Crisis en la Metrovía: Terminal de USD 3,6 millones ahora es un depósito de buses averiados
La terminal 25 de Julio de la Metrovía, estacionamiento de buses incendiados, dejó de funcionar. Desde febrero ya no salen buses articulados y este 19 de marzo se suspendió la salida de buses alimentadores, en una jornada caótica para los usuarios.
La Terminal 25 de Julio de la Metrovía, en el sur de Guayaquil, se queda sin usuarios. Allí permanecen estacionados 10 buses averiados, dos quemados.
Alexander García / PRIMCIAS
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La estación 25 de Julio, al sur de Guayaquil, construida en 3.300 metros cuadrados a un costo de USD 3,6 millones, dejó de funcionar. Ahora solo sirve de parqueo a 10 buses averiados, sin llantas y dos de ellos incinerados, en un síntoma más de la crisis de la Metrovía.
Se trata de una terminal de pasajeros inaugurada en 2010 y que operó con buses articulados hasta el 1 de febrero. Ante la caída de usuarios, solo 800 pasajeros diarios, se dispuso la salida buses alimentadores. Pero hasta eso se suspendió este martes 19 de marzo de 2024.
La terminal sin usuarios hace parte de la Troncal 2, MetroExpress, del sistema de transporte masivo de la ciudad, cuya operación entró en crisis y se vio comprometida este martes.
La troncal mueve 60.000 usuarios al día, la mitad de la cifra de los tiempos previos a la pandemia de Covid-19. Y esos pasajeros tuvieron que buscar otras opciones de movilización o enfrentaron largas esperas, de más de media hora, por buses que pasaban abarrotados.
La incineración de un nuevo bus de la Troncal 2 de la Metrovía, este 18 de marzo, la segunda en menos de un mes y a 500 metros de distancia de donde ocurrió otro suceso igual, agravó la crisis.
Se trata del tercer bus que se incinera en esa troncal en los últimos ocho meses, debido a problemas técnicos y falta de mantenimiento, según el municipio, que decidió terminar de forma unilateral el contrato de concesión con el consorcio privado MetroExpress.
José Franco Magallanes, gerente general de la Empresa Pública Municipal de Tránsito y Movilidad de Guayaquil, informó que la continuidad de la operación del consorcio representa un riesgo. "No podemos permitir que los usuarios sigan subiéndose a esas unidades", dijo.
Doble pasaje por “pésimo servicio”
La Municipalidad implementó un plan de contingencia para llevar 20 buses articulados, de “forma progresiva”, desde las otras dos troncales a MetroExpress, mientras prepara un concurso para elegir a un nuevo operador privado de la troncal.
En el primer día de la transición, la situación resultó caótica. Usuarios reportaron esperas de entre 30 minutos hasta casi una hora por un bus, en el corredor de 30 paradas y 26 kilómetros.
“El problema es que cuando por fin llega el bus a la estación, viene tan lleno que ni siquiera abre las puertas o no puedes entrar con tanta gente”, explicó Kevin Vera, un usuario que esperó casi una hora por un bus en la parada Valdivia, al sur de Guayaquil.
Los pasajeros se apretujaban en las puertas ante la llega de los escasos buses, mientras que los empujones y el cierre de puertas ponían en riesgo de caer de la estación a niños.
La troncal 2 conecta el sur con el norte. Y el plan de contingencia municipal incluye a tricimotos o buses de transporte convencional para cubrir las rutas alimentadoras del sistema, cercanas a las paradas y terminales.
Pero eso les representa a los usuarios un pago de doble pasaje, cuando el costo del alimentador y del servicio integrado de transporte es uno solo en la Metrovía.
Yessenia Barzola no encontró buses alimentadores en la Garzota (norte) para movilizarse hasta el hospital del Niño (centro). Y finalmente tuvo que tomar un taxi, contó.
De regreso esperó 20 minutos un bus de la Troncal 2, en la estación parroquia Bolívar. Pero ante la tardanza decidió caminar hasta otro punto del centro.
“Los buses están en mal estado, no les dan mantenimiento, meten gente como usted no tiene idea y el servicio es pésimo. El municipio le pagó millones de dólares a la Metrovía, ¿Qué hicieron con la plata?”, se preguntó con rabia Barzola.
¿Y los fondos de salvataje?
Entre 2021 y 2022, la Municipalidad aprobó USD 5,5 millones de salvataje para el sistema de buses de tránsito rápido de la ciudad. Es una compensación por las pérdidas económicas de los consorcios privados, derivadas de la caída de usuarios por la pandemia de Covid-19.
Magallanes, de la Empresa de Tránsito Municipal, anunció que se está revisando el uso de fondos otorgados al consorcio en años anteriores. Se trata de fondos que el municipio desembolsó para garantizar la correcta operación del sistema de transporte masivo.
Pero la crisis de la Metrovía no es nueva. A mediados del año pasado, luego de que la nueva administración asumiera el cargo, la municipalidad informó que más de 10 viajes por día resultaban interrumpidos por fallas mecánicas de buses articulados y alimentadores.
Además, las tres troncales funcionaban con el 40% de buses requeridos, proyectados para 2023. Por eso se cuestionó que el municipio pretenda trasladar 20 articulados a MetroExpress. Según la Empresa de Tránsito, “no hay déficit de unidades en la troncal 1 y 3”.
La cantidad de usuarios de las tres troncales de la Metrovía ha caído casi a la mitad (unos 60 millones de pasajeros al año), tanto por el mal servicio como por las dinámicas postpandemia.
La Troncal 2 funciona con 26% de unidades con las que debería contar, según las estimaciones de crecimiento inicial de la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM) de Guayaquil.
De hecho, la proyección es que MetroExpress debía funcionar en 2023 con 180 buses. Pero solo contaba hasta inicios de febrero con 29 unidades convencionales y 19 articulados, de mayor capacidad. Eso sin restar los 10 buses que están ahora averiados en la Terminal 25 de Julio.
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