Municipio pretende reducir temperatura de Guayaquil con árboles nativos
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, anunció una iniciativa de siembra de árboles, arbustos y hierbas nativas en busca de recuperar el equilibrio climático de la ciudad.
Arboles, arbustos y hierbas nativas reemplazan al cemento y el adoquín en un redondel de Sauces 6, el primer bosque urbano nativo plantado a fines de abril en el norte de Guayaquil.
La Iguana
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El alcalde Aquiles Alvarez declaró el fin de la era de las palmeras en las áreas verdes de la ciudad. Y presentó un plan de intervención con árboles, arbustos y hierbas nativas en busca de “recuperar el equilibrio climático” de Guayaquil y reducir temperaturas hasta en ocho grados.
En su informe de gestión del primer año, Alvarez habló de “devolver los bosques a la ciudad”, construir infraestructura verde, sembrar especies endémicas y crear biosanjas para reducir el riesgo de inundaciones como parte del plan Guayaquil Reverdece.
Entre las metas está también reducir las temperaturas en entre dos y ocho grados centígrados con una nueva visión de la gestión de los espacios verdes de la ciudad, según el alcalde.
¿Es posible reducir la temperatura de una ciudad calurosa como Guayaquil hasta el ocho grados?
De acuerdo con la agencia de Naciones Unidas ONU-Habitat, que desarrolla programas y soluciones para mejorar la planeación de las ciudades, se puede reducir en menor o mayor medida la temperatura -de dos a ocho grados- según las características de la ciudad.
También depende de la ubicación estratégica de los árboles, que reducen la temperatura del suelo en las ciudades y puede ayudar a enfriar el aire, según ONU-Hábitat.
Por ejemplo, se requiere ubicar de forma correcta el arbolado alrededor de edificaciones para reducir la necesidad de aire acondicionado hasta en un 30%.
Y la cobertura de hormigón es tal en el centro, suroeste e incluso en lotizaciones municipales más recientes en el norte de Guayaquil, que desde el arriba lucen como moles de cemento.
Andrea Fiallos, presidenta de Fundación La Iguana -aliada del Municipio en el proyecto-, reconoce los desafíos del programa municipal 2024-2027. Y anuncia que habrá que “romper concreto” y recuperar suelos a lo largo de grandes avenidas, como parte del plan.
Bosques urbanos y malla verde
Fiallos dice que el plan municipal persigue la renaturalización de los espacios urbanos, transformándolos en una suerte de bosques urbanos con especies nativas.
A ello hay que sumarle la creación de una red de biocorredores para combatir el cambio climático y promover la biodiversidad, agrega.
La Iguana inició en abril pasado -en calidad de donación- la siembra del primer Bosque Urbano Nativo Público en el redondel monumento al Dr. Antonio Parra Velasco de Sauces 6, al norte de Guayaquil.
En 2022, la CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- presentó un plan de gestión y espacios verdes de uso público y arbolado de Guayaquil, financiado por la Unión Europea y con el apoyo de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD).
Se trató de una propuesta de “malla verde” (arbolado en red en toda la ciudad) que ahora el Municipio pretende aplicar con su propia impronta, partiendo de especies autóctonas del bosque seco tropical. Se parte de estudios que se han venido acumulado en el Municipio.
Según el alcalde, las áreas verdes de Guayaquil están actualmente conformadas en gran medida por vegetación introducida (césped, palmeras y plantas ornamentales) que “lejos de traer beneficios demandan altos recursos” en riego y otros cuidados.
“Tenemos más de 2.400 parques en toda la ciudad que poco a poco deben ir comenzando a transformarse en estos oasis naturales, en estas pequeñas selvas”.
Andrea Fiallos, fundación La Iguana.
Mientras que los árboles, arbustos y hierbas nativas se sustentan mejor en las condiciones naturales de la ciudad. Es decir, la sostenibilidad se impondrá sobre lo meramente ornamental. Y se buscará “crear ecosistemas autosuficientes”.
Entre las especies de árboles se encuentran ébanos, guasmos, pechiches y guayacanes, arbustos como el muyuyo y el algodón silvestre o hierbas como la wedelia y la cienfuegosia.
Intervenciones en cuatro grandes avenidas
Entre mediados de marzo y principios de mayo Guayaquil registró por momentos temperaturas máximas por encima de los 36 grados, con los picos más altos de todas las ciudades de la Costa. Y una disminución de sólo dos grados puede hacer una gran diferencia.
El nuevo programa municipal inició de forma oficial el viernes 24 de mayo, según Fiallos, casi a mitad del año fiscal, por lo que en lo que resta de 2024 el trabajo se centrará en el cambio de vegetación de lugares descuidados, como redondeles y distribuidores de tráfico.
La inversión mayor -aún se debe definir el monto- se realizará desde 2025, cuando se prevén comenzar a intervenir cuatro grandes avenidas de la ciudad. Entre ellas están la avenida de las Américas, las avenidas Kennedy, Pedro Menéndez y 25 de julio.
“Vamos a romper el concreto, hay que abrir biosanjas, permitirle a los suelos la permeabilidad. Entre más cemento, menos espacios permeables tenemos y a más inundaciones somos propensos”, dice Fiallos.
La Municipalidad le atribuye la proliferación de insectos parasitarios como la cochinilla a ecosistemas destruidos en las áreas verdes, que impiden el control natural de plagas.
Desde 2020, tras la pandemia de Covid-19-, la cochinilla afectó a cientos de especies arbóreas y mató más de 500 árboles en Guayaquil.
La Dirección de Ambiente del Municipio informó que en el último año se sembraron 4.000 árboles y se intervinieron 2.800 con la plaga de la cochinilla: el 20% no se recuperó. La especie samán se convirtió en la más afectada por el descontrol de las plagas.
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