Contrapunto
'Ulises y los juguetes rotos', la novela de Ernesto Carrión
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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Imaginen los lectores a 40 latinoamericanos del ámbito de la cultura reunidos en un país tan grande y formidable como México, tras haber ganado una beca de estudios por cuatro meses
¿Qué de bueno o malo puede salir de ese encuentro? Especialmente por lo variopinto de los becarios: pintores, escultores, músicos, cineastas, fotógrafos, bailarinas, artistas visuales, escritores y poetas.
Como siempre hay uno que se atrasa, el programa se inicia con 39 mujeres y hombres intelectuales que, tras un reconocimiento inicial en la capital, se dividen para desplazarse a ciudades del interior.
'Ulises y los juguetes rotos', Editorial Planeta, Colombia 2022, es la nueva novela del poeta, novelista y guionista Ernesto Carrión (Guayaquil, 1977).
Con casi una novela publicada por año, Ernesto Carrión está considerado entre los escritores importantes de la nueva generación literaria de Ecuador.
En la contraportada y en las primeras páginas se explica que la novela está dedicada a Ulises Juárez Polanco, escritor nicaragüense que, en 2017, fue encontrado muerto en su casa, supuestamente por problemas cardíacos, a pesar de que tan solo tenía 33 años.
Sin embargo, no se vaya a creer que la obra literaria solo escudriña la vida del nicaragüense. De hecho, es uno de los personajes importantes de la novela, que se destaca por la fuerza narrativa de los otros protagonistas.
En el grupo de intelectuales resalta el papel de un poeta ecuatoriano que es simplemente genial: Río Carcelén que, al igual que los demás becarios, recibe más adelante un apodo, en este caso el de Calibán.
Ulises no se gana ningún apodo, solo se llama Ulises y su viaje a México es el primero de su vida. Define a su antiguo yo como "un abogado penalista de un estudio jurídico lleno de seres insensibles e hijos de puta".
Calibán, guayaquileño y descendiente de jamaiquinos que construyeron el ferrocarril, es locuaz, campeón para una farra. El poeta ecuatoriano es, al mismo tiempo, un enamoradizo que se apasiona por una becaria española apodada Lollipop.
Al conocer al ecuatoriano, Ulises lo describe como uno de esos "engendros literarios que pululan por Latinoamérica imitando a Bukowski".
El autor de 'La carnada', 'El vuelo de la tortuga', 'Incendiamos las yeguas en la madrugada' y otras obras deja bien trazada la idea de una novela latinoamericana, que destaca por la originalidad de los becarios.
A través de los personajes se llega hasta grandes escritores como Borges, Bolaño, Rulfo o hasta la sala de terapia intensiva de Gustavo Cerati, la leyenda de Soda Estéreo, el príncipe del rock.
Otro personaje de esta ficción es el chileno Ramiro Cueva, conocido como La Madre. No encontró mejor ocupación que dedicarse al microtráfico de drogas para mejorar los ingresos de la beca y vivir siempre bajo el vértigo de la ilegalidad.
La Madre ensaya su denominado 'Diario de un narco o de cómo sobrevivir como artista en un país lleno de culeros'. (Según el Diccionario culero-ra es una persona miedosa, pero la palabra puede ser más fuerte de acuerdo con el contexto).
Anfitrión de fiestas y proveedor de drogas para todos los becados, La Madre tenía previsto quedarse a vivir en México, país que dio fama y prestigio a Bolaño, pero su destino será muy diferente.
Lo que ocurre con los becarios está repleto de sorpresas, de anécdotas y en cada relato se nota la habilidad literaria del escritor, de su erudición cuando hurga en la narrativa latinoamericana, incluso en el acento de los personajes unidos bajo un mismo pero diverso idioma.