Una Habitación Propia
¿A ustedes también les pasa?
María Fernanda Ampuero, es una escritora y cronista guayaquileña, ha publicado los libros ‘Lo que aprendí en la peluquería’, ‘Permiso de residencia’ y ‘Pelea de gallos’.
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¿A ustedes también les pasa que tienen unas pesadillas tan horrendas que deben despertarse del todo, o sea, prender la luz, ir al baño, tomar agua, nada más para asegurarse de que no van a volver a ese sitio tenebroso donde los persiguen monstruos, donde su familia los abandona, donde corren desesperados y pierden una y otra vez el avión que los iba a llevar a casa, donde trozos del techo caen sobre sus cuerpos paralizados y no pueden gritar?
¿A ustedes también les pasa que buscan sabores festivos, exquisitos, azucarados y cremosos, para al menos durante las comidas olvidarse del espanto de todo esto?
¿A ustedes también les pasa que durante un mismo día van del miedo más profundo a la esperanza, luego a la ternura y otra vez a la ira para deslizarse hasta una preocupación que corta el aire y una vez más al amor que en cuestión de horas se convierte en un desasosiego que mata?
¿A ustedes también les pasa que hay días en que simplemente no se pueden levantar de la cama?
¿A ustedes también les pasa que fantasean con la playa?
¿A ustedes también les pasa que se juran que mañana –siempre mañana– van a descargarse esa app para hacer ejercicio, que van a empezar un libro, que van a aprender a tejer, que van a hacer pan, que van a disfrutar de que por primera vez en sus vidas tienen tiempo libre?
¿A ustedes también les pasa que se olvidan por un ratito de que esto está pasando y entonces la realidad les da una bofetada que les vira la cara y se quedan llorando como una criatura sin mamá?
¿A ustedes también les pasa que tienen tanto, pero tanto miedo por sus seres queridos mayores que hasta se ponen violentos con ellos cuando se enteran de que se han expuesto al contagio?
¿A ustedes también les pasa que el dolor de cabeza es como una tenaza gigante que se les ha clavado en las sienes? ¿Ustedes también sienten un dolor tan fuerte que les taladra los ojos y los oídos y los incapacita para la vida?
¿A ustedes también les pasa que en el mismo minuto ven un vídeo emocionante y lloran y ven otro gracioso y ríen y leen cómo están manejando la crisis las autoridades de Guayaquil y serían capaces de matar con sus propias manos?
¿A ustedes también les pasa que todos los días imaginan lo primero que van a hacer cuando esto se termine y todas esas fantasías tienen que ver con estar con otras personas, con reír con otras personas, con abrazar a otras personas?
¿A ustedes también les pasa que agradecen que su papá haya muerto antes de esto porque saben que perder a toda la gente de su generación en cuestión de días los llenaría de un dolor y un terror insoportables?
¿A ustedes también les pasa que presienten el futuro como una cosa gelatinosa y gris, parecida a las arenas movedizas, donde saben que miles y miles se van a hundir hasta la asfixia?
¿A ustedes también les pasa que imaginan su futuro como arena movediza?
Díganme, por favor, que no estoy sola.