Una Habitación Propia
Tengo miedo
María Fernanda Ampuero, es una escritora y cronista guayaquileña, ha publicado los libros ‘Lo que aprendí en la peluquería’, ‘Permiso de residencia’ y ‘Pelea de gallos’.
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Tengo miedo de escribir lo que quiero escribir.
Tengo miedo de que guarden ese texto que está en mi cabeza, que no es este, que es un texto de alguien que no tiene miedo, envíen el link a un país lejano y poner en el radar del odio a mi familia.
Tengo miedo de que mi familia quede empapelada, jodida, estampada en la pared en la que, como en las películas de asesinos en serie, hay un montón de personas inocentes que no saben que alguien está mirando sus fotos, esperando para dañarlos.
Tengo miedo a lo que va a pasar a partir del lunes, al país que seremos a partir del lunes.
Tengo miedo a las represalias guardadas, fermentadas, que han crecido como hongos, a gente a la que quiero y respeto, a gente necesaria para este país, a usted, que está leyendo esto porque aún hay libertad de prensa.
Tengo miedo a que sea imposible volver a hablar con gente a la que -hasta ahora, hasta esta campaña- consideraba interlocutores válidos e inteligentes. Incluso, digo más, amigos.
Tengo miedo a estar en la lista negra y lo que signifique estar en la lista negra.
Tengo miedo a estar en la lista negra y lo que signifique estar en la lista negra.
Tengo miedo a decirles que voten por el bien común porque eso ya no es un concepto válido en este país. No hay bien. Y no hay común.
Tengo miedo a este silenciamiento autoimpuesto. ¿No que soy tan valiente? No sé de lo que es capaz un ser nutrido en venganza. El causar daño a los seres que ama para castigar a alguien es el recurso preferido de los malignos.
Tengo miedo del castigo ejemplarizante para los que pensamos distinto.
Tengo miedo a la ausencia total de democracia.
Tengo miedo a los encarcelamientos a quienes hacen oposición, a la tiranía que conduce a la autocensura, a la absoluta impunidad, al lobo feroz en Carondelet.
Tengo miedo al exilio, o sea, no a irme, sino a no poder quedarme.
Tengo miedo al cierre de los medios en los que colaboro, a quedarme sin sustento, a no poder decir las cosas que quiero decir y, por lo tanto, no poder ser incómoda.
Tengo miedo a que nos silencien a todas.
Tengo miedo a las decisiones que se tomen, a los repartos que se hagan, a los regresos megalómanos.
Tengo miedo al resultado de las elecciones.
Tengo miedo a aquello en lo que nos podemos convertir según el resultado de las elecciones.
Tengo miedo por los que no se pueden ir del país.
Tengo miedo por los que sí se irán.
Tengo miedo por mí.
Tengo miedo por ti.
Tengo miedo por ellos.
Tengo miedo por nosotras.
Por favor, por favor, voten contra el miedo.