Leyenda Urbana
Asaltos, robos, secuestros; ya basta: Hay que parar la violencia
Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
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Qué pasa en Ecuador se preguntan desde el exterior, impactados por los asaltos con violencia, los secuestros, el sicariato, las 'vacunas' y los asesinatos a sangre fría, muchos de los cuales quedan registrados en cámaras de seguridad y son difundidos en redes sociales.
El asalto a una concesionaria de vehículos en Quito, el fin de semana, con el robo de 24 carros, tiene dimensiones cinematográficas, pero de miedo, porque confirma que el crimen se impone.
La inseguridad se ha vuelto un tormento para el país.
Atrás quedó la época en la que la gente salía a caminar con tranquilidad por el barrio o los parques; estacionaba su vehículo para ir al trabajo o a una reunión, y regresaba a su casa sin temor alguno.
Hoy, quienes no están obligados a salir por trabajo o por una diligencia piensan dos veces antes de ir por un café, para evitar exponerse, lo que prueba, con dolor, que los ecuatorianos están perdiendo su libertad.
La más reciente encuesta de Click Report revela, con cifras, el sentimiento de la gente y el estado de indefensión colectiva en Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta y Portoviejo, aunque bien podría hacerse extensivo al país entero.
A la pregunta de ¿cuál considera es su principal problema personal? 63,63% responde la inseguridad, por encima, incluso, del desempleo que tiene 21,68%.
Este criterio se ratifica cuando se consulta por el principal problema de la ciudad y 42,38% responde que es la delincuencia.
Lo dramático se torna escalofriante cuando, al consultar sobre el mayor problema del país, 30,06% menciona a la delincuencia; 6,76%, al narcotráfico y 3,48%, al sicariato.
Escalofriante no solo porque los tres factores suman 40,3%, sino porque son parte de los 10 temas que más inquietan a los ecuatorianos, junto con el desempleo, la corrupción, la crisis económica, la mala administración, el alza de combustibles, la salud pública y la migración, lo que implicaría que la paz social se ha perdido.
Balaceras por doquier, asaltos en tiendas y centros comerciales; sicarios que ingresan a los hospitales, viviendas, bares y restaurantes; extorsionadores en los barrios; robos en los vehículos, en gasolineras y en cualquier parte y en cualquier provincia, resulta insoportable.
El Estado ha perdido el control.
No hay lugar donde la gente se sienta segura, porque la violencia ha alcanzado todos los puntos cardinales, y todos los sectores sociales.
En los barrios más pobres, en los sectores medios y en las urbanizaciones exclusivas; en la ciudad y en la zona rural; en la Costa, en la Sierra, en la Amazonía y hasta en las Galápagos, la violencia se ha enseñoreado.
¡Esto no puede seguir!
Días atrás, el secuestro de una pareja en la Ruta Viva conmocionó a la Quito; felizmente, la rápida y efectiva acción de la Unidad Antisecuestros y Extorsión (Unase), por la oportuna denuncia, logró rescatarlos sanos y salvos.
El doloroso episodio sacó a la luz una realidad espeluznante: Un menor de 13 años era uno de los secuestradores y tenía antecedentes por homicidio.
Ser pobres y sin posibilidades de educación, creciendo en un medio hostil y abandonados por el Estado, convierte a los niños en presa fácil de las organizaciones delictivas.
Expertos revelan que en 2022 alrededor de 200.000 niños habrían desertado del sistema escolar público. ¿A dónde irán? ¿Qué harán con su vida si las mafias son las únicas que les ofrecen 'una oportunidad'?
El secuestro mencionado también mostró la realidad insospechada de la capital en materia de seguridad, en algunas de las vías más transitadas.
En la Ruta Viva se producen con frecuencia asaltos, secuestros y hasta asesinatos; mientras que en la avenida Simón Bolívar y en la autopista General Rumiñahui hay varios puntos críticos.
Informes del ECU 911 señalan que en la avenida Simón Bolívar hubo 2.435 emergencias en 2022, relacionadas con robos y ocho denuncias por secuestros.
Y en lo que va de 2023 ya se han reportado 617 emergencias por robo y dos denuncias por secuestro.
Según la Policía, solo en el último mes se han producido cuatro denuncias de asaltos y secuestros en la Ruta Viva.
El Gobierno anuncia que ha colocado más cámaras, que levantará un corredor seguro con 30 vehículos y que 50 policiales estarán como personal operativo.
Las imágenes de un par de delincuentes que se exhiben con armas en un video, que se ha visto estos días, tienen una dimensión apocalíptica, porque confirman que dominan la situación y no le temen a nadie.
Estos sujetos saben que quienes delinquen y son detenidos por la Policía salen libres a las pocas horas porque unos jueces venales se han puesto de su lado, y no del de las víctimas.
¡Un horror!
Carolina Andrade, experta en Gobernabilidad de Instituciones de Seguridad e Inteligencia, dijo, en Hora 25, que las distintas actividades criminales mueven en Ecuador entre USD 2.100 millones y USD 5.400 millones anuales.
Son cifras descomunales que dan cuenta de la dimensión de la economía vinculada al delito.
La dimensión del mal.
Encarar a la delincuencia, al crimen organizado y a todas las mafias en Ecuador es una tarea que ameritaría la fuerza del mítico Hércules y la astucia de Perseo juntos; por eso, nadie puede dejar de participar, comenzando por las autoridades que tienen la obligación legal y moral.
No podemos perder nuestro país. ¡Hay que parar la violencia!