Análisis Económico
Tres propuestas para salvar la economía
Director general de Perspectiva, consultora de asuntos económicos y empresariales. Docente de posgrado en macroeconomía y políticas públicas. Realiza análisis coyunturales del Ecuador para The Economist Intelligence Unit (EIU).
Actualizada:
La nueva normalidad que nos trajo la pandemia demanda reformas inmediatas y profundas para salvar la economía. Es urgente completar las tareas incumplidas y relegadas por décadas. Será asunto del nuevo Presidente.
Por eso es importante que el nuevo Presidente de Ecuador tenga la capacidad ejecutiva de la que el actual carece.
Propongo tres ideas que permitirían movilizar recursos tanto en el sector público como privado para aliviar la economía y mejorar las condiciones de vida.
Aprovechamiento responsable de los recursos naturales. Ecuador no puede darse el lujo de mantener sus recursos petroleros y mineros bajo tierra. Debe aprovecharlos con responsabilidad ambiental, haciendo uso de los avances tecnológicos.
La responsabilidad fiscal e intergeneracional también es relevante. Debemos ser responsables con nosotros y con las generaciones futuras, ahorrar una buena parte de los recursos que se obtengan del petróleo y y de la minería.
Para lograrlo se requiere decisión política, esquemas contractuales exitosos y experiencia y prudencia en la administración. El nuevo presidente deberá estar al frente de estas decisiones, sin temblar.
Un ministro de Ambiente y un secretario del agua preocupados por la conservación ambiental pero que acompañen y respalden al ministro de Energía.
Hay que renegociar los contratos petroleros. El esquema de participación es la práctica exitosa mundial que atrae miles de millones en inversión privada. Por último, un administrador responsable que salvaguarde estos recursos. No más despilfarro.
Rescatar y revitalizar la ruralidad. El campo y la agricultura crean la mayor cantidad de empleos en Ecuador y son los mayores generadores de divisas para la economía.
La decisión más importante para el campo son los tratados de libre comercio. Con Estados Unidos para las flores, el banano y otras hortalizas. Con China y los países orientales para el camarón y la pesca.
Eliminar el exceso de trámites a nivel municipal es importante también.
Otro tema vital para la ruralidad es la reforma laboral. Una nueva ley de oportunidades laborales que facilite la contratación y promueva la formalidad en el campo es urgente para combatir la pobreza. Además, mejoraría la competitividad de nuestros agricultores frente a sus competidores en el mundo.
Cobertura nacional de telecomunicaciones. Para llevar salud y educación a cada rincón del país en la nueva realidad poscovid hay que permitir el avance de la cobertura sin castigos. Hoy en día el Estado cobra por expandir la cobertura, algo insólito.
Las herramientas telemáticas tienen el potencial de generar oportunidades laborales. Además, permitirían poner a disposición de los niños y de los jóvenes contenido educativo con los más altos estándares. Lo mismo en salud y otros servicios públicos. Quitarle el ICE a los planes celulares también es importante, es una necesidad no un lujo.
Estos temas son solo puntos referenciales de partida. La lista de reformas es extensa. El nuevo gobierno debe aprovechar cada instante. Buena la idea de los 100 minutos, por aquí puede empezar.