El Chef de la Política
Yaku, el gran perdedor de la primera vuelta
Politólogo, investigador de FLACSO Ecuador, analista político y Director de la Asociación Ecuatoriana de Ciencia Política (Aecip).
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Aunque, en rigor, los seis candidatos que no llegaron a la segunda vuelta son los perdedores del reciente proceso electoral, hay algunos que cargan con más pasivos que otros.
De ellos, uno se destaca por ser el que ha tenido que asumir los mayores costos de la caída y los embargos políticos que de allí se derivan. Carlos, Agua o Yaku, como usted prefiera es, de lejos, quien en este momento debe estar en el mayor proceso de catarsis de cara a dejar en el olvido lo sucedido hace pocos días.
En efecto, el candidato del hablar pausado pasó de 19,39% de votos en 2021 a 3,97% en 2023. Si estas cifras no son evidencia de una derrota colosal, entonces es difícil saber bajo qué condiciones se podría considerar que un candidato ha sido aplastado en la búsqueda del poder político.
Nada puede ocultar el fracaso electoral del elegido por la dupla Acosta-Larrea. Nada. Ni siquiera el intento de reivindicar para sí el triunfo de la pregunta respecto al mantenimiento del crudo del ITT indefinidamente en el subsuelo.
Varios factores jugaron en contra de Yaku en esta ocasión. Por un lado, el discurso de abrazar árboles y así conseguir la cohesión social, no calzó más. Tampoco suscitaron adhesiones las propuestas económicas que, si bien se ganan de lejos el membrete de alternativas, no coinciden con las dinámicas del mundo actual.
Aunque lo dicho no quiere decir que el discurso ecologista haya pasado de moda, ni que haya muchos soñadores que crean en un sistema económico basado en el trueque y las granjas colectivas, lo cierto es que esta campaña no era para ese tipo de propuestas.
Ahora la gente buscaba lo pragmático y coyuntural, que no era otra cosa que una salida a la inseguridad y el desempleo. Alguna esperanza. Alguien que genere confianza en que se puede salir de la crisis.
Frente a ello, el discurso pachamamista fue insuficiente. Ahí los resultados.
Por otro lado, la ausencia de Pachakutik como aval de la candidatura de Yaku, también jugó en contra. A pesar de las serias tensiones que existen a la interna de esa agrupación política, su capacidad de disciplinar a sus seguidores es indudable.
En la provincia de Cotopaxi, por ejemplo, Yaku obtuvo el 43,80% de votos en 2021 mientras que ahora llegó apenas a 9,06%. En Chimborazo, la historia fue similar. De 41,55% en 2021 descendió a 8,66% en 2023. Bolívar siguió la misma dinámica. 47,92% de votos en 2021 y 11,07% en 2023.
Aunque a primera vista se podría creer que la fortaleza del partido del arco iris fue determinante, no hay que olvidar que la figura de Yaku en la elecciones pasadas también era otra. Sin innovación en sus propuestas y sin el sello del indigenista Pachakutik, las consecuencias están a la vista. Paliza.
Pero a lo hecho, pecho. ¿A dónde irán los votos de Yaku en segunda vuelta? Esa es la pregunta que ahora interesa y frente a ella las respuestas son variadas y con bajos niveles de certidumbre. Sin embargo, algunas conjeturas se pueden plantear.
Los sufragios de quiénes votaron por Yaku pensando en Gustavo Larrea probablemente girarán hacia Noboa. El tortuoso desenlace del maridaje entre el líder de Democracia Sí y la Revolución Ciudadana no permitiría inclinar la balanza hacia Luisa González.
Los camaradas de Acosta desde ya tendrán su voto marcado con una gran cruz en la papeleta, por lo que más allá de agregar unos cuantos votos al nulo, no conllevarán diferencia alguna al resultado final.
El resto, los que creían en la propuesta de Yaku propiamente, son los apoyos que la candidata de la Revolución Ciudadana intentará capturar. No son muchos, pero de a poco intentará llegar a esos 17 puntos porcentuales que le faltan para llegar a la Presidencia y que ahora mismo parecen inalcanzables.
Mientras todo esto sucede, Leonidas Iza estará esbozando una gran sonrisa. El revolcón de Yaku lo catapulta al interior de la organización indígena y su rol como pieza clave en el próximo proceso electoral gana mayores espacios.
Sin otros dirigentes con la visibilidad de Iza, las apuestas de Pachakutik hacia 2025 no tienen por ahora otra carta de presentación que la suya.
De allí que la interrogante que se abre tenga que ver con descifrar si el autor de 'Estallido' estará dispuesto a jugarse la próxima presidencial bajo las condiciones de deterioro en las que se encuentra su agrupación política. Aquí otra de las consecuencias de la derrota de Yaku en la presidencial del 2023.