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Brasileño Gomes deslumbró a Verdi, pero Zweig prefiere a Villalobos
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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El escritor e historiador Stefan Zweig (1881-1942) que además fue compositor y apreció la mejor música instrumental y escénica de Europa cree que el gran compositor italiano Giuseppe Verdi (1813-1901) quedó deslumbrado al presenciar una obra de Antonio Carlos Gomes (1836-1896), pero cree que Heitor Villalobos (1887-1959) refleja mejor el alma brasileña.
En su libro ‘Brasil país de futuro’, editorial Capitán Swing, colección entrelíneas, Madrid 2012, narra toda su experiencia mediante un recorrido por los principales lugares de Brasil, donde vivió varios años exiliado antes de su trágica muerte.
En uno de los capítulos aborda con bastantes conocimientos el significado de la música brasileña que, tal como ocurrió en muchos países de América llegó tarde a la creación de obras académicas importantes.
En la música, dice, se deja sentir la ausencia de una tradición secular que hubiera penetrado profundamente en las capas sociales y ensaya la siguiente crítica:
“Faltan los grandes coros educados, de modo que las mismas obras monumentales de la música como ‘La pasión según San Mateo’, los grandes réquiems, la ‘Novena Sinfonía’ de Beethoven, los oratorios de Haendel les son prácticamente desconocidos al gran público”.
Zweig comenzó a visitar Argentina, Uruguay y Brasil a partir de 1936, después volvió a Inglaterra, que le había otorgado la nacionalidad inglesa y nuevamente regresa a Brasil donde se cree vivió entre dos y tres años antes de suicidarse junto con su esposa Charlotte Altmann en Petrópolis, ciudad fundada por alemanes, 64 kilómetros al interior de Río de Janeiro.
Tanto la ópera de Río de Janeiro como la de São Paulo basan su repertorio desde hace cincuenta años en la producción italiana de Verdi y en el mejor de los casos en Puccini; pero una obra como el Tristán (Wagner) ha sido interpretada no más de dos veces, dice el autor.
Señalemos que Stefan Zweig escribió el libreto de la ópera bufa en tres actos ‘La mujer silenciosa’ con música del alemán Richard Strauss (1869-1949), tal como se narra en este artículo de PRIMICIAS.
Según Zweig, Gomes, oriundo de un villorrio del interior del estado de São Paulo (nació en la vila São Carlos, hoy Campinas, que en la actualidad tiene 1,3 millones de habitantes) y a los 10 años había integrado una banda de música; se formó sin maestro.
En 1861, Gomes logró estrenar en Río de Janeiro su primera ópera ‘A noite do Castelo’ y alcanzó un gran reconocimiento en el ámbito musical; eso conmovió al emperador Dom Pedro II que lo envió a Europa para que perfeccione su música.
En Italia se encontró con la traducción italiana de la novela ‘O Guaraní’ escrita por su compatriota José de Alencar, habla con su libretista y en 1870 estrena la ópera nada menos que en la Scala de Milán y con un “éxito sensacional”, reseña Zweig.
“El maestro Verdi declara haber encontrado un sucesor digno y aún en nuestros días se representa de tarde en tarde en los escenarios italianos ‘O Guaraní’, que un historiador de la música la definió como la mejor ópera meyerbeeriana (Giacomo Meyerbeer 1791-1864)”.
El escritor e historiador austríaco, autor de ‘Momentos Estelares de la Humanidad’ dice de la obra lírica que es un típico modelo ejemplar de la gran ópera que brinda demasiado al oído y a la vista, “pero no bastante al alma”.
Explica que la obra de Gomes cuadra exacto en la pomposa época romántica de Meyerbeer y que O Guaraní constituye hoy mucho más un documento de la historia de la música que “una obra de música viva”.
Y ahí viene la defensa de Villalobos, famoso por sus ‘Bachianas brasileiras’, a quien califica de “rítmico, enérgico, con marcada voluntad propia” porque infunde a cada una de sus obras un colorido que no se halla en ningún otro compositor.
Villalobos, prosigue Zweig, con sus agudos y luego con su triunfal melancolía “refleja misteriosamente el paisaje y el alma de los brasileños”.
La obra citada por el escritor, tal como está anotado es el mismo de la novela ‘O Guaraní’, pero musicalmente en la actualidad la ópera es conocida como 'Il Guaraní', que tiene una obertura más influenciada por Verdi que por Meyerbeer (criterio personal).
En este artículo de PRIMICIAS se comentó también el papel de otros músicos brasileños del siglo XX.