El Niño: Unas 10.000 familias requerirán de asistencia por las lluvias en Guayaquil
El Municipio de Guayaquil adquirió 20.000 kits de ayuda humanitaria y ya se han entregado más de 3.000. Mientras que la ciudad cuenta con 11 albergues municipales para una población estimada de 1.500 personas, que podrían requerir alojamiento temporal por las lluvias.
Maquinaria municipal retira palizada de canales de drenaje pluvial en la parroquia rural de Posorja, perteneciente a Guayaquil, donde más de 300 casas resultaron inundadas el 20 de febrero de 2024.
Municipio de Guayaquil
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El área urbana de Guayaquil salió en general bien librada del primer bloque de lluvias intensas, de más de 12 horas, por el fenómeno de El Niño. Pero la etapa invernal recién empieza y se estima que hasta 10.000 familias requerirán de asistencia humanitaria.
La Empresa Pública Municipal de Riesgos y Seguridad (Segura EP) adquirió unos primeros 20.000 kits de alimentos no perecibles en diciembre pasado. Y el Municipio de Guayaquil ya ha entregado más de 3.000 kits de ayuda humanitaria a familias afectadas.
Solo durante la última semana se despacharon 600 kits de asistencia a El Morro y Progreso; y 1.000 a Posorja, en parroquias rurales, las más golpeadas hasta ahora por el temporal.
Alex Anchundia, gerente de Gestión de Riesgos de Segura EP, informó que con las previsiones de un fenómeno de El Niño moderado se estimó en 50.000 la necesidad de kits de alimentos, limpieza e higiene para unas 10.000 familias.
Segura EP prevé invertir USD 3 millones en los paquetes de respuesta humanitaria y el presupuesto total para enfrentar El Niño es de USD 25 millones.
Mientras que 1.500 personas podrían necesitar alojamiento temporal en Guayaquil, según Riesgos. La necesidad puede ser mayor, dependiendo de la intensidad de las lluvias y las vulnerabilidades de las zonas más afectadas, según el funcionario.
“El albergue se equipa con la emergencia. Y son una última opción para acoger a los damnificados, porque es preferible quedarse con familias acogientes”.
Alex Anchundia, Gestión de Riesgos.
En Posorja se activó el primer albergue, pero los afectados por las peores lluvias en seis años, el 19 y 20 de febrero, prefirieron quedarse en sus viviendas. Más de 300 casas se inundaron.
La ciudad cuenta con 11 espacios municipales para activarlos como albergues y son 27 las ubicaciones identificadas para equipar como alojamientos temporales, de requerirse.
La respuesta frente a las lluvias
El norte de Guayaquil recibió casi un 50% más de lluvias de las que colapsaron a Posorja o a la zona urbana de Samborondón (La Puntilla y Entre Ríos) el pasado 20 de febrero.
Pero Guayaquil se mantuvo operativa, en parte también porque las lluvias se registraron en la noche y madrugada.
Desde Segura EP destacaron la respuesta del sistema pluvial, pues a excepción de emergencias por los fuertes vientos o el colapso de muros por la fuerza de la corriente en la urbanización Beata Molina, en las zonas anegadas el nivel del agua bajó rápidamente.
Andrés Sandoval, gerente general de Segura EP, lo atribuyó al “Plan Choque” de preparación interinstitucional frente a El Niño, que tomó siete meses, y de las medidas que aún se están implementando.
“No es que se hayan comprado más camiones hidrocleaners para destapar el agua estancada en las calles, ni se han implementado más cuadrillas, sino que estamos siendo más eficientes”, dijo Sandoval.
“Los hidrocleaners son medidos y están mapeados estratégicamente para evaluar los tiempos de respuesta. El objetivo es que en máximo dos horas las vías estén operativas”.
Andrés Sandoval, Segura EP.
Los canales de Las Orquídeas y Mucho Lote, al norte, sitios que sufrieron tres grandes inundaciones el año pasado, se limpian incluso en plena lluvia. Y maquinaria retiró grandes cantidades de basura y sedimentos arrastrados por kilómetros desde el noroeste de la urbe.
En un solo día se recolectaron más de 2.000 toneladas de basura en la ciudad, por lo que el municipio pidió corresponsabilidad a la ciudadanía.
Pese a todo, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, es realista. “Esto no significa que no nos vamos a inundar, nos vamos a inundar siempre, eso es una realidad (...) pero lo que sí podemos hacer es seguir trabajando en prevención”, aseguró en su enlace radial.
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