Vacunémonos ya
Graduado de la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia, socio de la firma ecuatoriana de estrategia y finanzas corporativas Ahead Partners, exasesor McKinsey and Company y ex VM de Comercio Exterior.
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Me llega un meme de parte de Sergio que dice "si las empresas aportan las jeringas y equipos de protección, la vacuna será provista por el Estado". Salta en mi mente la preocupación por el espíritu de la época (en alemán Zeitgeist) con las comunicaciones por redes sociales llenas de 'noticias falsas'.
Lo conversamos entre amigos. Podría ser que el sentido común y la iniciativa hayan triunfado sobre el tortuguismo pasmoso que, muchas veces, prevalece en la toma de decisiones en tiempos de crisis.
La idea es positiva sin duda. Reduce costos para el Estado y este no cede su responsabilidad a la hora de aportar las vacunas.
Otro amigo me lo confirma: "es verdad. La Ministra de Salud lo comentó muy formalmente..." Me alegro. Salta otro amigo, Saúl, e indica "desde el punto de vista social se podría vacunar a la pareja del colaborador". Me parece una gran idea.
Ya para entonces sabíamos de la donación del Gobierno de los Estados Unidos de dos millones de dosis de la vacuna Pfizer. Me alegro más. ¡Gracias a todos los involucrados!
Según el doctor William Petri, profesor de enfermedades infecciosas y sanidad internacional en la Universidad de Virginia, "vacunarse inclusive para la variante Delta (de la India) es la acción singular más protectora que uno puede tomar".
Como escribí anteriormente, la recuperación económica depende de las condiciones de la pandemia, siendo clave romper la relación entre nuevos casos de Covid-19 y la hospitalización. Sin embargo, aunque estemos vacunados, no podemos abandonar las medidas de prevención.
Coincidentemente, leí recientemente un artículo del Chicago Booth Review titulado 'a big risk for companies: low public support' o 'un gran riesgo para las empresas: caída en el apoyo del público' en el cual los investigadores de la Universidad de Chicago documentan, basados en una encuesta en Estados Unidos, la relación dinámica en el contrato social en temas de medio ambiente, sociedad y gobernanza que tienen las empresas con la sociedad donde se encuentran.
Entre las brechas que encontraron en el estudio está la diferencia entre la expectativa de la sociedad y la percepción de la misma sobre cómo las empresas deben contribuir a los costos de salud de los empleados.
Recordemos que los primeros asentamientos como comunidad empiezan por la necesidad de seguridad, sanidad y educación.
Todos sabemos que tenemos problemas en Ecuador, algunos muy graves, pero es tiempo también de que reconozcamos que no hay soluciones individuales porque todos estamos en el mismo bote.
Así que tendremos que aprender a remar en la misma dirección.
La vacunación y las medidas de cuidado durante esta pandemia son un caso ejemplar.