contra de los visitantes que se apostaban en cafeterías y otros lugares de interés.
Los manifestantes exigen límites al turismo masivo, porque segun ellos, encarece la vivienda en esta ciudad que es uno de los principales destinos turísticos de España.
La protesta se dio para denunciar que la masificación turística impacta de manera negativa en la vida los vecinos, y que les obliga a ser "expulsado" de sus barrios.
Más de 140 entidades de la ciudad, entre ellas asociaciones vecinales, ecologistas, movimientos en defensa de la vivienda y sindicatos, convocaron la marcha para reclamar un cambio de rumbo en el modelo turístico de la ciudad.
'Basta. Pongamos límite al turismo', y lemas como 'Tourists go home' o 'Tourism kills the city', se escucharon en la manifestación, que se tornó a ratos invasiva, porque los habitantes utilizaron pistolas de agua para mojar y ahuyentar a los turistas.
Imágenes de ciudadanos mojando a visitantes que tomaban un café o comían en un restaurante han dado la vuelta al mundo.
Según el Ayuntamiento, Barcelona tiene cerca de 1,6 millones de habitantes y que el año pasado recibió cerca de doce millones de turistas.
Las asociaciones convocantes denunciaron en un manifiesto que el modelo basado en un turismo masivo "genera dependencia económica de una industria altamente volátil".
También denunciaron que no hay "una regulación contundente del alquiler de temporada ni la desaparición del alquiler turístico podrían por sí solas cambiar la dinámica" sobre el mercado de la vivienda.
Regular y limitar inmuebles turísticos
El 8 de julio, el Ayuntamiento de Barcelona condenó las molestias que algunos manifestantes causaron a turistas durante la jornada de manifestaciones. Este frente a imágenes en las que se ve a ciudadanos increpar a turistas y mojarlos con pistolas de agua.
"Protestar contra el turismo masivo debe ser compatible con el respeto hacia las personas que visitan Barcelona", publicó en X Jordi Valls, el teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo.
Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunció el 21 de junio de 2024 que a partir de noviembre de 2028 no habrá pisos turísticos en la ciudad.
Se estima que en Barcelona existen unos 10.000 aunque se teme que haya muchos más ilegales, en la línea de otras ciudades europeas como París y Londres o americanas como Nueva York que han tomado medidas para limitar este tipo de alojamientos.
Medidas contra el turismo
Desde 2023, la capital de Países Bajos, Ámsterdam, plantea que que a partir del 2030 los cruceros no entren al centro de la ciudad. Una medida similar a la de Italia, que desde 2021 prohíbe cruceros grandes en la laguna de Venecia a la vez que ha impuesto restricciones de acceso a la Fontana de Trevi.
Mientras que en Asia, específicamente en Japón, las autoridades de Fujikawaguchiko, una locubicada a una hora y media de Tokio y conocida por ser un lugar para apreciar al famoso Monte Fuji, instaló una barrera de dos metros y medio para que los turistas no puedan tomar fotografías de la marvilla natural.
En abril de 2024, los funcionarios aseguraron a CNN que esto se da pues se han presentado problemas frecuentes con turistas que dejan basura o no respetan las normas de tráfico.
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