Canal cero
Las víctimas de la narcoguerrilla
Doctor en Historia de la Universidad de Oxford y en Educación de la PUCE. Rector fundador y ahora profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador. Presidente del Colegio de América sede Latinoamericana.
Actualizada:
Héroes y heroínas del Ecuador
La firma de los acuerdos de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC fue buena noticia. Pero tuvo un efecto no deseado, aunque previsible. Muchos insurreccionales no dejaron las armas y continuaron acciones violentas al servicio del narcotráfico en la frontera entre Colombia y Ecuador.
El 26 de marzo de 2018, un hombre que decía ser 'Guacho', líder del Frente Oliver Sinisterra (FOS), en una llamada informó que tenían como rehenes a los miembros de un equipo periodístico del diario El Comercio de Quito y que, si no liberaban a tres presos de “su gente”, matarían a los secuestrados. Javier Ortega, periodista; Paúl Rivas, fotógrafo, y Efraín Segarra, conductor, habían ido a la frontera para cubrir la violencia y la acción del narcotráfico. Allí fueron secuestrados.
Semanas antes, la policía ecuatoriana había desmantelado un laboratorio clandestino en la frontera que producía 5.000 kilos de clorhidrato de cocaína cada 15 días. El 12 de enero de 2018 fueron capturados los tres hombres que 'Guacho' quería fueran liberados: el ecuatoriano Patrocinio Cortez, alias 'Cuco'; y los colombianos James Cuajiboy Arce y Diego Tobón Vélez.
Como el gobierno se negó, lanzaron una campaña de terror en el lado ecuatoriano de la frontera.
El 27 de enero, un coche bomba explotó cerca del puesto de policía de San Lorenzo. Siguieron ataques armados a patrullas militares y atentados con explosivos, con cuatro militares muertos en Mataje.
El 16 de marzo la Fiscalía allanó la casa de la madre de 'Guacho' en Mataje e incautó pertenencias de él y su familia. 'Guacho' amenazó con colocar bombas y asesinar a civiles. El 26 de marzo fue secuestrado el equipo periodístico.
Se abrió un canal de comunicación vía WhatsApp para negociar, pero luego de unos días se cortó. En las conversaciones, 'Guacho' trataba de que se lo considere como una fuerza beligerante y que se canjeara a sus hombres presos con los rehenes.
Hubo un intento de liberarlos por parte de Ecuador, pero fracasó. Las conversaciones fueron intermitentes y el gobierno no las manejó adecuadamente. No se concretaba el canje. Mientras tanto, la opinión pública ecuatoriana tomaba conciencia de la gravedad del hecho.
El 11 de abril, cuando circuló la noticia de que los tres secuestrados habían sido asesinados, mucha gente que acompañaba a sus familiares salió a la calle a exigir que fueran rescatados con vida al grito “nos faltan 3”. Pero el 13 de abril de 2018 se confirmó el asesinato de Javier, Paúl y Efraín. La reacción nacional fue enorme y demandó que se aclararan los hechos.
El presidente Lenin Moreno anunció que desclasificaría los documentos sobre el secuestro. Pero la información que se entregó fue escasa y no ayudó a aclarar el crimen. Las investigaciones no avanzaron.
En Colombia el caso se cerró con la muerte de 'Guacho', que fue alcanzado por un francotirador el 21 de diciembre de 2018. Murió en su ley, como el equipo de prensa murió también en su línea, víctima de la narcoguerrilla por la dedicación a su trabajo.