Canal cero
El teniente Ortiz, héroe del 41
Doctor en Historia de la Universidad de Oxford y en Educación de la PUCE. Rector fundador y ahora profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador. Presidente del Colegio de América sede Latinoamericana.
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La invasión del Perú a Ecuador en 1941 para forzarle a ceder territorios fue un conflicto desigual, entre un agrupamiento de tropas peruanas atacantes de cerca de 10.000 hombres, bien apertrechados y con armas modernas, contra menos de 3.000 defensores ecuatorianos mal armados.
La desigualdad empeoró con la presencia en el gobierno de Carlos Arroyo del Río, miembro de la oligarquía liberal guayaquileña, abogado de intereses extranjeros, que había llegado al poder por fraude electoral en 1940.
No tuvo una respuesta firme, prefiriendo la supervivencia de su impopular gobierno a la defensa del país.
El ataque peruano se dio el 5 de julio de 1941 en varios frentes.
Las tropas peruanas, no sin fuerte resistencia, tomaron puestos en la Amazonía y ocuparon la provincia de El Oro, algunas de cuyas localidades fueron bombardeadas.
Se convino un cese al fuego, pero el Perú aprovechó para avanzar sin detener la agresión.
Luego de una etapa de tensa calma, en enero de 1942, se firmó en Rio de Janeiro, entre los dos países, un protocolo en que el Ecuador cedió los territorios que el Perú reclamaba.
En medio del conflicto, los miembros de las fuerzas armadas ecuatorianas protagonizaron numerosos actos heroicos.
Uno de ellos fue el del subteniente Hugo Ortiz, guayaquileño nacido en 1920, que se había trasladado a vivir en Quito, donde estudió en el Colegio Militar y luego de su último año como brigadier mayor de cadetes, en 1939, se graduó de subteniente.
Fue designado al Grupo de Caballería Febres Cordero y dos años más tarde fue trasladado al Batallón Oriental No. 13 "Ecuador", que tenía destacamentos en la confluencia de los ríos Yaupi y Santiago.
El 1 de agosto de 1941 unidades peruanas tomaron el destacamento del Río Yaupi.
El subteniente Ortiz supo que su destacamento sería el siguiente, envió un último parte militar y escribió una carta a su madre.
El 2 de agosto el destacamento del Río Santiago fue atacado por numerosas fuerzas peruanas armadas de fusiles y ocho ametralladoras. La guarnición ecuatoriana de un puñado de hombres armados de 10 fusiles Máuser y 2.000 cartuchos, fue rodeada e incendiada.
Un oficial peruano les invitó a rendirse, pero el subteniente Ortiz se negó y murió combatiendo con varios de sus hombres.
Fue enterrado con honores en el campo, pero en 1943, sus restos fueron recuperados y depositados luego en el Templete de los Héroes. Ortiz fue ascendido post-mortem a teniente y recibió la Estrella Abdón Calderón, como héroe de guerra.
Días antes, el 31 de julio de 1941, tropas peruanas habían atacado la guarnición ecuatoriana Tarqui, en el sur.
Los soldados ecuatorianos, comandados por Maximiliano Rodríguez, lograron detener momentáneamente el ataque.
Rodríguez cayó en acción. Tomó el mando el cabo Luis Minacho y continuó con la desesperada defensa, hasta que también cayó en combate, habiendo resistido valientemente a fuerzas muy superiores.
El cabo Minacho es reconocido como un heroico ejemplo de soldado.